Una convivencia complicada 8

Cuando Kyuhyun regresó al departamento, allí estaban sus tres amigos, mirándolo con una pícara sonrisa, algo que le dio al mayor una mala espina.

-¿Y bien?
-¿Lo invitaste a salir?
-¿Pueden dejarme en paz?

El mayor se sentó en el sofá, sintiendo que los otros se acercaban para conversar mejor sobre el tan esperado tema.

-No lo invitaste, lo sabía debía haberte servido de mensajero
-¿Y que digas cualquier cosa en lugar de lo que te pido que digas? Olvídalo
-Bueno, pero, ¿tienes su número al menos?
-Eso sí…

Tranquilamente sacó su móvil, viendo como los menores se lo quitaban de las manos al instante para ver qué le mandarían al mesero.

-“Hola bombón, ¿salimos el viernes?”
-No, mejor algo como “Hola, nalgas ricas, ¿te apetece pasar la noche conmigo? No te arrepentirás” y un emoticón guiñando el ojo
-¿Por qué tanto misterio? Mejor algo más directo como…
-¡CHICOS!

Todos miraron al dueño del aparato, el cual aprovechó la conmoción para quitarles el mismo y borrar lo poco que le habían escrito.

-Dejen de bromear con esas cosas, esto es serio, rayos
-Uuuhh… El Cho se puso serio, parece va a por todas esta vez
-Bueno, bueno, entonces al menos empieza la conversación con él
-E-Es que… No sé cómo empezarla…
-¿Por qué no empiezas por un simple “hola”?

Con ayuda de los menores, comenzó a escribir el mensaje, pensando en qué decirle para no sonar depravado pero a la vez interesado

“Hola, Sungmin. ¿Estás bien? Me preguntaba si este viernes estarías libre…”

Luego de enviar el mensaje, dejó el móvil en la mesa frente a los sillones, mordiéndose las uñas de puros nervios.

-¿Le enviaste?
-Sí… Tsk, esto será un fiasco, me sacará de una patada…
-Ya deja de dramatizar, ¿no te diste cuenta cómo sonríe cuando te ve?
-¿Ah? ¿Me ve diferente?
-Jonghyun, obviamente no se dará cuenta, si estaba demasiado ocupado babeando por el niño bonito. Un poco más y le daba un balde para que no manchara el suelo
-¡Changmin! Claro que no estoy así…
-¿Acaso te has visto?

En ese momento, Kyu guardó silencio ya que sabía que se quedaba algo bobo cuando miraba a Sungmin, pero era algo que no admitiría jamás.
Finalmente, el susodicho contestó, por lo que los cuatro amigos se pegaron a la pantalla para leer la respuesta.

“Hola, Kyu Kyu Estoy bien, ¿y tú? Este viernes estoy libre, de hecho estaba pensando qué podría hacer… ¿qué tenías en mente?”

Como viejas chismosas, rápidamente empezaron a discutir sobre qué ofrecerle, ya que ninguno había pensado en la segunda parte.

-¿A dónde pensabas llevarlo?
-No lo sé… No esperaba que dijera que sí… ¿A bailar?
-¿Y repetir el último encuentro?
-¿Entonces a dónde?
-¿Qué tal si lo llevas a una cena romántica? Podrías hablar con Suho
-¿En el hotel? Pero… Creerá que quiero llevarlo a una habitación
-Le tapas los ojos para que no vea todo el camino hasta la cena… Al menos le darás misterio así
-Espera, ¿Suho trabaja en un hotel?
-¿Qué no te acuerdas, Changmin? Está como coordinador… O algo parecido, era un puesto importante…

Velozmente, respondió a Sungmin para así luego pasar a presguntarle a Suho si podría hacerle un favor. Cuando el móvil volvió a vibrar se acercaron todos a leer la nueva respuesta de cualquiera a quienes le había enviado los mensajes.

“¿Cenar? Suena bien. Será agradable el no servir los platos por una noche Eso sí, que por favor sea luego de las 20.30 que a esa hora termino en el restaurante”

Lentamente, Kyu cayó en la cuenta de que su “cita” había dicho que sí a salir con él. Una sonrisa comenzó a instalarse en su rostro a la vez que se relajaba en el sofá, cosa que no pasó desapercibido por sus amigos. Estos rápidamente tomaron el móvil para leer, riendo luego.

-Bien hecho, tigre
-¡Ya tienes tu cita!
-¿Suho dijo que sí?

Al escuchar esa pregunta por parte del más chico, volvió a chequear su aparato, viendo que su amigo del hotel había respondido también.

“¿Para cuándo lo necesitas? Porque habrá una fiesta en el restaurante que está abierto al público… Aunque podría ofrecerte prepararte algo en la azotea… Hay una vista espectacular”

-Oigan, dice de una cena en la azotea… Que la vista es genial
-No suena mal. De hecho es bastante más original que una cena común
-Recuerda vendarle los ojos para que no vea que es un hotel

Y así, los cuatro comenzaron a hablar sobre las cosas que debería hacer, decir, el cómo debería vestirse y otros datos importantes para tener en cuenta.

Por fin había llegado el dichoso viernes, y Kyuhyun estaba más que nervioso y eso podía notarse por la forma en la que caminaba de aquí para allá.

-¿Quieres calmarte? Así solo estarás tenso para la cita
-Es que… ¿Y si no le gusta la cena?
-Kyuhyun, te ganarás un golpe si sigues así…

En ese momento llegó el menor de los cuatro habitantes del departamento con el detalle final para su amigo, una rosa color coral, perfecta para ser delicado y atento.

-¿Crees que le guste?
-Por cómo te respondió creo que será agradable para él recibirla

Finalmente Kyuhyun estaba listo para su cita. Los menores palmearon su espalda y le dejaron ir por su auto.

-Nuestro niño ha crecido, ¿no crees, Minho?
-Ya lo creo, Min… Está tan grande.
-Ustedes dos dejen de hablar de su hijo… Oye, Minho, ¿tienes otra de esas flores?
-Sí, pensé que te encontrarías con Sakura. Toma

El menor le dio la flor a su amigo, viendo luego como este se iba a su cita también. Por su parte, los otros dos se miraron para luego sonreír algo divertidos.

-Ya me parecía que estaba demasiado arreglado
-Sí, a mí también. Oye, ¿vamos afuera a comer?
-Claro, mi esclavo paga, ¿no?
-Como te gusta llamarme así… Está bien, pero tú invitas el postre.

El mayor de los cuatro estaba en su auto, dirigiéndose al lugar que habían acordado con Sungmin. Aún estaba muy nervioso, pero haría lo posible porque la cita fuera un éxito.
Al llegar al punto pactado, tomó la rosa, saliendo del auto y viendo a ese pelinegro que tan tonto le tenía. Los pantalones negros se ajustaban a sus piernas a la perfección, mientras que la camisa color azul zafiro con la corbata plateada se llevaban toda la atención en su atuendo.
No pudo evitar quedarse mirándole como por un minuto completo hasta que reaccionó, caminando a su encuentro con la rosa en las manos. Cuando cruzaron miradas, el mayor de los dos comenzó a acercarse en su dirección, sonriendo algo apenado.

-Hola, Minnie…
-Hola, Kyu… Estás muy elegante
-Tú también, el azul zafiro es tu color… Oh, esto es para ti

Rápidamente le entregó la rosa, causando una gran sonrisa por parte del mayor. Este recibió la flor y sintió su aroma para luego mirar a su acompañante.

-Muchas gracias, Kyu…

Susurró antes de que ambos entraran al auto. Cuando estuvieron relativamente cerca del hotel, el menor se detuvo, tomando un pañuelo y entregándoselo.

-Cúbrete los ojos
-¿Ah? ¿Qué planeas, Kyu Kyu?
-Es una sorpresa

Algo divertido, el más bajo accedió a cubrir su vista, sintiendo como el auto arrancaba de nuevo hasta por fin detenerse por completo.
Kyu, por su parte, bajó del vehículo para ayudar al contrario a bajar, guiándole al elevador. Él no había visto lo que su amigo Suho había preparado, por lo que no sabía con qué se encontraría y eso le ponía aún más nervioso.
Cuando por fin llegaron a la azotea del hotel, un chico rubio con una agradable sonrisa los recibió, sin embargo, al ver que el pelinegro estaba con los ojos vendados, guardó silencio, saludando a su amigo para luego guiarles a la que sería su mesa por esta noche.