Una convivencia complicada 8

Cuando Kyuhyun regresó al departamento, allí estaban sus tres amigos, mirándolo con una pícara sonrisa, algo que le dio al mayor una mala espina.

-¿Y bien?
-¿Lo invitaste a salir?
-¿Pueden dejarme en paz?

El mayor se sentó en el sofá, sintiendo que los otros se acercaban para conversar mejor sobre el tan esperado tema.

-No lo invitaste, lo sabía debía haberte servido de mensajero
-¿Y que digas cualquier cosa en lugar de lo que te pido que digas? Olvídalo
-Bueno, pero, ¿tienes su número al menos?
-Eso sí…

Tranquilamente sacó su móvil, viendo como los menores se lo quitaban de las manos al instante para ver qué le mandarían al mesero.

-“Hola bombón, ¿salimos el viernes?”
-No, mejor algo como “Hola, nalgas ricas, ¿te apetece pasar la noche conmigo? No te arrepentirás” y un emoticón guiñando el ojo
-¿Por qué tanto misterio? Mejor algo más directo como…
-¡CHICOS!

Todos miraron al dueño del aparato, el cual aprovechó la conmoción para quitarles el mismo y borrar lo poco que le habían escrito.

-Dejen de bromear con esas cosas, esto es serio, rayos
-Uuuhh… El Cho se puso serio, parece va a por todas esta vez
-Bueno, bueno, entonces al menos empieza la conversación con él
-E-Es que… No sé cómo empezarla…
-¿Por qué no empiezas por un simple “hola”?

Con ayuda de los menores, comenzó a escribir el mensaje, pensando en qué decirle para no sonar depravado pero a la vez interesado

“Hola, Sungmin. ¿Estás bien? Me preguntaba si este viernes estarías libre…”

Luego de enviar el mensaje, dejó el móvil en la mesa frente a los sillones, mordiéndose las uñas de puros nervios.

-¿Le enviaste?
-Sí… Tsk, esto será un fiasco, me sacará de una patada…
-Ya deja de dramatizar, ¿no te diste cuenta cómo sonríe cuando te ve?
-¿Ah? ¿Me ve diferente?
-Jonghyun, obviamente no se dará cuenta, si estaba demasiado ocupado babeando por el niño bonito. Un poco más y le daba un balde para que no manchara el suelo
-¡Changmin! Claro que no estoy así…
-¿Acaso te has visto?

En ese momento, Kyu guardó silencio ya que sabía que se quedaba algo bobo cuando miraba a Sungmin, pero era algo que no admitiría jamás.
Finalmente, el susodicho contestó, por lo que los cuatro amigos se pegaron a la pantalla para leer la respuesta.

“Hola, Kyu Kyu Estoy bien, ¿y tú? Este viernes estoy libre, de hecho estaba pensando qué podría hacer… ¿qué tenías en mente?”

Como viejas chismosas, rápidamente empezaron a discutir sobre qué ofrecerle, ya que ninguno había pensado en la segunda parte.

-¿A dónde pensabas llevarlo?
-No lo sé… No esperaba que dijera que sí… ¿A bailar?
-¿Y repetir el último encuentro?
-¿Entonces a dónde?
-¿Qué tal si lo llevas a una cena romántica? Podrías hablar con Suho
-¿En el hotel? Pero… Creerá que quiero llevarlo a una habitación
-Le tapas los ojos para que no vea todo el camino hasta la cena… Al menos le darás misterio así
-Espera, ¿Suho trabaja en un hotel?
-¿Qué no te acuerdas, Changmin? Está como coordinador… O algo parecido, era un puesto importante…

Velozmente, respondió a Sungmin para así luego pasar a presguntarle a Suho si podría hacerle un favor. Cuando el móvil volvió a vibrar se acercaron todos a leer la nueva respuesta de cualquiera a quienes le había enviado los mensajes.

“¿Cenar? Suena bien. Será agradable el no servir los platos por una noche Eso sí, que por favor sea luego de las 20.30 que a esa hora termino en el restaurante”

Lentamente, Kyu cayó en la cuenta de que su “cita” había dicho que sí a salir con él. Una sonrisa comenzó a instalarse en su rostro a la vez que se relajaba en el sofá, cosa que no pasó desapercibido por sus amigos. Estos rápidamente tomaron el móvil para leer, riendo luego.

-Bien hecho, tigre
-¡Ya tienes tu cita!
-¿Suho dijo que sí?

Al escuchar esa pregunta por parte del más chico, volvió a chequear su aparato, viendo que su amigo del hotel había respondido también.

“¿Para cuándo lo necesitas? Porque habrá una fiesta en el restaurante que está abierto al público… Aunque podría ofrecerte prepararte algo en la azotea… Hay una vista espectacular”

-Oigan, dice de una cena en la azotea… Que la vista es genial
-No suena mal. De hecho es bastante más original que una cena común
-Recuerda vendarle los ojos para que no vea que es un hotel

Y así, los cuatro comenzaron a hablar sobre las cosas que debería hacer, decir, el cómo debería vestirse y otros datos importantes para tener en cuenta.

Por fin había llegado el dichoso viernes, y Kyuhyun estaba más que nervioso y eso podía notarse por la forma en la que caminaba de aquí para allá.

-¿Quieres calmarte? Así solo estarás tenso para la cita
-Es que… ¿Y si no le gusta la cena?
-Kyuhyun, te ganarás un golpe si sigues así…

En ese momento llegó el menor de los cuatro habitantes del departamento con el detalle final para su amigo, una rosa color coral, perfecta para ser delicado y atento.

-¿Crees que le guste?
-Por cómo te respondió creo que será agradable para él recibirla

Finalmente Kyuhyun estaba listo para su cita. Los menores palmearon su espalda y le dejaron ir por su auto.

-Nuestro niño ha crecido, ¿no crees, Minho?
-Ya lo creo, Min… Está tan grande.
-Ustedes dos dejen de hablar de su hijo… Oye, Minho, ¿tienes otra de esas flores?
-Sí, pensé que te encontrarías con Sakura. Toma

El menor le dio la flor a su amigo, viendo luego como este se iba a su cita también. Por su parte, los otros dos se miraron para luego sonreír algo divertidos.

-Ya me parecía que estaba demasiado arreglado
-Sí, a mí también. Oye, ¿vamos afuera a comer?
-Claro, mi esclavo paga, ¿no?
-Como te gusta llamarme así… Está bien, pero tú invitas el postre.

El mayor de los cuatro estaba en su auto, dirigiéndose al lugar que habían acordado con Sungmin. Aún estaba muy nervioso, pero haría lo posible porque la cita fuera un éxito.
Al llegar al punto pactado, tomó la rosa, saliendo del auto y viendo a ese pelinegro que tan tonto le tenía. Los pantalones negros se ajustaban a sus piernas a la perfección, mientras que la camisa color azul zafiro con la corbata plateada se llevaban toda la atención en su atuendo.
No pudo evitar quedarse mirándole como por un minuto completo hasta que reaccionó, caminando a su encuentro con la rosa en las manos. Cuando cruzaron miradas, el mayor de los dos comenzó a acercarse en su dirección, sonriendo algo apenado.

-Hola, Minnie…
-Hola, Kyu… Estás muy elegante
-Tú también, el azul zafiro es tu color… Oh, esto es para ti

Rápidamente le entregó la rosa, causando una gran sonrisa por parte del mayor. Este recibió la flor y sintió su aroma para luego mirar a su acompañante.

-Muchas gracias, Kyu…

Susurró antes de que ambos entraran al auto. Cuando estuvieron relativamente cerca del hotel, el menor se detuvo, tomando un pañuelo y entregándoselo.

-Cúbrete los ojos
-¿Ah? ¿Qué planeas, Kyu Kyu?
-Es una sorpresa

Algo divertido, el más bajo accedió a cubrir su vista, sintiendo como el auto arrancaba de nuevo hasta por fin detenerse por completo.
Kyu, por su parte, bajó del vehículo para ayudar al contrario a bajar, guiándole al elevador. Él no había visto lo que su amigo Suho había preparado, por lo que no sabía con qué se encontraría y eso le ponía aún más nervioso.
Cuando por fin llegaron a la azotea del hotel, un chico rubio con una agradable sonrisa los recibió, sin embargo, al ver que el pelinegro estaba con los ojos vendados, guardó silencio, saludando a su amigo para luego guiarles a la que sería su mesa por esta noche.

Llámame, ¿sí? 5 [FINAL]

Siwon ya había bebido bastante, y eso se notaba en su actuar. Muy a pesar de que había dicho que no bebería más, terminó por ingerir tres tragos como el que había pedido su compañero.

-Siwonnie Terminaremos como la última vez si sigues así
-¿Hay algo de malo con eso?
-Para nada, pero luego no estés preguntando lo que pasó

Con una sonrisa pícara, Sungmin se acercó, dejando un beso en la mejilla del más alto, haciendo que este se sorprendiera y le mirara curioso. Sin embargo, en vez de ver un rostro seductor, encontró uno apenado y risueño. No pudo evitar quedarse mirándolo por unos cinco segundos hasta que volvió en sí, desviando apenas la mirada.

A lo lejos, un chico alto observaba a la pequeña pareja con cierto recelo.

-Así que conseguiste a alguien más… Esto no se quedará así

En el momento que terminó de decir aquellas palabras, empezó a caminar, dirigiéndose a la mesa.

Mientras Siwon y SUngmin pensaban en qué decirse, el misterioso chico se acercó, mirándolos con cierto desdén.

-No creí que tan rápido te fueras a olvidar de mí, Cutemin…
-Kyu… ¿Qué haces aquí?

Una enorme tensión comenzó a sentirse en el ambiente, provocando que Siwon se desconcertara un poco.

-¿Acaso no puedo salir a divertirme?
-No dije eso…
-Mmm… ¿Es tu nuevo novio? ¿O ya tienes novio y este es tu amante?
-Kyuhyun…
-Cho Kyuhyun, un placer, ¿y tú eres…?
-Choi Siwon… Creo que estás pasándote de la raya, amigo…
-¿Pasarme de la raya?

Ante tal planteo, el más alto soltó una estruendosa risotada, calmándose rápidamente.

-Este niño bonito es capaz de romperte el corazón… Ya ha roto el mío después de todo
-Claro que no, Kyuhyun. ¡Tú solo te creaste una historia que nunca existió luego de que nos acostáramos una vez!
-Yo te amaba, Sungmin… Con todas mis fuerzas…

Cuando el recién llegado trató de tocar el rostro del mayor de los tres, SIwon le sostuvo la muñeca, mirándole fijamente.

-Creo que es momento de que te retires antes de que llamemos a seguridad…
-¿O qué? ¿Me echarán a patadas? Como si nunca más me lo fuera a cruzar…

Tranquilamente, se levantó para pararse frente al “acosador”

-Si te vuelves a acercar lo lamentarás de verdad… Así que lárgate ahora que puedes…

Por mucho que el recién llegado trató de mantenerlo la mirada, terminó por desviarla, chasqueando la lengua antes de retirarse, dejando un ambiente algo extraño atrás.

-Gracias…

La voz de Sungmin se hizo presente luego de que Siwon se sentara, haciendo a este voltear hacia él.

-No tienes que agradecer, no me gusta que molesten a personas que aprecio…
-¿M-Me aprecias? Pero apenas me conoces…
-Lo sé, pero algo me dice que eres buena persona… Además… Me gustas…

Luego de tal confesión, las mejillas de Sungmin enrojecieron a más no poder, provocando que bajara la mirada apenado.

-¿Lo dices de verdad?
-Claro que sí… ¿Cómo podría mentir sobre ello?
-E-Es que… Es que tú también me gustas…
-¿En serio?

En el momento en que el sonrojado asintió con la cabeza, Siwon sonrió tomándole por estas para acercarse a besar sus labios suavemente. Un beso que poco a poco fue tomando intensidad, el mayor rodeando el cuello ajeno con sus brazos, el más alto tomándole de la cintura, ambos apegados para que sus pechos pudieran entrar en contacto.

-E-Espera…

Nuevamente la voz del más bajo se hizo presente, posando una mano sobre la mejilla contraria para que le prestara atención un momento. Este le miró algo confundido por el repentino accionar ajeno, pero solo se dedicó a mirarlo algo curioso.

-¿Qué pasa?
-Es que… Me gustaría hacer las cosas bien esta vez…

Ante tales palabras, el más alto ladeó apenas el rostro para tratar de comprender mejor la idea tras lo dicho por el ajeno.

-¿Te parece si vamos a un lugar más privado? Al menos esta vez estarás más consciente

Con una ligera pero pícara sonrisa, Sungmin se acercó a Siwon, dándole un beso más en los labios antes de que ambos se levantaran.

Cuando llegaron al departamento del más alto, este tomó al contrario de la cintura, comenzando a besarle con deseo mientras cerraba la puerta del cuarto, abriendo paso a una nueva noche de pasión, excepto que esta vez, no habría olvidos.

A la mañana siguiente se despertaron tranquilos, desperezándose y mirándose con una sonrisilla, quedándose abrazados un poco más en la cama.

-¿Cómo te sentiste esta vez, Siwonnie?
-Fue… Diferente… Pero gratificante… Gracias, Minnie…
-Tonto, ¿por qué me agradeces? Si fuiste tú quien me ayudó anoche…
-Por ayudarme a descubrirme mejor… Ven aquí

Rápidamente el más alto empezó a hacerle cosquillas al mayor, causando risas en este y en él mismo mientras el otro pataleaba para tratar de escapar. Finalmente terminaron por abrazarse y besarse una vez más, mirándose a los ojos.

-Min… Sé que puede que sea repentino pero… Bueno, ya te lo dije ayer, me gustas y… Bueno… Me gustaría ver hasta dónde podemos llegar
-¿D-De verdad? Siwon… Este es un cambio muy grande en tu vida… Y…
-Estoy seguro…

Con una sonrisa en el rostro, el mayor se acercó al contrario para abrazarlo y besar sus labios, sellando esa promesa que ambos acababan de pactar.

No soy un zorro cualquiera 1


Fanfic de SHINee
Pareja: OnKey, JongTae [leve]

En un pubelo algo pequeño, el sonido de dos espaldas chocando constantemente podía escucharse, atrayendo la atención de más de una persona.

-Anda, Key, ¿acaso no has estado practicando?
-Sí, pero ya te dije que no se me da bien la espada, Jong

Dos amigos de la infancia luchaban, uno rubio y el otro pelinegro. El primero poseía unos rasgos que a más de uno le hacía recordar a un perrito, mientras que el otro poseía unos ojos felinos, casi como los de un zorro.
Finalmente, Jonghyun dejó desarmado al chico de rasgados ojos, arrojando lejos de su alcance la espada ajena.

-De esa forma nunca mejorarás ni llegarás a ser un espadachín como yo, Kibum
-De cualquier manera no es esa mi idea, oh gran Jonghyun
-No te burles o te acusaré con Taemin

Al escuchar el más pequeño de los tres como si fuera una amenaza, ambos rieron, viendo entrar al nombrado justo en ese momento.

-¿Necesitas acusarme con Tae? Oh, mírenme, soy Jonghyun, soy el mejor espadachín e iré a acusar a mi mejor amigo con su otro mejor amigo
-Olvidaste el “soy terriblemente guapo”

La voz del más chico sorprendió a los mayores, causando que unas curiosas miradas se posaran sobre él, poniéndole nervioso por un momento.

-E-Es que Jong siempre dice que es guapo y demás…
-Bueno, es que en verdad lo soy, gracias por reafirmarlo, Tae

Mientras ellos hablaban; Kibum dejó la espada sobre una de las mesas que había en ese, no tan pequeño, patio. Una pícara sonrisa se posó en sus labios antes de volver donde sus amigos, quienes aún discutían sobre lo hermoso que era el mayor.

-Ya me aburrí de escucharte hablar siempre de lo mismo. ¿Qué tal si vamos por un trago? Yo invito
-Lo siento, Key, esta vez no. Estoy de servicio y si me pillan bebiendo será un problema
-Bah, ¿quién necesita al comisario? Podemos divertirnos solos, ¿verdad, hyung?
-Por supuesto, aunque la próxima vez invitará él, claro está.

Cuando el rubio comisario se hubo ido, los otros dos se miraron, sonriendo luego para, sin decir una sola palabra, empezar a practicar con las espadas. Esta vez, el de ojos rasgados demostrando una gran habilidad con aquella arma.

-¿Qué acaso no piensas nunca demostrarle lo que sabes?
-Conoces el motivo por el que no puedo hacerlo. Se correría mucho riesgo si el bocazas de Jonghyun empieza a comentarlo…

Justo en ese momento, Taemin quedó desarmado contra la espada y la pared, literalmente.

-Lo sé, pero… ¿Y si hablas con él? No me gusta ocultarle cosas a Jong
-Lo que no sepa no le hrá daño. Mientras menos sepan sobre ello, mejor… Has mejorado
-Gracias, aunque aún me falta para alcanzarte
-Sigue así y puede que pronto lo hagas.

Luego de que ambos dejaron las espadas, se dirigieron al bar del pequeño pueblo, encontrándose con varios conocidos a los cuales saludaron amablemente.
Una vez sentados y con las cervezas en la mano comenzaron a charlar de trivialidades: la familia, el mercado, la vecina, cualquier cosa para poder pasar el rato y divertirse un poco

Ya entrada la noche, con el bar lleno, Key estaba por retirarse cuando un maleante entró por la ventana, enseñando el arma de fuego que llevaba en su diestra y exigiendo las joyas y el dinero de todos.
Rápidamente, Kibum se escabulló, dirigiéndose a su “guarida” donde su caballo, Gacorns, lo aguardaba pastando un poco.

-Vamos, Gacorns, hay trabajo

En un abrir y cerrar de ojos se cambió, colocándose una camisa, pantalón, guantes, botas, capas y un sombrero color negros, sin olvidarse de su antifaz del mismo color.

Mientras tanto, en el bar, el asaltante aún exigía por las cosas mientras los apuntaba a todos con el arma. Justo en ese momento, un rubio comisario entró en escena, apuntando al maleante con su espada.

-¡Arriba las manos!

Antes de que nadie pudiera reaccionar, el bandido tomó por rehén a un muchacho de cabellos rubios que, aunque tuviera las manos levantadas por órdenes del asaltante, en lo único que parecía centrarse era en la comida que tenía frente a él y que trataba de ingerir a escondidas. Sin embargo, no pudo seguir tratando ya que ahora era un “prisionero”.

-¡Atrás o lo mato!
-Oye, tranquilo, no tienes por qué alterarte
-¡Dije atrás!
-¿Por qué mejor no dejas primero al joven?

Una voz nueva se hizo presente en la sala, por lo que todos voltearon hacia la ventana por la que el ladrón había entrado. Allí, sentado como si nada, había un enmascarado de felina mirada que apuntaba al cuello del malhechor con su espada.

-Déjalo ir…

Sin chistar, este hizo caso, dejando libre a su rehén, el cual fue corriendo a su plato de comida, como si nada hubiera pasado.

-Ahora colócate de rodillas con las manos en la cabeza.

Sin embargo, en lugar de obedecer, esta vez trató de salir corriendo, o más bien volando, empujando al enmascarado para escapar por la ventana. Solo que no contaba con que este utilizara su propia capa para bloquear su visión y hacer que se cayera, golpeándose la cabeza.

Una vez que el malhechor había sido capturado, el comisario se acercó al misterioso “héroe”.

-¿Quién eres tú?
-Solo un buen ciudadano con deseos de ayuda, pero también me dicen…

Con su propia espada escribió en la espalda del bandido la letra “Z”

-… el zorro
-¿Zorro? ¿Qué clase de nombre es ese?
-Uno que no quisieras ver en tu lista de enemigos. Hasta luego

Y así como apareció, desapareció, dejando al comisario Jonghyun con la palabra en la boca.

Por otro lado, veloz como un rayo y sin que nadie lo notara, Key ingresó de nuevo al bar, “apareciendo” debajo de la mesa.

-¡Key!

El grito de su amigo, y recién frustrado comisario, hizo que el nombrado se sobresaltara, viendo a este acercarse.

-¿Lo viste? ¡Ese Zorro intenta quitarme mi trabajo!
-No, lo siento, es que me quedé bajo la mesa por si ocurría algo grave…
-¿De verdad no lo viste? Y yo que te hacía más valiente…
-No me vulpes por preferir cuidarme
-Oigan ustedes dos

Taemin interrumpió la conversación, riendo un poco por las caras de sus amigos.

-Lo importante es que todo salió bien
-Y también que se hizo tarde y debemos volver a casa
-Los acompaño. Podría haber otro bandido por aquí
-Estamos agradecidos, oh gran Jonghyun

Luego de que los escoltara a la casa y revisara que todo estaba en orden, el comisario se retiró, dejando a los amigos solos nuevamente.

-¿Qué hiciste con la ropa?
-La coloqué en un bolso y se lo dejé a Gacorns… Es inteligente, sabe que debe dejar la bolsa en la cueva
-¿No quieres ir a revisarlo?
-Chequeé todo antes de ir al bar, así que no hay de qué preocuparse
-Está bien, entonces me iré a dormir. Buenas noches, Key. Descansa tu espada
-Buenas noches, tú también descansa la tuya, mañana toca entrenamiento
-Ufff…. Día largo

Una convivencia complicada 7

A la mañana siguiente todos se levantaron, desayunando en completo silencio. En definitiva el ambiente estaba más que tenso aún, y ni Kyu, Jong o Minho sabían cómo enfrentarlo.

-¿Qué nadie va a decir nada?

La voz de un molesto Changmin cortó el silencio como un navaja, mirando su móvil para no perder en el juego nuevo que se había descargado.

-Es que tampoco hay mucho para contar…
-¿De verdad, Minho? ¿Y qué tal si cuentas sobre la enana esa?
-Oye, calma Changmin, tampoco para que me trates así…

Cuando dijo eso, Kyuhyun y Jonghyun se miraron, sabiendo que algo estaba por ocurrir, así que con un asentimiento de cabeza comenzaron a retirarse hacia la puerta, dejando a los otros dos solos.

-Tampoco para que te trate así… ¿Lo dices de verdad? ¡Me dejaste SOLO en la discoteca mientras coqueteabas con la enana esa!
-¡Yah! ¿Acaso la querías para ti? ¡Si ese es el problema podrías habérmelo dicho!
-¡Pero si eres idiota! ¡¿Cómo va a gustarme una enana así?! ¿En serio no entiendes el por qué de mi enojo? ¿Eres tan imbécil?
-¡¡Changmin!! ¡Maldita sea! ¡Cálmate, rayos! ¿En serio no es por eso?
-¡¡Pero claro que no!! ¡Por Dios, Minho! Eres el que mejor me conoce en este mugroso departamento. Deberías saber por qué mierda estoy tan cabreado…
-¡Yah! ¿Es por haberte dejado solo en la discoteca? Lo siento, en verdad no era esa la idea…
-Tsk, en verdad eres más imbécil de lo que pensé… ¡No es por lo que pasó!
-¡¿Entonces por qué es?!
-¡Por lo que está por venir! ¡Mierda! ¡¿Qué no te das cuenta?! En cuanto empieces a salir con esa japonesa me dejarás abandonado… No seré más que una sombra en tus recuerdos…

Luego de semejante confesión, Minho se quedó mudo, observando a su mejor amigo totalmente atónito. Claramente no había pensado en esa posibilidad, y recién ahora se daba cuenta del miedo del mayor.
Por su parte, Changmin se desplomó sobre la silla, agotado del estrés mental que había tenido que pasar para decir lo de recién. Su orgullo había sido arrojado a la basura momentáneamente, y eso era algo que nunca podía verse, hasta ahora.

-Changmin… Yo… No tenía idea
-Claro que no tenías idea, idiota. Si lo único que hacías era fijarte en la enana esa…
Minho dejó escapar un suspiro de frustración, dentándose al lado de su mejor amigo, dispuesto a arreglar las cosas.

Mientras tanto, Jonghyun y Kyuhyun habían salido a dar una vuelta, conversando a un nivel mucho más tranquilo lo que los otros dos habían discutido a los gritos.

-¿De verdad creías que te dejaría de lado?
-Tendrías que haberte visto, parecías hechizado
-Pero, ¿tan así?
-Eres muy obvio cuando te gusta una chica…

Sin darse cuenta llegaron al restaurante donde habían visto por primera vez a Sungmin.

-¿Entramos?

Jonghyun miró a su amigo con picardía antes de encogerse de hombros, asintiendo luego.

-Tú también eres obvio cuando te gusta alguien
-¿Ah? ¿Yo? ¿De qué hablas?

Al entrar, quien los recibió fue quien le había estado quitando el sueño al más grande, aunque algo estaba diferente en él, y eso podía notarse.

-Bienvenidos, ¿serán dos?
-Oh… Sungmin… Sí, seremos solo dos
-Por aquí

Los amigos se miraron algo desconcertados. La última vez que habían venido, el mesero les había sonreído amablemente, pero hoy este tenía una mirada cansada y su sonrisa no estaba presente.
Cuando los chicos se sentaron y Sungmin se fue, estos se inclinaron en la mesa para poder hablar.

-¿Qué crees que le ocurrió?
-No lo sé… Temo que Heechul le haya castigado
-¿Los atrapó en un momento inoportuno?
-Interrumpió el momento…

Sungmin regresó y tomó el pedido, volviendo a irse sin siquiera sonreír. De hecho le llamaron la atención por ello, ya que una sonrisa es sinónimo de un buen ambiente y un buen trato al cliente.

-Quisiera hablar con él…
-¿No tienes su número?
-No hicimos a tiempo…
-¿Tenían las manos ocupadas?

Sin poder evitarlo, el más chico bromeó al respecto, notando que el mesero salía del lugar con la cabeza gacha, cosa que no se guardaría. Rápidamente le señaló a su amigo la dirección por la que el contrario había salido.

-Oye, aprovecha y ve a hablar con él
-¿Ah?

Al darse cuenta de a lo que se refería su amigo asintió y rápidamente salió también, buscando a aquel risueño pero apagado muchacho. Caminó hasta encontrar un callejón cercano, notando a Sungmin dentro.

-Min…

En el momento que escuchó uno de sus apodos, el más bajo se volteó, sobresaltándose, sin lograr ocultar sus lágrimas a tiempo.

-K-Kyu… Vete… No quiero que me veas así…
-Pero… Min… ¿Qué ocurre? ¿Pasó algo con Heechul?
-N-No… No es eso… Bueno… No exactamente

Con suavidad, el más alto se acercó para poder conversar mejor, tomando su mano en busca de transmitirle fuerzas para poder soltarlo de una vez.
El pelingro, al sentir aquel pequeño apretón, suspiró suavemente, acercándose para ocultar el rostro en el pecho del más alto mientras las lágrimas escapaban de sus ojos. El castaño, por su parte, estaba algo dudoso sobre si abrazarlo o no, pero rápidamente lo envolvió en sus brazos. Lo único que quería era que el más bajo estuviera bien, que sonriera como lo había hecho la primera vez, porque ya en ese momento había sentido un ligero cosquilleo en su interior.

-No fue culpa de Hee hyung…

La voz de Sungmin era baja y casi inaudible, sin mencionar que el estar ocultando el rostro tampoco ayudaba para la proyección de la voz, pero no por ello Kyu le dijo nada.

-Kyu… Olvídalo, no quiero amargarte el día con mis tonterías…
-Si estoy aquí es porque ando preocupado por ti… Tonto… Dime qué ocurre, Min… No me gusta verte así…
-Es que… Mi padre está enfermo… Parece que pescó algo grave… Estamos muy preocupados y eso no me deja trabajar bien…
-Lo he notado… Tranquilo, Min… Ya verás que todo saldrá bien…
-Es que… Fue tan repentino… Heechul hyung habló conmigo, me dijo que mi madre había llamado al bar ya que yo no respondía mi móvil…

Mientras hablaba su respiración se entrecortaba a causa de las lágrimas que no dejaban de salir.

-Sh… No hables ahora… Solo descárgate… Te hará bien…

Sin más, el más bajo comenzó a llorar con fuerza, dejando salir toda esa angustia que tenía acumulada. Por su parte, el más alto solo se dedicaba a contener al contrario, abrazándole fuerte mientras acariciaba de a ratos su cabeza.

-¿Y bien? ¿Qué piensas hacer para compensarme?

Changmin y Minho, luego de haber hablado más tranquilos la situación, se encontraban tirados en el sofá, el más alto con la cabeza en las piernas ajenas.

-¿Compensarte? Eso me suena a sexo, Min
-¡Yah! ¿Y qué otra palabra puedo usar entonces? Si me dices una te preparo de comer.

Sin embargo, por más que el menor pensó algo, no pudo encontrar una palabra más indicada que la que había usado su amigo.

-¿Ves? Ahora ve a prepararme algo de comer, mi esclavo.
-¿Esclavo?
-Serás mi esclavo por el resto del mes, te guste o no
-Tsk, aprovechado…

Mientras Minho cocinaba, Changmin recibió un mensaje por parte de Jonghyun.

“Oigan, Kyu se encontró con el mesero, estamos en su restaurante, ¿quieren venir antes de que regresen o siguen con sus peleas maritales?”

Sin poder evitarlo, soltó una risa, acercándose al menor para mostrarle el mensaje, el cual rió también.

-¿Vamos?
-Tú porque no quieres cocinar…
-Tonto, yah, muévete y salgamos de aquí
-Ok, pero esta noche no te salvas, cocinarás para los cuatro.

Una vez que llegaron al lugar, no les fue difícil encontrar a su amigo, sumando una mesa más para luego sentarse.
Por su parte, Kyuhyun volvía a entrar, descansando su diestra en la espalda de Sungmin, el cual tenía los ojos algo hinchados pero con una ligera sonrisa en los labios.

-¿Qué le pasó?
-No lo sé, pero Kyu salió apenas el bajito lo hizo.

Cuando la nueva parejita se despidió se miraron a los ojos, soltando las manos a lo último. Kyuhyun, por su parte, estaba en sus pensamientos hasta que cayó en la cuenta de que en la mesa serían 4 al final.

-¿Terminaron sus peleas maritales?
-¿Por qué todos dices eso sobre nosotros?
-Parecen una pareja que ya lleva años casados.

Las risas se escucharon en la mesa, relajando por completo el ambiente. Parecía que desde hacía días no reían.

-Bueno, ahora habla. ¿Qué le pasa al niño bonito?
-Cosas familiares, el padre no está bien de salud…

Ante tales palabras todos guardaron silencio, pensando en sus propios padres por un momento, y en lo difícil que sería la situación para ellos también.

-Quiero hacer algo por él… Pero no sé qué
-¿Y si lo llevas a cenar? ¿No le gustaba el vino como a ti?
Oye, ¿qué tal ese restaurante donde tenían vinos argentinos? Recuerdo que la comida era rica.
-Sí, puede ser… Pero, ¿cómo rayos le pido de salir? Claramente no va a estar de ánimos…

Justo en ese momento vieron que el susodicho se acercaba por lo que cambiaron de tema rápidamente. Una vez que se fue se inclinaron sobre la mesa para seguir con la charla

-¿Y si le das una nota?
-No estamos en la escuela
-¿Su celular?
-No se lo pidió, parece que estaban muy ocupados para pasarse los números
-Hyung depravado, violándose a un pequeño indefenso
-¿Violar? Que conste que no se opuso en ningún momento
-Como sea, creo que la mejor opción es que el pelmazo de Kyu vaya y le pregunte directamente. Es mucho más sencillo que todo lo demás.
-¿Ah? ¿Ahora? ¡Me sacará de una patada!
-No será que tienes vergüenza, ¿verdad?
-Pero cómo se te ocurre. Yo jamás tendría vergüenza de algo así…

Todos sus amigos lo miraron con picardía, sonriendo ligeramente para luego mirarse entre ellos.

-¿Qué? ¿Qué rayos están planeando?

Sin emitir palabra alguna los otros tres se levantaron, dejando dinero cerca de Kyu antes de que Jonghyun fuera donde Sungmin.

-Oye, Kyuhyun quiere hablar contigo, aprovecha que no hay demasiada gente ahora

Sin más, los tres menores salieron del lugar para dejarlos solos mientras chocaban las palmas.

-Más vale que lo invite a salir…
-¿Quieren molestarlo cuando sea la cita?
-Nos ganaremos la golpiza de nuestra vida…
-Pero Kyu nunca fue violento con nosotros. El único violento es el cara de mono.
-Si no fuera violento no sería yo. Igual no creo que él los golpee, pero les advierto que puede llegar a ser terrible cuando se lo propone… Cuando lo conocí le decían el “Evil maknae”
-Bueno, no dudo que se ganó su apodo por algo…

Mientras los más chicos planeaba su travesura, Sungmin se había acercado a la mesa del más alto, mirándole con una ligera sonrisa.

-Tu amigo me dijo que querías hablar conmigo
-Dios, voy a matarlos…
-¿No querías hablar?
-N-No es eso… Forzaron la situación por decirlo de alguna forma…
-Ah… ¿Y de qué querías hablar?
-¿Tienes un minuto para sentarte?

El pelinegro vio el lugar y al notar que no había mucho movimiento se sentó frente a él.

-Sé que estás angustiado pero… Me gustaría ayudarte… Tal vez no sea mucho pero quería invitarte a salir… Así al menos despejarías tu mente
-¿Me estás pidiendo una cita, Kyu?
-P-Pues sí… ¿Hay algún problema?
-Para nada… Es que me causas ternura

Al pronunciar aquellas palabras sonrió amablemente, haciendo que el contrario se perdiera en su rostro por un momento.

-Me encantaría… Te paso mi número de celular y luego arreglamos por mensaje, ¿te parece?
-Oh, claro… Toma, anótalo en mi móvil

Una vez que se pasaron los celulares se despidieron, Kyu pagando la cuenta y saliendo del lugar con una sonrisa algo boba en el rostro. Por su parte, Sungmin sonreía con nostalgia ya que hacía tiempo que no tenía una cita propiamente dicha.

-Espero que algo bueno salga de todo esto…

Una convivencia complicada 6

Mientras todos bailaban y hablaban con sus respectivas “parejas”, Changmin seguía en la mesa, observando todo detalladamente a la vez que en su cabeza pensaba lo que le haría a esos tres por dejarlo solo.

-Esto no se va a quedar así…

Dijo para sí mismo hasta que alguien le cubrió los ojos desde atrás de su mesa

-Minnie ¿Por qué andas tan gruñón?
-¿Yunho? ¿Qué haces aquí?
-Solo vine a disfrutar la buena música y a saludar a Heechul…
-¿El dueño del lugar? ¿Lo conoces?
-Sep Hemos salido junto con el barman a karaokes, entre otras cosas
-Mejor dedícate al baile y deja el canto a los profesionales
-¿Cómo tú?
-Exactamente

Conversaron dejando una pequeña pared entre ellos que dividían las mesas VIP unas de otras.

-Ahora dime, ¿por qué andas más gruñón de lo usual?
-No ando más gruñón de lo usual…
-Sí lo estás Tus ojos lo demuestran
-Cállate… No te hagas el sabiondo solo porque me conoces un poco…
-¿Un poco? Que mal tratas a tu appa, te acusaré con omma
-¿Jae está aquí? Ahora entiendo por qué viniste

Al escuchar eso, Yunho desvió apenas la mirada, tratando de disimular que lo habían atrapado.

-No vine exclusivamente por eso
-Ajá… Y yo me alimento como pajarito
-¡Yah! Yo pregunté primero así que debes responderme
-Los tarados se fueron con sus enamorados… Digamos que me están ignorando
-Ah… ¿Y si hablas con ellos?
-¿Te parece que me van a escuchar? Desde que esa enana apareció, Minho no me ni la hora
-Entonces no es por todos, es por Minho
-Sí y no… Todos me están ignorando, pero Minho…
-Yah Háblalo con él. Creo que es lo más rápido y efectivo.

En ese momento, el dueño del lugar llegó, sentándose en la mesa de Yunho para luego picarle la panza

-Yuuuu Aún no has venido a bailar conmigo. Ven en este momento, el gran Heenim te lo ordena
-Ahora voy, espera que estoy hablando con un amigo…
-¡Oh! Tú eres amigo de Kyuhyun… ¿Dónde está ese chico? Me debe una copa de vino
-Se fue tras el bailarín… Ese tal Pumpkim algo…
-Oh No creí que fuera el tipo de PikaKyu
-No sé si lo sea, pero parece hechizado casi

Mientras tanto, en la barra, un chico alto junto a un pelinegro se encontraban charlando y bebiendo un poco de vino, riendo de por medio
-Y además, después de eso, ¡hizo como si nada hubiera pasado! Como si nadie lo hubiera visto
-¡Ja, ja, ja! Creo que todos hubiéramos hecho lo mismo
-Sí, pero no deja de ser gracioso para el resto

Ya habían terminado una botella y eso se notaba en las mejillas del más bajo

-Oye, ¿seguro aguantas bien el alcohol?
-¿Ah? ¡Claro que sí! ¿Por qué lo dices?
-Porque tus mejillas están rojas
-¿De verdad?

El más alto picó las mencionadas, riendo luego ya que eran bastante esponjosas

-Sino no te lo estaría diciendo, ¿no crees?

Ante esas palabras y los piques, Sungmin trató de morder los dedos ajenos, provocando risas en su acompañante, el cual escapaba sus dígitos de los dientes contrarios

-¡Canival! ¿Por qué tratas de morderme?
-¡Por ponerme nervioso!

Solo esas palabras bastaron para que la mirada de Kyuhyun cambiara por completo

-¿Nervioso? ¿Yo te pongo nervioso?

Hasta ese momento, el pelinegro se había percatado de lo que dijo segundos atrás. ¿Y ahora cómo iba a escapar de esto?

-C-Claro que no, no dije nervioso…
-¿Ah, no? ¿Y qué dijiste entonces?
-Yo… Esto…

Mientras pensaba alguna respuesta coherente, su cabeza daba vueltas y no le permitía pensar en nada. Justo en ese instante sintió que alguien le tomaba del mentón, obligándole a voltear hacia donde el más alto.

Por otro lado, Minho y Miku se dirigieron a la mesa ya que ella tenía algo de sed, aunque grade fue su sorpresa al ver a dos personas extras.

-Ah, Minho Tanto tiempo, ¿cómo has estado?
-Hola Yunho… Los presento: Miku, él es un viejo amigo de Changmin. Yunho, ella es una chica extranjera a quien le estamos mostrando algunos bares
-Un placer conocerte
-Igualmente

Tranquilamente se sentaron mientras conversaban, Heechul metiéndose siempre en las conversaciones que estaban teniendo. Sin embargo, algo que no pasaba desapercibido era la energía que Changmin emanaba. Casi parcía como en las caricaturas, cuando aparecía un aura negra, algo que incomodaba claramente a la pareja.
Justo en ese momento llegaron Jonghyun con Sakura, ambos abrazados y con una sonrisa

-Miku Te estaba buscando
-Me pareció mejor dejarte sola

Ambas rieron antes de que la mayor mirara la hora, abriendo los ojos y haciendo un ligero puchero con los labios

-¿Recuerdas que mañana nos esperan al mediodía?
-Oh… Es verdad… ¿Es tan tarde?
-Si quieres descansar bien entonces será mejor que regresemos…
-Oww… Está bien…
-¿Ya deben irse?
-Tenemos un compromiso mañana al mediodía
-Las acompañamos
-¿Seguro?
-Claro, ¿verdad, Minho?
-No podemos dejarlas ir solas

Cuando todos estuvieron “de acuerdo”, las dos parejas se retiraron, dejando a Changmin con Yunho y Heechul de nuevo.

-Ahora entiendo lo que decías
-¿Ves? ¿Es insoportable
-Ya te dije, habla con él
-¿Y si lo mandas a la mierda?
-Me gusta más la idea de Heechul hyung
-¿Te parece que luego de todo lo que pasaron debas hacer eso?
-Pero… Está tan imbécil… Me dan ganas de golpearlo
-Bueno, un golpe puede ayudar
-Heechul, deja de incitar a la violencia
-¡Pero sino no es divertido!
-Mejor voy a buscar a Kyu… Me preocupa ese idiota

Tranquilamente se levantó pero Heechul lo detuvo, indicándole que se volviera a sentar

-Yo iré por él Además debo hablarle
-Como quieras… Solo tráelo aquí
-¿Me estás dando órdenes?
-Claro que no, oh, gran Heechul

El tono sarcástico del menor definitivamente había molestado al pelirrojo, pero por esta vez lo dejó pasar porque quería molestar a Kyuhyun, ya que sabía exactamente lo que estaría haciendo.

Efectivamente, al llegar donde se imaginaba que estarían se podía observar a ambos enrollados en un beso intenso, lleno de pasión, manos inquietas y varios jadeos. Sin embargo, tal como era Heechul, no permitiría que lo ignoraran por mucho más tiempo, por lo que rápidamente los tomó del cuello para separarlos.

-PikaKyu Changminnie te anda buscando y está muy cabreado, así que ve rápido
-¿Ah? ¿Heechul hyung? ¿Se conocen?
-Tú callado, ya hablaremos luego

El menor de los tres observó mientras procesaba lo antes dicho por su amigo de hace años. “Changminnie te anda buscando y está muy cabreado”

-Mierda, estará imposible ahora…
-¿Kyu Kyu?
-Lo siento, Min, debo irme
-¿De verdad? Aigo…
-Sungmin, callado
-Calma, Heechul… OyeMin, te iré a visitar pronto, ¿sí?
-Está bien… Cuídate, Kyu Kyu

Luego de despedirse, dejó a Heechul y Sungmin solos, preguntándose qué tan estricto sería el mayor de ambos con respecto a la relación “empleado/cliente”.
Al llegar a la mesa, pudo ver a su mejor amigo con un aura oscura, o al menos pudo sentirla, porque un escalofrío recorrió todo su cuerpo en ese instante.

-Dime que tardaste porque estabas teniendo un polvo con el Songmin ese
-Es Sungmin… Y no, aunque casi
-¡Ja! Lo sabía, estoy rodeado de un montón de alzados… Parecen perros en celo.
-¡Oye! ¿A quién llamas perro en celo?
-No es por ti, idiota…
-¿Minho? ¿Se fue con la enana?
-Mejor pide algo más para beber, pero asegúrate de volver, porque sino juto que no me verás aquí esperando y ninguno de ustedes podrá entrar al departamento hasta dentro de dos semanas
-Vaya… Está bien, pero solo porque tengo mis consolas ahí
-Ya ve de una vez

Al pedir ya las bebidas de ambos, Minho y Jonghyun llegaro al mismo lugar, mirando al más grande con curiosidad

-¿Dónde estaban?
-Fuimos a acompañar a las chicas… ¿Y tú?
-No es de su incumbencia… Tú deberías saber mejor que nadie, Minho, que si abandonas a Changmin de esa forma luego será insoportable
-Sí, bueno, no soy el único que lo dejó solo
-Pero yo estuve con él la mayoría de la noche. Tú sabes a lo que te enfrentarás esta noche
-Yah, chicos… No es lugar ni momento para esto

Jonghyun se metió en la discusión entre el maknae y el mayor, tratando de que se calmaran un poco, principalmente porque sabía de lo que Kyuhyun era capaz

-¿Te mandó a que le compraras algo?
-¿Es tan obvio?
-Jamás llevas dos vasos…
-Tsk… Cállate… Volvamos a la mesa

Tranquilamente se dirigieron a donde el más alto aguardaba impaciente, golpeteando la madera con los dedos

-Al fin… Y hasta trajiste a los fantasmas
-Changmin, no seas así
-¿Qué no sea cómo? ¿Directo para decir lo que pienso? ¿Me estás pidiendo que no sea yo?
-No dije eso, y lo sabes bien
-Como sea… Gracias por la bebida, Kyu

Cuando los cuatro estuvieron sentados por fin, el ambiente estaba tan tenso que casi podía tocarse. Ninguno tenía idea de qué hablar por miedo a desencadenar lo inevitable.
Sin embargo, quien ayudó a relajar el aire fue Heechul, quien se paró frente a la mesa con las manos en sus caderas.

-Muy bien, todos ustedes se vienen conmigo
-Heechul, no creo que sea..
-Callado, hoy no tienes ni voz ni voto. O se vienen conmigo o los traen los chicos de seguridad

Sin saber cómo, ahora se encontraban en un elevador, dirigiéndose a quién sabía dónde.

Una vez que las puertas estuvieron abiertas, se sorprendieron al encontrar una gran habitación llena de juegos y cosas para hacer.

-Kyu, tú eres mío para jugar la partida que me debes. El resto puede usar lo que gusten

Rápidamente los gamers se conectaron a la consola para dejar a los otros tres aún atónitos. Estos se miraron y luego sonrieron. Ya resolverían todo luego, mientras tanto disfrutaría lo que pudieran.

Luego de varias horas juando, todos regresaron a sus casa, volviendo a sentir el ambiente algo tenso, aunque un poco menos. Sin embargo, eso no evitó que todos se fueran a dormir sin decir una sola palabra, dejando que la almohada les ayudara a desconectarse un rato de lo que había ocurrido esa noche.

Llámame, ¿sí? 4

Luego de que se despertara se dio cuenta de que había dormido más de la cuenta, porque ya era de noche y su móvil anunciaba las 9 pm.

-Rayos… Se hizo muy tarde

A regañadientes se levantó de la cama para luego dirigirse a la cocina, tratando de pensar si podría cocinar algo pero se terminó decidiendo por pedir un poco de comida china a domicilio.
Mientras esperaba a que llegara su comida, tomó nuevamente su celular, viendo ahora que tenía un mensaje, cosa que le llamó la atención. Revisó su contenido solo para sorprenderse de que el bailarín le hubiera hablado.

“Hola Siwonnie ¿Estás bien? Cuando me fui parecías bastante aturdido y me preguntaba si lo habrías procesado bien… Además quería saber en qué andabas Espero nos volvamos a ver pronto <3 “

Sin poder evitarlo, sonrió suavemente, comenzando a teclear para responderle.

“Hola Sungmin, estoy bien por suerte. ¿Y tú? Es verdad que estaba algo aturdido, imagínate que me dormí apenas llegué a mi casa jajaja :^)”

Un poco más animado buscó la jarra de jugo para beber mientras esperaba por la comida y la respuesta del simpático bailarín.

-¿Quién diría que sería divertido conversar con él?

Justo en ese momento tocaron el timbre. Seguro de que sería lka comida, tomó el dinero y las llaves, bajando hasta la puerta de la calle. Sin embargo, cuando estuvo frente a esta se encontró con Donghae y Hyukjae, quienes sostenían lo encargado por el más grande.

-¿Ah? ¿Qué hacen aquí?
-¿No podemos venir a visitarte?
-Avisen al menos

Luego de hacerlos pasar se sentaron, comiendo tranquilos hasta que Siwon se acordó del celular. Rápidamente lo tomó y leyó el mensaje pero los chicos le quitaron el aparato para poder ver qué lo tenía tan entretenido.

-Apa ¿Ese es el Pumpkin Prince de la fiesta de Shindong?
-Siwon picarón Siempre creí que te acostarías con Donghae primero
-¡Oye! ¿Por qué conmigo?

Mientras los menores discutían, el mayor aprovechó y recuperó su móvil, leyendo por fin la respuesta del bailarín.

“¿Y recién te despiertas? ¡Eres una marmota para dormir! Yo estoy bien por suerte… Oye, ¿estás ocupado el viernes? Porque pensaba ir a bailar y me faltaba compañero… ^^”

Un desorientado pelinegro regresó a la realidad algo tarde ya que se había quedado pensando en que el mayor le había pedido salir juntos.

-¿Irás con Pumpkin Prince?
-¿Llegaron a leerlo? Son unos fisgones
-Es inevitable, ¿acaso recuerdas lo que era el bailarín?
-Al principio creí que era bailarina

Aquel comentario causó risas en los tres, volviendo rápidamente a la conversación. La realidad era que Siwon no salía a bailar, pero por algún motivo tenía ganas de ir.

-¿Y por qué no vas? Mal no la pasarás
-Es que no sé… No quisiera que me vea bailar, saben que no soy el mejor
-¿Nos estás pidiendo clases?

Ante tal planteo, los tres se miraron, los menores con una ligera sonrisa maliciosa en el rostro. El contrario sabía que algo “malo” para él se avecinaba, cosa que le causó un ligero escalofrío.

-¿Qué rayos están planeando?
-Oh, nada… Solo las clases que te daremos
-Y los movimientos que te enseñaremos

El mayor alzó una ceja, desconfiando totalmente de la idea que los otros tenían. Mientras tanto, estos se levantaron para sentarse uno a cada lado del otro.

-Descuida, te haremos el mejor bailarín del lugar.
-Ya que claramente nosotros no estaremos ahí
-Exacto, sino te acapararemos
-Ya entendí… Entonces, ¿piensan enseñarme?

Una vez más los menores se miraron, levantándose a la vez que también lo levantaban al más grande, tomando Donghae sus manos.

-Primero debes saber estar suelto, si te tensas será peor

La clase improvisada dio comienzo, provocando risas en los tres por los malos pasos del “aprendiz”. Sabían que este no bailaba, pero no podía dejar de asombrarse por la perseverancia del ajeno, el cual parecía querer aprender a bailar como se debía a toda costa.
Sin que se dieran cuenta, habían pasado dos horas y ya era muy tarde, por lo que los menores se quedaron a dormir, después de todo trabajaban en el mismo lugar. Sin embargo, antes de que se acostaran le envió un mensaje a Sungmin.

“Lamento haberte dejado hablando solo… Es que cayeron unos amigos y bueno… Ya me estoy yendo a dormir. Espero descanses, y no estoy ocupado, así que lo que propongas para hacer me sumo :^)”

La semana pasó sin mayores complicaciones, de hecho aprovechó para comprar algo de ropa. No era que no tuviera para salir, pero deseaba presentarse de la mejor forma ante el bailarín. Casi se sentía como una colegiala enamorada.

-Un momento…

Ante aquel pensamiento se detuvo por completo. ¿Enamorado? Claro que no lo estaba, apenas y conocía a ese chico, sin mencionar ese hecho… ¡Era un HOMBRE! Jamás se enamoraría de un hombre.

“Pero ya te acostaste con uno”

Una voz en su cabeza canturreaba eso con tono alegre y burlón, haciendo que Siwon negara con la cabeza.

-Claro que no… Es decir, pasó, pero…

Justo en ese momento se dio cuenta de que estaba hablando solo, por lo que volteó para ver si alguien de la oficina se había percatado de ello, pero para su suerte, nadie lo había escuchado. Sin más, rápidamente regresó al trabajo, centrándose en sus actividades.

Por fin había llegado el dichoso viernes, y con ello los nervios de Siwon. Hací tiempo que no se sentía así, en definitiva parecía una colegiala.

-Dios, espero no ser obvio…

En cuanto llegó al lugar donde habían acordado, miró su móvil, notando  que eran unos 15 minutos más temprano de lo previsto, por lo que se relajó un poco mientras apoyaba el cuerpo en la pared de aquella esquina.

No muy lejos de allí, retocando su maquillaje, una chica de cabello castaño había clavado su mirada en un chico de cara bonita y muy masculino.

-Mmm… Krystal estará trepada por las paredes si llego a la fiesta con un hombre así

Sin dudarlo, se acercó a donde este chico estaba, esperando que no fuera demasiado sonso como para poder comprender lo que le propondría.

Por su parte, Siwon seguía esperando hasta que una chica muy bonita se acercó a él, notando cierta actitud coqueta por parte de ella.

-Hola guapo, ¿qué andas haciendo por aquí? ¿Vas a la fiesta?
-Oh… Sí… Estoy esperando a un amigo…

Ante su respuesta, sintió como la castaña posaba una mano sobre su hombro, provocando que se sorprendiera a la vez que se ponía muy nervioso. Hacía mucho tiempo que una chica no se le acercaba en plan coqueteo.

-Así que un amigo… Y dime… ¿Estás soltero?
-¿A-Ah? ¿Yo? Esto…
-No lo está, Jessica

Una voz cantarina cortó por completo la conversación que estaban teniendo los otros dos. Estos miraron a su interlocutor y allí estaba Sungmin, con una chaqueta cuadrillé roja y negra con mangas de cuero, unos pantalones del mismo material y una remera negra con unas rayas blancas que creaban una cruz justo en el medio del torso.
Tanto Siwon como la llamada Jessica lo miraron de arriba abajo hasta que ella reaccionó.

-Sungminnie ¿en serio no está soltero? ¿No será que me intentas engañar para que no te lo robe?
-Te dije que no lo está, Sica…

En cuanto terminó la frase, el recién llegado se acercó al más alto, plantándole un beso hecho y derecho, asegurándose de que la chica lo viera.
Al separarse, Sungmin se volteó con una sonrisa pícara en los labios, guiñándole un ojo a Jessica.

-Así que no te acerques, ¿entendido?
-Tsk, pues habérmelo dicho antes que estaba contigo. No hacía falta una demostración
-Contigo cerca, sí hacía falta

Mientras el bailarín discutía con su conocida, el más alto se había quedado duro, perdido en su mente.

“Me acaba de besar”

Esas palabras resonaban en su cabeza constantemente, aún tratando de procesar lo que había ocurrido.

“Sí, te besó y te gustó”

De nuevo aquella peleadora voz le decía cosas que no deseaba escuchar, pero antes de que pudiera decir algo, un toque en el hombro lo trajo de nuevo a la realidad, sobresaltándose un poco. Allí estaba Sungmin, quien le miraba algo preocupado, pero alguien faltaba en el lugar.

-¿Y la chica?
-Ya se fue… Oye, lamento lo del beso, es que sino ella iba a estar muy molesta y te iba a acosar toda la noche y…

Sin terminar la frase bajó la cabeza, jugueteando un poco con sus dedos; cosa que llamó la atención del más alto.

-¿Y…?
-Bueno… Y no íbamos a poder disfrutar juntos de la salida…

Aquellas palabras tomaron por sorpresa a Siwon. En definitiva no esperaba eso, menos luego de semejante beso y actitud posesiva que había tenido el más bajo.

-Tranquilo, no me iré con ella… Había quedado para ir contigo, y yo soy un hombre de palabra
-Me alegra saber eso, Siwonnie ¿Vamos a la fiesta?
-Tú guías

Al ingresar en la fiesta pudo escuchar la fuerte música junto con el bullicio de las personas que intentaban hacerse escuchar. También pudo notar que el más bajo saludaba a muchas personas, al parecer era alguien habitual en aquel lugar.

-¿Vienes seguido aquí?
-Siendo bailarín y tomando en cuenta que pasan buena música… Pues sí, vengo bastante seguido, además de que a veces realizo shows aquí

Finalmente llegaron a la sección VIP, ingresando sin problemas ya que conocían bien al más bajo, y el más alto venía con él, por ende tampoco fue un inconveniente. Una vez sentados uno de los meseros les trajo algo sin que pidieran nada.

-Ya saben lo que voy a pedir. ¿Quieres pedir otra cosa o me acompañas en mi extraña bebida?

El bailarín tomó un poco de su bebida y luego le ofreció al más alto, el cual lo pensó un momento antes de beber para probar solamente.

-Oh… Está bueno
-¿Verdad que sí? ¿Quieres uno para ti o prefieres pedirte otra cosa?
-¡Uno igual!

Llámame, ¿sí? 3

Por fin había llegado al café que acordaron, buscando al chico risueño de las fotos que Donghae le enseñó más temprano. Su mirada se paseaba entre las mesas hasta que unas manos le cubrieron los ojos.

-¿Quién soy?
-¿P-Pumpkin Prince?
-¡Muy bien! Te ganaste un premio

En el momento en que la visión de Siwon estuvo libre de nuevo, pudo ver a un chico frente a él; este tenía unos rasgos bastante peculiares, algo así como… ¿De mujer?

-¿Q-Qué me gané?
-¿Qué quieres? Podría darte un be…
-N-No hace falta… Ven, vamos a sentarnos
-Oh, claro

Una vez que se hubieron sentado pidieron un café cada uno, mirándose luego. El más alto estaba más que nervioso. ¿Qué le diría? ¿Cómo podía iniciar la charla?

-Muy bien, ¿qué es lo que querías preguntarme de anoche?
-Oh… Es que… Bueno… Nosotros… Quiero decir, tú y yo… tuvimos…
-¿Sexo?

Ante tan repentina y vulgar palabra, Siwon le miró sorprendido, sin saber muy bien cómo continuar.

-Bueno, sí compartimos una noche interesante… Y sí, tuvimos sexo; después de todo es un poco difícil resisitirse a tus abdominales
-¿Mis…?
-¿En serio no recuerdas nada de nada? En la despedida de soltero de Shinnie te habías quitado la camisa y subiste al escenario a cantar conmigo…

Mientras el más bajo hablaba, los flashes de esa noche llegaban a su cabeza, recordando cosas que no deseaba pero que sabía que debía hacerlo.

-Por tu cara diría que en verdad no recuerdas nada… ¿Debería ayudarte a recordar?
-Sí, por favor… No quiero que quede en el olvido, necesito saber qué pasó…
-¿Estás seguro? Anoche no dejabas de repetirme que nunca te fijarías en un chico…
-Es que en realidad no me gusta los chicos
-Me imaginaba que no eras gay… Aunque no lo demostraste tanto
-B-Bueno… Yah… Por favor, cuéntame qué pasó.

El bailarín, muy amablemente, le contó lo ocurrido aquella noche loca, dejando atónito a Siwon y con cierta diversión al narrador. En definitiva la habían pasado bien, pero eso no dejaba de perturbar al más alto.

-¿Quieres que continúe o me detengo?
-C-Creo que ya tengo suficiente información…
-Muy bien ¿Quieres saber algo más?
-Bueno… Al menos me gustaría saber tu nombre real… Si es que puedo…
-Me llamo Lee Sungmin, pero en el trabajo me conocen como Pumpkin Princes
-Comprendo… Y una pregunta más: ¿qué edad tienes?
-¿Yo? Tengo veintiocho años
-Oh… Tenemos la misma edad
-No creo que seas mayor que yo
-¿Por qué no?
-Porque soy de enero
-Oh… Sí, eres mayor
-Así que eres mi lindo dongsaeng
-Es extraño que alguien que parece más chico que yo sea mi hyung…
-Tranquilo, no eres al único que le pasa

Durante la siguiente media hora se la pasaron conversando de cosas, bastante tranquilos para el tema de conversación que habían tocado en un principio. Finalmente llegaron a reírse un poco, contando algunos chismes de quienes habían ido a la despedida de Shindong.

-¿Así que Shindong te pidió que le hicieras el favor para no pagar otro show?
-En realidad fue más bien un regalo de mi parte… Aunque quisiera pagarme no lo hubiera aceptado. Es mi mejor amigo después de todo
-Oh… Yo lo conozco hace unos años. Nos llevamos bien, pero no llego a ser tan cercano
-Ya veo… Me alegro que Shinnie se vaya a casar… Y que tenga buenos amigos también
-¿Ah? ¿L-Lo dices por mí?
-Pues claro, anoche hablaste un poco de lo que significa la familia y la amistad para ti… Me pareció tan inocente en un principio, pero también sincero… ¡Como un niño!
-Habló el que tiene rasgos aniñados
-Pero es parte de mi encanto. Por favor, si hubiese tenido otra cara ni me hubieras pretado atención
-Realmente no sé cómo es que terminé en ese tipo de situación…
-Bueno, según me dijiste anoche, fue mi rostro aniñado y femenino lo que te llamó la atención en un principio… Ya luego fue la forma de moverme. Al menos eso fue lo que comentaste
-Eso… Es que… Las chicas bonitas me llaman la atención muchas veces… Y tú no eres para nada feo…
-Ay, basta, harás que me apene

Ante esa broma ambos rieron, viendo la hora luego. Sungmin se levantó, buscando su billetera pero Siwon lo detuvo al instante.

-No te preocupes. Esta vez invito yo
-¿Estás seguro?
-Relájate, la próxima vez invitas tú. ¿Trato?
-De acuerdo, pero la próxima vez seré yo quien te llame
-Está bien… Que estés bien, Sungmin
-Tú también, Siwonnie

Una vez que regresó a su departamento fue directo a su habitación, tumbándose en la cama para procesar todo lo que aquel chico risueño le había contado, ya que aún no caía en que fuera verdad.

FLASHBACK

-¡Eh, Siwon! ¡No acapares al príncipe!
-¿Y tú qué te quejas, Hae? Te veo cómodo con la bailarina
-Te atrapó, pez promiscuo
-¡Oigan! No soy promiscuo

Mientras conversaban y reían, Donghae y Hyuk Jae se encontraban bailando con las bailarinas, dejando al bailarín con Siwon, los cuales estaban bastante pegados.

-Siwonnie ¿Te parece si subes a cantar conmigo?
-Claro, pero espera que tengo mucho calor

Luego de decir aquello terminó por quitarse la camisa, dejando su formado cuerpo al descubierto, el cual llamó más de una mirada.

-Oh, Siwon ssi, que cuerpo tan trabajado tienes
-Es para atraer ojos como los tuyos…
-Siwon ssi, eres un travieso

El coqueteo que se estaba llevando a cabo entre aquellos dos muchachos era observado por todos los invitados, los cuales no podían casi contener la risa.

-Siwonnie, ¿qué quieres cantar?
-Lo que el señorito desee. Tú conoces más canciones que yo de seguro…
-¡Entonces cantemos One in a million! Me encanta esa canción
-Claro, aunque no me sé bien la letra
-No te preocupes, solo déjate llevar…

La canción comenzó, dejando lugar a un bailarín que parecía aprovechar la ebriedad ajena y el hecho de tener el cuerpo descubierto para tocarlo un poco, casi mordiéndose el labio.

FIN FLASHBACK

Esa escena provocó que se levantara de un salto en la cama, despeinándose molesto para luego masajear un poco sus sienes.

-Rayos… Esa no fue mi noche… Necesito descansar…

Sin más se volvió a recostar, cubriéndose con las sábanas para luego cerrar los ojos cayendo en un profundo sueño.

Nadie sabe lo que ocurre backstage 4 [Final]

Luego de meditarlo un momento, este asintió, sonriendo de manera muy tímida, haciendo que el contrario hiciera lo mismo.
Finalmente ambos se encontraban con sus prendas inferiores despojadas, permitiendo ver ambas erecciones más que despiertas. Al ver esto el mayor curvó ligeramente sus comisuras, llevando su mano allí para masturbarle un poco, tomándole por sorpresa totalmente.

-¿Q-Qué haces?
-Te hago disfrutar… Si te excitas más ayudará a dilatarte…
-P-Pero… Ahh…

Sin ser capaz de replicar solo dejó al más alto hacer mientras suaves y jadeantes gemidos escapaban de sus labios.

-Date vuelta…

Sandeul obedientemente se volteó, dejando su espalda visible para luego sentir el cuerpo ajeno pegarse al propio, notando también la erección ajena restregarse contra sus nalgas, acción que provocó que un gemido gutural sonara en aquel pequeño armario.

-Eres un pequeño pervertido… Mira como te pones…
-P-Pero… Minho ah… N-No digas eso…
-¿Por qué no? Si es la verdad…

Mientras pronunciaba esas palabras, poco a poco comenzó a bajar por su espalda, dejando ligeras marcas de mordidas y succiones, llegando finalmente al trasero ajeno, el cual masajeó con intensidad, disfrutando de lo bien formado que este estaba.

-Dios… Tus nalgas… Son tan perfectas…
-M-Minho… N-No digas esas cosas…
-Pero si es verdad… Son tan deliciosas…

Al decir lo último se acercó a morder una de estas, masajeando la otra como si fuera lo más blando del mundo, disfrutando de los ligeros gemidos de vergüenza que el menor dejaba escuchar. Finalmente, poco a poco, acercó su rostro a la entrada del más bajo, separando bien aquellos cachetes antes de rozar apenas ese pequeño hueco con su lengua, notando un estremecimiento y un gemido gutural que nada tenía que ver con el anterior escuchado. Deseoso de seguir disfrutando de esos sonidos que el menor podía brindarle enterró el rostro allí, utilizando su sin hueso sin pudor, penetrándole apenas con este.

Mientras Minho se dedicaba a dilatarle tan intensamente, Sandeul se desarmaba de placer contra la pared del armario, clavando las uñas donde pudiera, mordiéndose el labio inferior aunque también abriendo la boca al sentir un placer tan grande, siendo incapaz de controlarse. Sentía una vergüenza infinita al parecer tan vulgar, pero aquella sensación era tal que no podía evitarlo. Después de todo esa situación era algo que solo ellos dos sabrían.

Finalmente el mayor tomó uno de sus dedos, chupándolo para lubricarlo un poco y lo llevó a la entrada ajena, presionando allí una vez para ver como aquel pequeño cuerpo se estremecía y retorcía de placer. Muy lentamente y con cuidado de no herirle comenzó a introducir su dígito, moviéndolo un poco en círculos para que este se fuera acostumbrando a la intromisión y preparándole así para cuando introdujera un segundo dedo.
Cuando la segunda intromisión se hizo presente, Minho movió sus dedos como si de unas tijeras se trataran, notando que el cuerpo ajeno comenzaba a moverse en busca de una fricción constante. Frente a tal situación se atrevió a introducir un tercer dedo, buscando que la dilatación ya llegara lo más lejos que sabría podía llegar. Después de todo, la curiosidad por los fanfics que escribían las fans había rendido sus frutos.

-Sandeul… Ya no aguanto… Necesito entrar en ti…

Susurró estas palabras contra el oído del más bajo luego de haberse levantado y pegado nuevamente a él, restregando sin miedo su glande contra la entrada ajena, haciendo que más gemidos se hicieran presentes. Comenzó a presionar su erección en el hueco ajeno hasta que finalmente se abrió paso, entrando y haciendo que el menor apretara muy fuertemente las manos.
Minho dejó escapar un gran gemido hasta que estuvo por completo dentro de él, esperando a que el menor se acostumbrara. Para ayudarle comenzó a besar suavemente su hombro, tomando sus manos, besando luego su mejilla y finalmente sus labios gracias a un movimiento de cabeza que el menor había facilitado.

Poco a poco el cuerpo de Sandeul se acostumbró a esa gran y nueva intromisión, y cuando quiso sentirle más movió apenas sus caderas, indicándole así que podía moverse al menos a un ritmo tranquilo. Mensaje que rápidamente el mayor captó, comenzando a mover sus caderas suavemente, en un delicioso vaivén que poco a poco le enloquecía, queriendo moverse más, pero sin hacerlo aún, pensando en que podría lastimar al menor.
Sin embargo, este deseaba sentirle aún más, por lo que movió nuevamente sus caderas pero con un poco más de entusiasmo, tratando que su amante comprendiera que no hacía tanta falta la delicadeza, sino más bien pasión. Mensaje que, nuevamente, fue recibido más que claro.
Finalmente el ritmo deseado por ambos había llegado, moviéndose a una velocidad acelerada y constante, provocando que el más bajo llevara su mano a su propio glande, en busca de más placer. Al notar esto, el mayor llevó su diestra allí, comenzando a masturbarle al ritmo de las embestidas, las cuales se hacían cada vez más veloces y certeras, causando que los gemidos se hicieran presentes por parte de ambos.
La velocidad que ahora llevaban era un frenesí, lleno de pasión y deseo por parte de ambos, pero claro, toda carrera tiene un final, y este estaba llegando para ambos.

-M-Minho… Si… Si sigues yo….
-Y-Yo… Igual…

Al darse cuenta que ambos estaban muy cerca de llegar al clímax simplemente se dejaron llevar por la excitación, alcanzando por un momento una velocidad mayor, lo cual fue la gota que ayudó a llegar al tan deseado orgasmo, provocando que Minho se corriera en el interior de Sandeul mientras este manchaba por completo la pared del armario. Luego de un par de embestidas más finalmente aquellos enloquecidos cuerpos se habían quedado quietos, exhaustos y sudados.

Cuando ambos recuperaron el aliento el mayor salió de su interior, notando que su esencia goteaba desde el contrario.

-Será mejor que luego te limpies…

Susurró con voz gentil a la vez que besaba sus cabellos, acariciando apenas su torso.
-¿Te encuentras bien, Deul?
-S-Sí… E-Es que… Bueno… M-Me gustó…

Aquellas palabras causaron ternura una vez más en el mayor, el cual besó nuevamente su mejilla.

-A mí también me gustó…

Con una tímida sonrisa el menor le observó, aprovechando para besar sus labios pasional pero suavemente una última vez.

-S-Será mejor que nos vistamos… Seguramente nos encontrarán pronto…
-Sí, es verdad…

Medio a regañadientes por parte de ambos se vistieron como pudieron, suspirando luego para mirarse a los ojos, sonriendo algo apenados los dos ya que ahora no estaban seguros de qué decir. Si estuvieran en un cuarto puede que la situación fuera diferente, pero sabían que no era así, y eso se notaba en el ambiente también.
Antes de que ninguno de los dos pudiera decir algo más el cerrojo de la puerta se escuchó, dejando entrar la luz del pasillo, la cual les dejó ciegos por un instante.

-¡SANDEUL! ¡Allí estabas! Nos tenías preocupados

La voz de un molesto líder llegó a los oídos del vocalista, provocando que este sonriera algo apenado.

-Lo siento Jin hyung… Fue algo de fuerzas mayores…
-Fue mi culpa, por accidente caímos aquí dentro. Lamento haber retrasado la programación.
-Eso es lo de menos, al menos están bien, y eso es lo importante.
-Hyung siempre tan preocupón… Gracias por sacarnos de aquí…

Mientras iban caminando hacia el escenario nuevamente Minho dejó un beso en la mejilla de Sandeul, haciendo que este se sorprendiera y sonrojara levemente, sonriendo luego.

-No puedo decirte quien gana porque ni yo lo sé…

Aquellas palabras le tomaron por sorpresa pero sonrió, asintiendo suavemente.

-Comprendo… Gracias… Por todo
-Gracias a ti, avísame si te quedas encerrado en un armario nuevamente. Aunque preferiría una cama la próxima vez…
-¿P-Próxima vez?

La voz penosa del menor se escuchó, acompañado de un sonrojo de mejillas.

-Si no quieres está bien, es solo que sí me gustó…
-N-No dije eso… Es que…. No pensé que me sugerirías otra vez…
-Tienes mi número, espero que nos veamos pronto, pequeño pato

Luego de decir estas palabras Minho se alejó, saliendo al escenario nuevamente, dejando a un Sandeul algo desorientado pero con una sincera sonrisa.

-Nos veremos… Eso seguro…

Luego de prometérselo más a sí mismo que al mayor corrió donde su banda, esperando por los resultados, los cuales fueron más que favorables para B1A4, permitiéndoles ganar su primer gran premio.

Nadie sabe lo que ocurre backstage 3

Susurró sin borrar la curvatura de sus comisuras. Al escuchar aquellas palabras el menor solo se lanzó de nuevo a besar sus carnosidades para luego rodear su cuello con sus brazos, apegándose al contrario por fin. Sintió su cuerpo envuelto con las extremidades ajenas a los pocos segundos, lo cual le alivió de sobremanera. Un suspiro escapó de los labios de ambos, seguido del choque de la espalda de Sandeul con la pared, pegando sus cuerpos entre sí. Poco a poco comenzó a notarse cierto movimiento entre sus accionares, manos colándose bajo camisas, rasguños, mordidas y caderas inquietas, todo ocurriendo en cuestión de segundos que parecían eternos y disfrutaban con gusto.

Mientras las manos recorrían sus cuerpos, el menor rodeó la cintura ajena con su pierna, apegándose así al más alto, el cual le tomó por ambos muslos, haciendo que se sostuviera de él contra la pared. Aprovechó aquella pose para tomar al más bajo por el trasero, masajeándolo con intensidad mientras sus labios seguían unidos hasta que sintió como unas manos traviesas comenzaban a abrir su camisa. Cortó el beso en ese momento para poder mirarle a los ojos, buscando una respuesta, en los cuales solo encontró deseos de continuar y cierto miedo. No pudo evitar sonreír al verle así, acariciando su mejilla con delicadeza

-Tranquilo… Prometo que disfrutarás…

Susurró antes de volver a unir sus labios, bajando su mano nuevamente para tomarle bien del trasero, continuando con el masaje en aquella zona mientras los esponjosos labios del más alto empezaban a recorrer el níveo cuello ajeno.

Por otro lado, Sandeul solo ladeó su rostro, dejándole lugar a Minho mientras torpemente abría la prenda ajena, dejando lugar al bien formado cuerpo que le hizo soltar un suspiro de solo rozarlo. Con delicadeza dejó que sus manos recorrieran su piel, generando un cosquilleo y una ligera piel de gallina ante tan suave toque. Hacía tiempo que el más bajo no disfrutaba de observar, menos hablemos de tocar, unos abdominales tan bien formados. Los últimos que había sentido eran los de Baro, pero no por una cuestión… Como la actual.

Poco a poco las cosas subían de tono, las manos de ambos exploraban los cuerpos que tenían a disposición, pronto el torso del mayor estaba completamente expuesto, dejando que las juguetonas manos del menor rasguñaran su espalda de manera algo provocativa. Solo eso hizo falta para que el más alto propinara una embestida hacia el cuerpo más pequeño, provocando que este dejara escapar un sorprendido y ahogado gemido.

-Mmm… ¿Y ese sonido?

Preguntó con voz seductora y traviesa, sabiendo que el más bajo se apenaría por sus palabras y manera de decirlas. Sin embargo, en lugar de ver un rostro apenado, recibió unas mejillas sonrojadas de excitación, unos ojos deseosos de más y unos labios mordidos por el menor mismo. Ante tal escena Minho no pudo con su ser. Si había algo que a este hombre le gustaba era que le provocaran, y el contrario había encontrado la manera de hacerlo. Sin más, las carnosidades de ambos se vieron unidas nuevamente, pero esta vez Sandeul se bajó del agarre que ambos mantenían, aprovechando su altura natural para besar y mordisquear el cuello contrario, comenzando a bajar poco a poco para luego dejar que sus manos llegaran a la prenda inferior ajena, desabrochando esta y bajándola, sintiendo como sus manos temblaban un poco. Esto último no pasó desapercibido para quien ahora disfrutaba de las acciones dadas, por lo que con su diestra sostuvo una de las extremidades ajenas, dejando que su zurda sostuviera el mentón del otro por un instante.

-Sabes que no necesitas hacer esto si no quieres…
-N-No es eso…

Las palabras algo orgullosas pero a la vez avergonzadas del menor le llamaron la atención.

-E-Es que… No es que… Tsk… No es que no quiera… Es que jamás lo hice…

Soltó por fin, sintiendo que su rostro ardía con fuerza. Que haya sentido su atracción por los hombres no significaba que lo hubiera hecho ya con alguno, y eso quedaba más que claro ahora para Minho.

-Deul… Tranquilo… No tienes que sobre esforzarte… Solo haz lo que te salga…

Las amables palabras pronunciadas en esa voz tan seductora definitivamente lograron su cometido: envalentonar al menor a probar aquello que hasta el momento no se había permitido. Lentamente terminó de abrir el pantalón ajeno, bajándolo un poco, aún sin atreverse a tocarle allí. Mordiéndose el labio inferior miró al más alto y luego volvió la mirada hacia el glande ya erecto y notorio bajo la ropa interior ajena. Aún algo inseguro sobre si lo haría bien o no llevó su mano hacia aquella zona, tomándolo y masajeándolo suavemente, como haría consigo mismo. Después de todo tampoco era como si no supiera nada del asunto.

Un suspiro mezclado con gemido escapó ante aquel masaje de los labios de Minho, mirándole con deseo. Definitivamente la escena que tenía frente a él le generaba una excitación que era muy difícil de controlar, después de todo no quería lastimar al menor siendo demasiado bruto. Cuando notó que el más bajo acercaba su rostro hacia su erección se mordió el labio inferior, listo para ahogar el que sabía sería un profundo gemido.

En el momento en que la felación comenzó, unos ahogados sonidos se hicieron presentes, provocando que las manos de quien recibía aquel dichoso placer se clavaran en los cabellos de quien le brindaba aquella excitación constante, ayudándole con un ligero vaivén, tratando de animarlo a que siguiera.

Por su parte, Sandeul estaba dudoso de si estaría haciendo un buen trabajo, pero podía notar como aquel glande crecía en su boca, cosa que le indicaba que iba por buen camino. En su búsqueda por hacer sentir mejor al mayor, sus manos comenzaron a moverse nuevamente, rasguñando el torso ajeno hasta bajar a sus testículos, los cuales masajeó tranquilamente. Eso era algo que a él le gustaba, así que decidió implementarlo en la situación, después de todo sabía que placer sentiría.

Poco a poco las hormonas empezaron a desbordar en la cabeza de Minho, provocando que el vaivén que había creado creciera un poco en intensidad hasta que ya no logró aguantar más. De un ligero tirón separó la deliciosa boca del menor, haciendo que le mirara.

-Sandeul… No aguantaré mucho más… Y tengo una enorme necesidad…
-¿Necesidad? ¿Lo que estoy haciendo no alcanza?

Las palabras del más chico causaron una ligera sonrisa ya que parecía algo ofendido de que le desconsiderara de esa forma.

-Lo que vienes haciendo se siente genial… Pero mi necesidad va más allá de eso… Necesito hacerte mío ahora…

Tales palabras provocaron que las mejillas del menor ardieran como nunca antes esa noche, haciendo que se quedara sin palabras por la situación. Al notar esto, Minho le tomó para alzarlo un poco, haciendo que se pusiera de pie y así poder mirarle a los ojos.

-Prometo ser gentil…
-¿Lo… Lo prometes?

La voz temblorosa del más chico provocó que el mayor se acercara a besar sus labios con suavidad y delicadeza, mirando los orbes ajenos una vez más.

-Lo prometo…

Llámame, ¿sí? 2

Una vez que se sentaron para beber el café, Siwon masajeó un poco sus sienes, suspirando suavemente; cosa que no pasó desapercibida por Donghae.

-¿Te duele mucho?
-¿Cuánto tomé? Me duele demasiado…
-Bueno… Piensa que bebimos champagne, tequila, y otros tragos…
-Oh Dios mío… No volveré a ir a ninguna despedida de soltero en mi vida… Siquiera a la mía
-Si tú hicieras despedida de soltero sería en una capilla seguramente, no en un bar como lo hizo Shindong
-Yah… Para empezar siquiera pensé jamás en hacer despedida de soltero…

Mientras hablaban ya les habían traído los cafés junto a un par de masitas para que comieran algo también.
En el momento en que aquel líquido energizante bajó por el esófago de Siwon, sus ojos demostraron una satisfacción inmensa. En verdad le hacía falta algo calentito y que le despertara. Con una sonrisa divertida, Hae se acercó a picar su mejilla, queriendo molestarle un poco.

-¿Por qué no bebiste un café en tu casa?
-Porque necesitaba respirar un poco
-¿Hay tanto olor a sexo en tu departamento?
-¡No es eso! Hay aroma a encerrado…

Aunque Donghae no se tragó mucho eso, rió levemente, bebiendo su café también.

-En fin, la cuestión es que casi no recuerdo nada y me duele la cabeza si trato de recordar…
-¿No será mejor que dejes pasar unos días para luego tratar de recordar?
-Pero no puedo estar con esta duda mientras tanto…
-La otra opción es que llames al bailarín, le invites un café y que te cuente amablemente que…

Antes de que Donghae pudiera terminar la frase, la voz y mano de Siwon le interrumpieron, pidiéndole que no siquiera.

-No pienso llamarlol… ¿Y si se le ocurre tratar de acostarse conmigo de nuevo?
-¿En un bar? No lo creo… Además no es un taxi boy… No lo hará
-¿Taxi boy?
-Ah… Escuché el término hacer poco… Es como decir prostituta pero para los hombres
-Peor todavía…
-¡Pero te digo que no es un taxi boy! Es un bailarín amigo de Shindong al cual le pidió que hiciera un pequeño show para no tener que contratar a nadie…
-¿Y si hablo con Shindong? Tal vez el bailarín le contó algo…
-Yo insisto en que hables con Pumpkin Prince… Parece un chico amable que respondería a tus dudas
-No me atrevo a llamarlo…

Al decir lo último, Siwon bajó la cabeza, tratando de ocultarse por vergüenza. Aún no lo superaba y era algo que le sería difícil de sobrellevar.

-Siwonnie… Los únicos que saben lo que ocurrió anoche son el bailarín y tú… Y si tú no recuerdas mucho, tu última alternativa es recurrir a él.
-Pero… Tsk… Realmente no quiero hacer esto…
Como haciendo berrinche frunció ligeramente los labios, bebiendo lo que quedaba de su café.

La siguiente media hora se la pasaron conversando sobre diferentes temas, los cuales eran todos tocados por Hae para distraer a su amigo. Cuando este quizo irse, ya se había bebido unos tres cafés, así que no tendría escusa de que estaba cansado o algo parecido.

-Creo que no tengo opción…

A regañadientes ingresó a su departamento, dirigiéndose a su cuarto para luego tomar la nota con sus manos, releyéndola, aún sin poder creer que lo que le había contado su amigo fuera real.
Finalmente marcó el teléfono escrito y esperó a ver si atendía el famoso “Pumpkin Prince”.

-¿Hola?

Al escuchar aquel tono cantarín, un pequeño flashback de lo ocurrido anoche llegó a su mente, haciendo que se perdiera en sus pensamientos por un momento.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

FLASHBACK

-Siwonnie No me imaginé que te gustara tanto el alcohol… ¿Me convidas un poco más?
-Claro, Pumpkin Princes… Por cierto, ¿por qué el apodo?
-Ah, es que me encantan las calabazas, es mi comida preferida, en especial las rellenas

Mientras conversaban en el sillón del apartamento del más alto, este se acomodó contra el respaldo de su asiento, posando su brazo en el respaldo del mismo en dirección al bailarín, el cual bebía de la copa de vino tinto mientras le observaba de reojo.

-¿Deberé pagarte por toda esta hospitalidad?
-Claro que no, la biblia dice que debes ayudar siempre a tu prójimo
-¿Estás seguro? Mira que puedo pagarte muy bien…
-¿De verdad? ¿Y cómo me pagarías?
-Para empezar puedo ofrecerte un baile privado… La casa invita. Ya luego podemos ver si con eso alcanza o no… ¿Te parece?
-Mmm… Me parece bien

Luego de aceptar el trato, sin darse cuenta de lo que realmente había pactado, pudo ver al más bajo levantarse, tomando su móvil para luego colocar una canción lenta y sensual. Dejó el aparato sobre un mueble cercano para poder escuchar y así bailar sin problemas a la vez que miraba fijamente a su único público.

FIN FLASHBACK

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

-¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

El bailarín seguía aún del otro lado de la línea, listo para colgar hasta que Siwon lo detuvo.

-¡Ah! Perdona, es que no creí que fueras a atender. Me tomaste por sorpresa.
-¿Quién habla?
-Esto… Me llamo Chou Siwon. Nos conocimos anoche en la despedida de soltero de Shindong
-¡Ah! Siwonnie ¿Cómo estás? No creí que llamarías tan pronto
-No… Bueno, en realidad necesitaba hablar contigo de lo que pasó… Anoche… Luego de la despedida…
-¿Quieres que nos encontremos?
-Si no es mucha molestia te lo agradecería eternamente.
-Claro ¿Quieres que nos veamos hoy?
-Sí, por favor… ¿Podemos vernos en un café?
-Claro que sí, Siwonnie Mándame la dirección a este número con la hora y allí estaré, después de todo hoy estoy libre
-De acuerdo, ahora te mandaré los datos
-Ok Bye bye, Siwonnie

Luego de colgar envió la dirección con la hora, tal como dijo que haría. Tranquilamente dejó el móvil en su mesa de luz junto a la nota para luego tumbarse en la cama, tratando de asimiliar el flashback y que además el bailarín le dijera “tan pronto”. En definitiva se había acostado con un hombre, y eso era algo que no podía perdonarse.

Cuando se hubo cambiado y preparado mentalmente para el encuentro, salió; listo para lo que fuera que pudiera ocurrir.

Nadie sabe qué ocurre backstage 2

Afirmó cruzándose de brazos para luego mirarle con una sonrisa divertida

-Aún no me has dicho por qué estabas todo rojo…

Sandeul, por su lado estaba algo perdido en su mundo, preocupado por lo que pasaría si no aparecían pronto cuando escuchó lo último del mayor, haciendo que sus mejillas se tornaran rojas nuevamente, cosa que causó gracia en el más alto

-¡P-Por nada! Solo sentía que me faltaba el aire…

Inventó la peor excusa que podría habérsele ocurrido y desvió la mirada, notando como el más alto ahora se acercaba hasta que sus cuerpos estuvieron muy cerca el uno del otro

-¿Q-Qué haces? ¡Apártate!

Débilmente intentó apartar al otro, empujándole suavemente, pero sus manos fueron apartadas al instante que intentaron nada, quedando sin su control.

-Es la peor excusa que he escuchado jamás… Puedes inventar algo mejor

Sus palabras eran suaves, lentas, casi como el terciopelo. Le encantaba incomodar a sus compañeros de banda, en especial a Key, quien era el que más se apenaba al momento de hacer fanservice, y el menor era perfecto para entretenerse en ese sentido

-Dime por qué estabas sonrojado

Pidió mirándole con sus ojos amables y tranquilos, logrando que el menor se sonrojara aún más.

-E-Es que me dio calor…

Murmuró esta vez algo un poco más creíble, intentando liberar sus manos sin mucho éxito. Mantenía su mirada alejada de la del mayor ya que esos ojos eran por los que más debilidad tenía, por algo siempre perdía ante el aegyo de Gongchan.

-Oh… Así que el calor… Entonces quítate el saco

Comentó con una sonrisa burlona, sin apartarse mucho pero soltando sus manos. Amaba encontrar personas a las cuales molestar, eran obvios, sabía con qué incomodarlos y lo mejor es que a veces los otros le seguían el juego.

-A-Anni, no hace falta…

Negó rápidamente, formando un ligero puchero con sus labios antes de desviar la mirada. A pesar de haber dicho eso, la temperatura de su cuerpo aumentaba cada vez más, entre la pena de que se acercara tanto, que le incomodara con esos comentarios y encima que le pareciera atractivo… Sabía que si tenía oportunidad la utilizaría, pero no quería arriesgarse de mala manera. Estaban en un lugar encerrados ellos dos, si las cosas no resultaban bien entonces sería un gran problema, aunque por otro lado, si resultaban bien entonces… Rápidamente negó con la cabeza, apartando esa idea de su mente y causando risas en el más alto.

-¿Qué es lo que piensas tan serio? Parece que te fueras a explotar, relájate

En el momento que pronunció lo último posó sus manos sobre la cabeza del más bajo, masajeando suavemente aquella zona. Al ver que no había rechazo sonrió y bajó sus manos hasta sus mejillas, apretándolas un poco

-Tienes mejillas apretujables

Comentó mirándolas atento hasta que por un momento sus ojos se detuvieron en los labios del menor. Fue un instante, pero desvió la mirada rápidamente, soltando también las mejillas

-¿Los de tu banda no te molestan con ellas?

Puede que Sandeul pareciera un niño muchas veces, pero no era tonto. Había visto al más alto detener su vista en sus labios, lo cual le generaba millones de dudas, pero decidió hacerlas a un lado por ahora

-Anni… No mucho…

No sabía qué más decir, por lo que desvió la mirada del contrario, nuevamente pensando en lo atractivo que se veía. Cerró algo fuerte los ojos para desviar esa idea pero cuando los abrió se encontró con los del mayor, el cual le miraba con curiosidad y cierta gracia- ¿Q-Qué haces?

-Te miro… Me causa gracia como demuestras lo que piensas con tus expresiones

Al escuchar aquello, el menor se sonrojó de sobremanera, cubriendo su rostro con las manos

-No te cubras, después de todo ahora estamos hablando y tú solo pensarás en la respuesta que me darás…. ¿no? No pensarás nada que no me digas… ¿Verdad?

Cuando escuchó las suposiciones ajenas, se mordió el labio inferior, bajando la mirada para luego asentir y descubrir solo sus ojos, mirándole ahora

-¿No me mentirás?

Escuchó la nueva pregunta y negó suavemente.

-No mentiré

Susurró quitando finalmente sus manos para dejar al descubierto sus mejillas apenas rosadas, claramente más calmadas que segundos atrás. Por su parte, el mayor sonrió de lado, mirándole fijamente.

-Entonces dime… ¿En qué pensabas?

La pregunta le tomó por sorpresa, haciendo que bajara una vez más su mirada mientras mordía su labio inferior. Comenzó a pensar alguna respuesta para decirle, pero le era difícil, solo podía pensar en la cercanía entre ambos, cosa que le hacía desconcentrarse por completo.

-En… En que cuándo nos sacarán de aquí…

Inventó lo primero que surgió en su cabeza… Bueno, lo segundo; y desvió la mirada, intentando calmar el sonrojo que quería colarse alrededor de su nariz de nuevo.

-Mmm… Así que en eso… Bueno, supongo que vendrán pronto

Afirmó encogiéndose de hombros, sonriendo por lo tierno que llegaba a verse el contrario mientras inventaba sus excusas poco creíbles.

-Y… ¿Y tú en qué piensas, Minho?

Al preguntar aquello dirigió su vista hacia el más alto, observándole curioso por su respuesta. Respuesta que el mayor comenzó a pensar en cuanto le preguntó aquello. ¿En qué pensaba? En que quería salir, en que tenía hambre, en que quería llegar al departamento para dormir lo poco que podría, en los labios de Sandeul, en que Taemin le debía dinero… Al darse cuenta de lo que pasaba por su cabeza parpadeó un poco y negó apenas, intentando desechar esa posibilidad.

-¿Mm? Minho ah ¿En qué piensas?

Repitió su pregunta, sin despegar sus ojos del contrario.

-En que si sigues haciéndome esas preguntas terminaré por darte un beso

Pronunció aquellas palabras sin inmutarse, esperando que el menor reaccionara sonrojándose y diciéndole que ni se le ocurriera hacerlo, pero en cambio recibió otra respuesta.

-No te atreverías… Eres demasiado heterosexual como para hacerlo

Las palabras del más bajo le tomaron por completo sorpresa. Era la primera persona que le retaba a algo así, en especial luego de haberle puesto nervioso y demás.

Sandeul, por su parte, estaba hecho un manojo de nervios aunque no lo demostrara claramente. Haber dicho aquello fue la peor idea que se le pudo haber cruzado por la cabeza. Ahora seguramente el mayor le tacharía de homosexual y no le dirigiría la palabra

-¿No me crees capaz? Puedes llegar a arrepentirte de esto, pequeño pato…

Ya no sabía qué esperar del contrario, estaba tan deseoso de poder tocar su cuerpo aunque sea un poco que no había notado que estaba mordiendo su labio inferior hasta que el mayor posó su mano sobre su mentón, rozando los labios del más chico

-Si te muerdes el labio me darás a entender que quieres que lo haga

Solo ese gesto, acompañado de una sonrisa ladina, fue lo que hizo falta para que Sandeul terminara con la distancia entre ambos, uniendo sus labios con los ajenos, separándose segundos después para bajar su mirada y jugar con sus dedos.

-Lo… Lo siento…

Fue lo único que se le ocurrió decir, dejando a un Minho totalmente perplejo, el cual después sonrió ladinamente de nuevo, tomándole una vez más por su mentón antes de unir sus labios otra vez, volviéndolo un poco más largo esta vez.

-No te disculpes

Cambio de look

Estuve haciendo algunos pequeños cambios en el blog jejej ¿Les gustan?
Todavía me falta mu~cho pero bueno, algo es algo xD

Dios, ya quiero que salga el siguiente capítulo de DRAMAtical Murder *-*

Llámame, ¿sí? 1

Este es un fanfic que me pidieron escribir, y como por ahora me gusta como va quedando aprovecho y lo comparto <3

La cabeza le dolía a horrores luego de semejante noche, después de todo habían bebido bastante y de más, algo que no podía perdonarse. ¿Cómo era que había llegado a beber tanto?

-Es la última vez que voy a una despedida de soltero…

A regañadientes se levantó de la cama, masajeando un poco sus sienes para luego dirigirse a la cocina, buscando un poco de agua fresca. Cuando hubo bebido lo suficiente se relajó un poco, tratando de recordar qué era lo que había ocurrido la noche anterior.

-A ver… Estábamos en la despedida de Shindong… En eso entró el bailarín junto con cuatro chicas más… Luego…

Al tratar de recordar un fuerte dolor llegó a su cabeza, indicándole que no era momento para esas cosas. Suspiró, tomó otro poco de agua y volvió al cuarto, vistiéndose para salir ya que necesitaba respirar un poco, sin embargo, algo hizo que se detuviera. Allí, sobre su mesa de luz había una nota escrita.

“Espero me llames, Siwonnie~
Pumpkin Prince

Volvió a leer la nota una vez más, sin poder creer aún que hubiera pasado algo con alguna de las bailarinas. Inspiró profundamente, notando que había un número de teléfono, cosa que le pareció más extraño aún.

-¿Qué rayos sucedió?

Finalmente se decidió a salir, obviando la nota y guardando su móvil junto a un poco de dinero. Una vez fuera respiró tranquilo, llevando un paso sin prisa hasta que alguien se le colgó, literalmente, de la espalda.

-Siwon, Siwon, Siwon, Siwon!!!
-Donghae, ya te dije que no soy un caballo…
-Sé mi caballito un rato… Oye, ¿qué pasó con Pumpkin Prince anoche? Te lo llevaste a tu departamento, ¿verdad?
-¿Pumpkin Prince?
-Ya sabes… El bailarín…
-¿Bailarín?

Hasta ese momento no había relacionado la palabra “prince” hacia el término correcto. Ese apodo significaba “Príncipe Calabaza”…. Príncipe… Fue en ese instante que se percató de lo que su amigo estaba diciendo. Básicamente: se había acostado con un hombre.

-¿Estabas tan ebrio que ni lo recuerdas? No pensé que él sería tu tipo, creí que irías por alguien más parecido a mí, o al mono
-No me gustan los hombres, Hae…
-Entonces explica estas fotos…

Sin bajarse aún de la espalda ajena, Donghae tomó su móvil, y buscó las fotos que había tomado, mostrándoselas luego. Claramente se habían divertido, allí estaban todos con las bailarinas y Siwon con el bailarín. Al parecer había subido al escenario a cantar con él, estando muy apegado a su persona.

-Dios mío…
-¿En serio no lo recuerdas?

En ese momento se bajó de su espalda, colocándose de frente para mirarle a los ojos, tratando de encontrar una respuesta.

-Siwon… Tú te llevaste al bailarín… Dijiste que lo llevarías a su departamento, pero estaba claro, por cómo estaban de juntos, que irían al tuyo… ¿Pasó?
-Yo… No lo sé… Pero… Sí parece que estuvo en mi casa… Me dejó una nota y su número…
-¡Vaya! Sí que le gustaste… Por lo que me dijo Shindong, es muy extraño que ese bailarín se acerque tanto al público… ¿Será porque era la despedida de soltero?
-Hae… Me duele mucho la cabeza, habla más tranquilo… Mejor vayamos por un café, necesito terminar de despertar…
-Claro, yo invito el primer café, porque seguramente querrás beber varios
-Está bien… Pero solo la primera ronda

Una convivencia complicada 5

Luego de que conversaran durante un rato y bebieran tranquilos las bebidas que habían pedido Sakura se levantó, mirando a sus amigas.

-¿Quieren ir a bailar? Están pasando buena música
-Te acompaño si quieres
-Yo también, ¿vienes Miku? ¿Y tú, puppy? ¿No vienes con tu novia?

Luego de que Lee Jonghyun se uniera a Sakura para ir a bailar, un pícaro Minho miró a su amigo, el cual no había apartado los ojos de la chica de cabello verde. En cuanto escucharon aquellas palabras, la pequeña pareja se apenó de sobremanera, Yukira poniéndose nerviosa y Jong sonriendo como tonto.

-Minho, no somos novios… Y creo que ya nos retiramos…
-Sí, lo siento Sakura, Miku… Pero ya va siendo hora de que nos vayamos…
-Ah… Aburridos, está bien, nos hablamos, espero que me mandes un mensaje pronto así salimos todas juntas
-Claro, nos vemos~

Cuando la pareja se fue, las chicas japonesas se miraron, soltando una divertida risa para luego estar ambas de pie, mirando a los chicos.
Por su lado, Changmin y Kyuhyun solo observaban la situación, bebiendo lo que les habían traído y frunciendo ligeramente los labios de vez en cuando.

-¿Crees que se den cuenta si nos vamos?
-Ellos no, pero ellas sí, recuerda que quienes invitaron fueron los babosos… Las chicas solo buscan pasar un buen rato… Aunque esa Sakura está cayendo en los encantos de Jong…
-¿Tú crees? Bueno… Mientras Minho no se vaya por su lado creo que estaremos bien… Aunque si Jong se va por su parte tenemos un problema… ¿Quién nos cocinaría? ¡Es al que mejor le sale la lasagna!
-Siempre pensando en comida… ¿No se te ocurrió pensar en que es mi compañero de catar vino? ¡Me quedaré sin compañero si se va por ahí!
-¡Hyung!

El grito de los menores les hicieron volver a la realidad, volteándose para verles algo sorprendidos ya que no esperaban que les hablaran.

-¿Quieren venir a bailar? La gracia es que nos divirtamos todos…
-Si vamos los únicos que se divertirán serán ustedes por nuestros bailes…
-Anda, no sean amargos
-Lo siento, Minho. Hoy no
-Como quieran, volvemos al rato entonces

Finalmente se encontraban en la pista de baile las dos parejas, Jonghyun con Sakura y Minho con Miku. Las chicas cada tanto cruzaban miradas, sonriendo divertidas y contentas ya que no esperaban una situación así, pero sin duda la estaban pasando bien.
Por su lado, los chicos se miraban cada tanto, asintiendo y pensando en que las cosas estaban saliendo mejor de lo esperado.

En un momento, las menores se apartaron un poco, siendo seguidas por los chicos. Rápidamente preguntaron dónde estaba el baño, dirigiéndose allí.

-Oye, ¿qué te parece Jonghyun? Es bonito, ¿no crees?
-Sí, eso creo… Feo no es… ¿Notaste lo alto que es Minho? Me siento una enana a su lado…
-Bueno… Mejor no digo nada…
-¡Sakura!

La menor de las dos le dio un pequeño empujón, causando risas a la mayor y luego a ella misma, ya que siempre la molestaba por el tema de la altura.

-¿Crees que pase algo esta noche?
-No lo sé… Por como va la cosa podría pasar lo que fuera…
-Buen punto… Bueno, ya veremos qué ocurrirá

Cuando ambas salieron, Miku se adelantó ya que Sakura se quedó acomodando los zapatos que se le había soltado un poco. Cuando levantó la cabeza se topó con un chico de tez morena y una sonrisa amplia que se encontraba frente a ella.

-Hola, chica de ojos lindos
-¿Ah? ¿Yo? ¿Ojos lindos?
-¡Sí! Tienes ojos bonitos…
-Oh… Gracias…
-Me llamo Hikari
-Yo soy Sakura…
-¡Oh! ¡Me encanta ese nombre!

Mientras Sakura conversaba con aquel chico nuevo, Miku se preguntaba dónde se había metido. Ya se encontraba bailando con Minho pero de todas maneras miraba hacia atrás para tratar de encontrarla, algo que no pasaba desapercibido para su acompañante.

-¿Estás bien?
-Sí, es que Sakura venía atrás mío y ahora no la veo…
-¿Quieres ir a buscarla? O tal vez puede ir a buscarla Jong… ¿Quieres que le diga?
-Sí, por favor… Me preocupa más que se haya caído o algo por el estilo…
-Entonces ven, busquémoslo a Jong y luego seguimos bailando.

Al explicar la situación, Jonghyun se encaminó hacia los baños, notando que allí estaba ella, charlando con un chico. Tranquilamente se acercó, posando una mano sobre el hombro de la menor, la cual le observó y sonrió amplio al verlo.

-Miku estaba preocupada por ti…
-Aw~ Tan tierna, seguro se estaba preguntando si me perdí… Ah, Jong, él es Hikari, nos quedamos charlando un poco
-Me di cuenta… Hola Hikari

Ambos chicos se saludaron, aunque había cierta tensión en el aire.

- Ooh, ¿a vos no te plantaron? Yo me iba a juntar hoy con mis amigos a festejar mi cumpleaños pero no vinieron. ¿Puedo andar con ustedes?
-Lo siento pero no tenemos lugar en la mesa.

Jonghyun respondió rápidamente, tomándola a Sakura por el hombro, intentando marcar territorio de esa forma. Cosa que Hikari pudo notar, pero no por ello dejó de intentar.

-En ese caso, ¿me prestarías un poco a Sakura para bailar?
-Lo siento, pero esta noche está ocupada
-¿Está ocupada contigo?

Mientras el mar de testosterona inundaba la sala, Sakura se interpuso un momento, mirando al nuevo con un poco de pena.

-Es quien me invitó aquí…
-Oh… Entiendo… ¿Puedo invitarte aunque sea un trago?
-Ya tenemos tragos en la mesa vip

En ese momento, una chica de cabello largo, ondulado y bastante flaca salió del baño, logrando captar las miradas de todos los chicos, incluyendo a Hikari, el cual se despidió de ambos, dándole a Jonghyun una palmada en el brazo y a Sakura un beso en la mejilla.

Mientras ambas parejas estaban en su mundo, Changmin y Kyuhyun aún descansaban en la mesa, pensando en irse en cualquier momento hasta que una voz por los parlantes captó por completo su atención.

-¡Y ahora! El momento que todos estaban esperando, con ustedes… ¡Pumpkin Prince!

( https://www.youtube.com/watch?v=eL0-Qz40Drk )

En el momento que todos comenzaron a gritar, una música diferente se escuchó y allí apareció el dichoso bailarín junto a otros más y varias chicas. Un muchacho de cabello oscuro y mirada penetrante, el cual captó la mirada de Kyuhyun al instante.

-Oye, ¿ese no es el mesero?
-¿Qué mesero?
-Sungmin, ese que era rubio…
-Cómprate anteojos, este tiene el cabello negro…
-¿Y si se tiñó?

Mientras ellos conversaban, el baile se llevaba a cabo, siendo la canción cantada por el mismo bailarín, al cual Kyu no podía quitarle los ojos de encima.

-Estoy seguro que es él…
-Pues ve a preguntarle…
-Cuando baje del escenario, ahora es demasiado. Ni que fuera un fan
-Lo pareces, ¿quieres un balde?
-¿Un balde?
-Estás manchando el suelo con tu baba
-¡Changmin!

Por fin la canción había llegado a su fin y todo se había calmado, volviendo la música de antes. Por su lado, Kyu se levantó, listo para ir a buscar a ese tal “Pumpkin Prince”.

-¿No vendrás conmigo?
-¿Y arriesgarnos a perder la mesa vip? Anda, yo te espero aquí, tigre

Con una sonrisa divertida, el mayor se retiró, tratando de encontrar al muchacho de antes, pero entre tanta gente le era imposible. ¿Cómo iba a hacer para toparse con él? Justo cuando estaba por dar la vuelta, alguien chocó contra su cuerpo, haciendo que ambos se detuvieran.

-Lo siento

En cuanto levantaron ambos la mirada se dieron cuenta de quién era el otro, y de que esta era una situación de lo más extraña.

-¿Sungmin?
-¿Kyuhyun ssi?

Las miradas de los dos se quedaron unidas por un minuto al menos hasta que volvieron en sí, desviando las mismas cada uno por su lado.

-No esperaba encontrarte de nuevo tan pronto…
-Y yo no esperaba que bailaras. Felicidades, fue un buen baile
-Oh, muchas gracias…
-¿Trabajas aquí también?
-Digamos que mi situación económica no es la mejor…
-Oh, tiempos difíciles… Sé lo que es eso, por eso yo vivo con mis amigos
-Sí, me pareció verlos antes de que subiera a bailar…

Mientras ambos charlaban, sus cuerpos habían quedado cerca por culpa de la cantidad de personas que había alrededor, por lo que cuando se percataron de ello, al menos Sungmin, se alejó un poco, en busca de su propio espacio.

-¿Quieres bailar, Kyu?
-Yo no bailo…
-Anda, si estás en la pista de baile es porque ibas a bailar, ¿o no?
-En realidad venía a ver si realmente eras tú
-¿Viniste a buscarme?
-Sí… ¿Tiene algo de malo?
-No… bueno… Es que no pensé que me buscarías…

Justo en ese momento, alguien trató de pasarse de listo, tocándole el trasero al más bajo. Sin embargo, este no se quedó quieto. Tomó la mano ajena y la apretó con fuerza, soltándole para empujarle un poco. Eso era algo que no pasaba desaparecibido, y Kyuhyun solo le observó atento y divertido ya que no todos los días podías observar algo así.

-Definitivamente te imaginaba más tranquilo…
-Oh… Lo siento, no quería que vieras eso…
-No te preocupes. Te invito un trago por haberme hecho una demostración de tus habilidades
-Esto… Bueno, creo que beber un poco no me hará daño, además ya bailé hoy. Espero les haya quedado vino
-Hasta donde yo sé aún tenían…
-¡Genial!

Una mirada iluminada había llegado a los ojos de Sungmin, cosa que causó gracia al más alto. En definitiva, esta sería una noche divertida.