Lo lograré, ya lo verás-3

Aún estaba perdido en la mirada ajena cuando sintió que sus labios se unían en un corto beso. No supo qué pasó por su cabeza en ese momento, pero sí que correspondió apenas el beso recibido. A pesar de que no se había planteado nunca la idea de estar de esa forma con el menor no le desagradó la idea, en cierta forma le agradaba. Le vio alejarse y desvió la mirada, totalmente avergonzado por lo que acababa de ocurrir. Dejó la copa en su mesa de luz y se tumbó completamente en la cama, no quería que le viese tan avergonzado.

Observó por encima de su hombro la postura que había tomado el mayor y no puedo evitar reír aunque sea a lo bajo, al parecer si le había afectado su "travesura". A pesar de ello no consiguió del todo el resultado que esperaba, lo imaginaba enojado reclamándole por haber hecho aquello con él, pero eso no había pasado. Quizás sería el afecto del alcohol en su sangre, qué más da, pero verlo así de avergonzado también era un buen resultado... Aunque seguramente no recordaría nada a la mañana siguiente- ¿Entonces? -se interrogó a sí mismo en un reproche, tenía que disfrutar de la diversión ahora, al fin y al cabo eso era lo único que le importaba ¿No?- SungMin...-susurró dejando la copa a un lado y con cuidado se coloca encima de él, abrazándolo- ¿Ya estas cansado?- aún no tenía planeado dejarlo tranquilo.

Se sentía hecho un manojo de nervios. ¡¿Cómo es que habían terminado de esa forma?! Aunque quería decirle millones de cosas no podía, sabía que en el estado en el que se encontraba, hacer eso sería dar por perdida la batalla antes de que comenzara. Incluso sentía su corazón galopar. Maldijo internamente por no poder reclamarle nada cuando escuchó al contrario- ¿Qué? -preguntó antes de sentir al menor encima suyo- ¡Kyu! ¿Qué haces? -intentó reprocharle sin mirarle en ningún momento, puede que así ganara la batalla que deseaba, aunque sabía que eso era bastante difícil.

-No, al parecer tienes muchas energías -pronunció entre risas haciendo caso omiso a cualquier intento de reproche del más bajo, nada de lo que diría tendría el poder para arruinar su particular diversión- Nada...Solamente te abrazo y veo si estás bien -le susurró al oído, pero no sonaba para nada preocupado, sino más bien todo lo contrario. Sabía cómo utilizar su voz y mucho más en momentos así. Podría estar traspasando un poco el tramo de su plan... Pero en ese momento era totalmente indiferente. Movió sus manos hasta el estomago del rubio, acariciándolo con cuidado, sin deshacer el agarre contra su cuerpo- SungMin... -siseó su nombre a lo bajo mientras mordía con cuidado el lóbulo de la oreja que escuchaba su relato.

-Yah... No necesitas estar encima para saber si estoy bien -siguió reclamando a pesar del nerviosismo que le generaba el tener al menor encima. Se estremeció al sentir la caricia, removiéndose un poco. Se mordió el labio para evitar suspirar al sentir como le mordía la oreja. Lentamente movió su cabeza, intentando liberar su oído de la boca del contrario- Y-Yah... Kyu... Déjame… -siguió removiéndose, intentando quitarse de encima al menor.

Chasqueó su lengua al notar como el otro empezaba a moverse, pero no empleaba la fuerza necesaria para apartarle. No había nada más que incentivarlo que empezara o más bien, intentara resistirse. Nunca perdería tan fácilmente, sin importar de qué se tratase-No...No quiero hyung -a pesar del respeto que transmitían aquellas palabras sus acciones reflejaban todo lo contrario. Sus manos empezaron a elevarse por las ropas ajenas hasta llegar a su pecho, al cual empezó a acariciar, sin medir en ningún momento en la forma en la cual rosaban sus tetillas. Empezaba a descubrir que sentir al mayor debajo de él, temblando por todo lo que le hacía...Le gustaba y bastante- No lograras apartarme con facilidad -pronunció en un susurró mientras su lengua empezaba jugar con la misma oreja que minutos atrás mordía, presionándola de vez en cuando con sus labios, sin detener en ningún momento el movimiento de sus manos por el torso del otro-

-K-Kyu.. Yah.. Apártate.. -ladeó la cabeza, intentando apartar su oreja de la lengua ajena mientras intentaba ocultar su rostro para que no le viese mordiéndose el labio, intentando contener los leves suspiros que querían escapar de su garganta. Llevó sus manos hacia su pecho para encontrarse con las ajenas y sostenerlas para que se detuviese. Aprovechando eso se volteó, aún sujetando las manos del menor. Sentía su rostro arder pero no le importó. Le miró a los ojos intentando no perderse en ellos- ¿Qué intentas Kyu? -preguntó casi en un susurro sin apartar la mirada de él.

¿Qué intentaba? No supo cómo, pero esa pregunta logró descolocarlo un poco. La broma, divertirse, eso era lo que buscaba y había conseguido. Miró aquel "espectáculo" de bajo de sí, no sabía porque, pero no deseaba detenerse. Quería seguir tocándolo, aunque se estuviera aprovechando de la situación... ¿Pero quién lo sabría? Hasta el mayor al día siguiente no tendría ni el menor rastro de memoria de todo aquello. Lo recorrió con su mirada, como si de una de las mejores obras que había visto se tratase. Mordió su labio inferior mientras volvía a observar su enrojecido rostro-"Mierda"-sin siquiera apartar las manos del otro de las propias volvió a atacar sus labios, uniéndolos en un beso más duradero. Se apartó por breves segundos y volvió a besarlo, pero ahora recorría sus mejillas, con una sutiliza que desconocía de su mismo. Esperaba estar más descontrolado... ¿O era que ya lo estaba?-Rayos...-se quejo a lo alto y volvió a ponerse de rodillas, mirándolo extraño, pero a la vez con un rastro de algo inentendible para sí mismo en su mirar.

Se mantuvo firme en su mirar, no apartaría la mirada, aunque tampoco quisiera realmente apartarla. Notó como le recorría con sus ojos, cosa que le hizo sentir algo expuesto, indefenso, por decirlo de alguna forma, pero en cuanto vio que mordía su labio inferior, todo rastro de firmeza desapareció de él. ¿Acaso Kyuhyun se estaba mordiendo el labio mientras le observaba? Esa acción le descolocó totalmente, aunque aún sujetaba sus manos. Abrió los ojos al sentirle nuevamente, notando como sus propios labios se movían por cuenta propia. Le resultaba algo adictivo, aunque claro, no lo admitiría allí. Le escuchó maldecir, viendo como se ponía de rodillas, notando esa extraña mirada- ¿Q-Qué ocurre? -preguntó algo temeroso. Ciertamente ya no sabía de lo que eran capaces ni él ni el menor, por lo que estaba algo en duda sobre apartarlo totalmente o no, ya que no deseaba en verdad apartarle. Le gustaba sentir los labios ajenos sobre los suyos, sus impertinentes manos recorriendo su pecho, su voz... Le gustaba Kyuhyun. Ese pensamiento le hizo apartar la mirada, mordiéndose suavemente el labio. ¿Cómo es que había llegado a ese punto? Ya no le importaba, no deseaba pensar en eso.

Continuaba desconcertado, por un instante se había olvidado de la presencia del más bajo, hasta que volvió a hablar ¿Qué ocurría? Eso mismo se preguntaba en ese momento. No entendía como de una simple broma había llegado a todo lo que hizo. El primer beso si, había sido totalmente intencional, quería saber la reacción que tendría su compañero de grupo... ¿Pero ahora? Otra parte de él lo llevó a seguir, sus instintos le decían que aún quería seguir sintiendo el cuerpo del otro y así lo hizo. Ahora todo caía encima suyo como si de un balde de agua fría se tratase. Muy bien sabía que adoraba hacerle la vida imposible a los demás, sobre todo para su propia diversión...No obstante todo aquello estaba yendo hasta otro punto, que siquiera él comprendía del todo-Yo...Nada -sentenció antes de volver a observarlo, sintiendo como una la oleada de sus antiguos pensamientos volvían a invadirlo-"A la mierda...Lo siento"-pronunció en sus pensamientos mientras apartaba la manos del otro, para así sujetarlo del rostro, cortando la distancia como ya unas veces atrás hizo. Unió sus labios de forma impulsiva y sobre todo, desesperada. Había enviado al diablo cualquier parte lógica de su cabeza, tan sólo quería devorar los labios del mayor, sentirlos sobre los propios como si aquella fuera su única escapatoria. Los apretó, lamió y hasta llegó a morderlos, eran como un manjar, no quería alejarse.

Observó al menor, notando como debatía interiormente sobre qué hacer. El escuchar esas palabras fue como un arrebato de aliento. Sintió como le hubiesen golpeado en la cara. Todo aquello no era nada entonces. Desvió la mirada, aflojando el agarre de las manos ajenas cuando sintió que le tomaba del rostro para besarle, notando cierto desespero en su accionar. Al principio se sorprendió mas no tardó mucho en reaccionar, correspondiendo el beso casi de igual forma. ¿Qué importaba si todo eso era a causa del vino o a causa de lo que ellos sentían? Esta noche se dejaría ser, se dejaría guiar por sus instintos, los cuales le pedían a gritos que volviera a entrar en contacto con los labios del maknae desde hacía varios minutos. Llevó sus manos detrás de su cuello para atraerle un poco más. Deseaba sentirle cerca suyo, sentir su calor, sentirlo a él.

Abrió sus ojos al notar cómo era correspondido, algo que causo que se apartara por unos segundos, para dejar leve media sonrisa cubriera su rostro. Pero esto no detuvo sus acciones, continuó rosando aquellos labios que cada vez lo llamaban más. Depositando cortas succiones en el mismo cada vez que se apartaba por algo de aire, para luego volver a retomar aquel ritmo que cada vez aumentaba más de intensidad. Mordió el labio inferior del otro, intentando que de aquella manera le abriera paso a lo que deseaba hacer. Una de sus manos bajaba hasta la ropa del mayor, introduciéndose por debajo de su camisa, sintiendo así la piel su piel suave y cálida, a la cual tocaba con toda la extensión de su mano.

Se sorprendió cuando el menor se apartó, sonriendo cuando vio esa media sonrisa en él. Leves suspiros salían de sus labios a causa de todas las acciones del menor, sus mordidas, sus succiones, su ritmo el cual aumentaba cada vez más. Rió apenas al sentir la mordida, imitándole antes de abrir un poco más los labios. Suspiró una vez más al sentir la mano ajena entrar en contacto con su piel. Aquella mano que no parecía fuera de lugar, sus caricias se sentían bien, causándole leves cosquilleos en el cuerpo. Llevó sus manos al pecho del menor para acariciarle todo el torso lentamente

Cuando logró su cometido delineo los labios ajenos con su lengua, para luego invadir la boca del mayor, deleitándose con cada rincón de aquella cavidad que por primera vez descubría. Lo hacía con un ritmo lento y seguro, esperando cualquier tipo de reacción por parte del otro. Mientras tanto su mano continuó recorriendo su cuerpo, hasta llegar a una de las tetillas la cual sujeto entre sus dedos y presionó con cuidado. Se volvió a apartar del contrario por falta de aire y luego de depositar un corto beso en sus labios, bajo dando continuos besos hasta su cuello. Al llegar allí empezó a recorrerlo por toda su extensión, cubriéndolo de besos y alguna que otra mordida, saboreando su tersa piel.

Le dejó introducir su lengua, uniendo la propia a la ajena para comenzar una danza sin fin entre ambas. El saborear de aquella manera al menor no tenía precio, era algo nuevo, mágico, y especial para él. Un nuevo suspiro salió de su garganta al sentir aquella mano presionando su tetilla de esa forma. Volvió a observarle cuando se apartó, correspondiendo ese corto beso, sonriendo por las pequeñas cosquillas que todas aquellas acciones generaban en él. Empezó a desabotonar su camisa para poder entrar en contacto con la piel del menor, dejando suaves caricias por toda su superficie

Gruñó un poco al sentir aquella "interrupción" en su tarea con el cuello del otro, pero al notar lo que hacía simplemente terminó de retirarse su camisa, para luego de forma para nada delicada despojar al mayor de la propia. Cuando finalizo volvió hasta su blanca piel, empezando a bajar por la misma hasta que llegó a aquellas tetillas que minutos atrás acariciaba con sus manos. Hizo un círculo con su lengua alrededor de una, hasta que empezó a besarla con cuidado, para luego succionarla junto a la restante. Se mantuvo así por varios minutos mientras que con una de sus manos continuaba acariciando cualquier parte expuesta de su piel, hasta que llegar a la entrepierna del más bajo, presionándola por sobre la ropa

Rió apenas al escuchar su "gruñido", notando como se despojaba de su camisa y casi rompía la propia. No lo culpaba, él también se sentía de aquella manera, solo que no lo demostraba por completo, aún no se permitía sacar ese lado que lo hacía entrar en frenesí. Los suspiros seguían saliendo de su garganta, mientras mordía apenas su labio inferior. Jamás recibía este tipo de atención, por lo que el descubrir que le gustaba, y mucho, le tomó un poco por sorpresa. Sorpresa que rápidamente fue disipada gracias a sus propios gemidos, los cuales comenzaron a salir al momento en el que el menor empezó a tocar su entrepierna.

Una sonrisa ladina volvió a surcar su rostro al escuchar la voz del mayor, sus gemidos hacían que todo su interior empezara a descontrolarse más. Dejo la atención que le daba al pecho del mayor para volver a subir su cuerpo, volviendo a morder aquel cuello que tanto le había gustado. Mientras tanto su mano continuaba acariciando la entrepierna del mayor, apretándola lentamente, para así producir más "sonidos" del contrario- Gime para mí...No te resistas -susurró sin descaro alguno con su ronca voz, delineando el lóbulo de la oreja del mayor, continuando así con los movimientos de su mano

Suspiró por la mordida, ciertamente le gustaba sentirle así, le hacía sentir bien. Volvió a gemir al sentir como le apretaba la entrepierna cuando escuchó las palabras del menor. "Pequeño descarado" pensaba mientras también pensaba que le encantaba que fuese así- Eres un.. Pervertido.. -susurró entre gemidos por culpa de sus acciones. Llevó sus manos a la espalda ajena, rasguñándola apenas mientras sus gemidos continuaban.

-Siempre-contestó con un rastro de picardía en su voz, aquellas palabras no le afectaban, en más sabía muy bien -aunque sonara descarado- que el mayor lo disfrutaba y lo que llegaban hasta sus oídos no hacían más que comprobarlo. Mordió con más fuerza el cuello del otro al sentir sus rasguños y luego succiono aquella zona, dejando una marca roja a la cual apreció como si una obra de arte se tratase-...Muy bien -susurró al escuchar cada uno de los gemidos y suspiros del otro. Apartó su mano de la entrepierna, para así comenzar a bajar el cierre del pantalón que llevaba. Lo hizo velozmente y sin siquiera pestañar, mientras volvía a depositar fugases besos sus labios. Continuó besándolo y su mano empezó a acaricia su miembro por sobre la tela oscura de la ropa interior-¿Te gusta?-le interrogó divertido al apartarse por breves segundos y volvió a introducir la lengua en su boca, saboreándola como ya se estaba acostumbrando a hacer.

Rió apenas al escucharle contestar. Un gemido más parecido a un gruñido se escapó de sus labios al sentir la mordida, continuando con más gemidos por culpa de su mano y las acciones de esta. Sin que él se diera cuenta el menor le había bajado el cierre e introducido su mano dentro de su pantalón. Mientras eso ocurría, él correspondía los besos, dejando de hacerlo cuando un gemido más profundo irrumpió en sus cuerdas vocales. Intentó contestar pero le era casi imposible. Como esto siguiera ya no tendría control sobre sus acciones. Lo dejó hacer, uniendo su lengua a la del contrario en una lucha interminable mientras volvía a rasguñar su espalda. Todas esas emociones juntas le estaban enloqueciendo.

Siguió con la batalla que llevaban a cabo con sus lenguas, buscando la dominación por completo de todo lo que estaban haciendo, pero por sobre todo saborear cada parte de la boca del mayor. Volvió a separarse de él, irguiendo su cuerpo hasta quedar nuevamente apoyado sobre sus piernas. Con un par de fuertes y precisos tirones, le sacó aquel pantalón que ya empezaba estorbar. Le dedicó una nueva mirada al cuerpo del mayor, aquel mismo que ahora tenía de bajo, a su total disposición. Sonrió con un rastro de malicia al saber con exactitud lo que haría a continuación. Bajó hasta la altura de la entrepierna del más bajo y empezó a presionar con los labios su miembro, sin apartar aún la ropa interior. Prosiguió con aquello, aumentando la presión que ejercía, no haría las cosas tan rápido...Aún quería continuar disfrutando del otro, al fin y al cabo, tenían todo lo que quedaba de esa noche para hacerlo.

Lo lograré, ya lo verás-2


-Ah SungMin...-exclamó al notarlo entrar mientras buscaba algo más cómodo para ponerse. Giró su rostro para verlo pero la expresión del mismo lo desconcertó-¿Ocurrió algo?-interrogó arqueando una ceja, no era normal verlo con mal humor al otro.

-Tsk... Qué se cree.. Mocoso... -entró cerrando la puerta sin importarle nada cuando escuchó la voz del menor. Le miró unos segundos y suspiró pesado- Kyu... ¿Crees que soy grosero? -preguntó recostándose en su cama mirando al techo.

-¿Grosero?-lo siguió con la mirada y suspiró, continuando su búsqueda de la prenda que usaría para dormir- Nunca me has resultado alguien grosero...-respondió mientras sacaba una remera blanca del interior de uno de los placares- ¿Alguien te dijo que lo eres?-preguntó girando su cabeza hacía él.

-Ne... Ahora que lo pienso sí fui algo grosero con él.. -suspira frustrado mientras saca de debajo de su almohada su pijama- Es que... Tsk... -volvió a suspirar mientras se quitaba la remera para colocarse la parte superior del pijama- ¿Qué espera? ¿¿Que esté libre en todo momento?? Tsk.. -se cambió rápidamente el pantalón por el del pijama.

-Ah...-exclamó al escucharle, sin entender muy bien a que iba todo aquello, pero al parecer había tenido un mal entendido con alguien- Igual si en verdad fuiste grosero, es que lo fueron contigo SungMin... -continuó hablando mientras retiraba la remera negra que había llevado ese día para colocarse con la que dormiría- Tranquilo -se acercó al mayor y deposito una mano en su hombro- Sea lo que haya pasado relájate, si la otra persona fue un imbécil no tienes que prestarle atención-le dio una palmada y volvió a su tarea de cambiarse, sacándose el pantalón que llevaba, quedando tan sólo en boxers y sentó en su cama, tapándose las piernas con las sabanas-No dejes que un malentendido te cambie el humor

Sonrió al menor al ver como intentaba animarle- Gomawo... Es que es frustrante... Viene y me pide que le lleve al parque de diversiones cuando apenas tengo tiempo para mí... ¿De qué va todo esto? -suspiró y se tumbó en la cama- Pero supongo que tienes razón… No debería dejar que un dongsaeng me cambie el humor...

-¿El parque de diversiones?-no pudo evitar reír un poco ante lo que le relataba el mayor, capaz parecía algo simple la situación pero igualmente no quería que el humor del otro empeorara- Luego quizás puedan solucionar lo que paso y sino...-levanta los hombros- Que no te afecte, SungMin-se puso nuevamente de pie, saliendo por unos minutos del cuarto-Con esto quizás mejoren tus ánimos-exclamó al volver, acompañado de una botella de vino y dos copas- Hace tiempo que no tomamos nada juntos, además te hará bien-le dio una de las copas sin esperar una respuesta y se sentó en un espacio de la cama del otro, para luego abrir la botella- ¿De acuerdo? -interrogó mostrando el vino.

Vio como el menor salía de la habitación volviendo con un vino y dos copas. Sonrió- ¿Tú crees? -preguntó al verle- Ne... Tienes razón... Hace tiempo que no tomamos juntos -aceptó la copa y notó como se sentaba en su cama- De acuerdo -dijo sonriendo un poco- Confiaré en tu palabra

-¿Cuándo te he mentido?-interrogó con una media sonrisa en su rostro y negó- Mejor no respondas-contuvo una risa y comenzó a servir vino en la copa del otro y luego en la propia-Brindemos-acercó su copa.

Rió un poco por sus palabras- ¿Porque sigamos en la cima por mucho tiempo? -preguntó acercando su copa. Ciertamente el menor sabía qué hacer para cambiarle el humor, y agradecía por eso.

-No hace falta ni pedirlo-pronunció con un rastro de orgullo en sus palabras y estrelló con cuidado ambas copas-Porque continuemos en la cima-exclamó antes de tomar un sorbo del vino y suspiro -En verdad sabe muy bien-sonrió gustoso por el sabor de la bebida y miro nuevamente al mayor, al parecer de apoco recuperaría su buen humor.

Sonrió al notar la forma en la que decía esas palabras, chocando sus copas con cuidado- Ne... Sabe bien... ¿Lo compraste tú? -preguntó tomando el vino con su mano libre para verlo un poco-

-Sí, lo compre yo...Sé elegir ¿No?-dejó escapar una corta risa luego de la pregunta y terminó lo que quedaba de vino en su copa de un sorbo- También tienes buen gusto, sabía que te iba a gustar-exclamó para luego quedarse unos segundos callado, en realidad no se había dado cuenta desde cuando empezaba a elegir vinos pensando en la opinión del mayor ¿Seria porque acostumbraba compartir ese "pasatiempo" con él? Seguramente- Un poco más -hablo al fin mientras volvió a servirse.

-Ne.. Aunque si tuvieras mal gusto no lo admitirías -rió apenas escuchando sus siguientes palabras. Le parecía un gesto tierno que el menor supiera que le iba a gustar, cosa extraña en él. Una pequeña sonrisa de vergüenza atravesó su rostro al pensar que el maknae pudiese haber estado pensando en él al momento de comprar aquél vino pero lo disipó rápidamente. ¿Desde cuándo le avergonzaba que el menor pensase en él? Borró ese pensamiento y bebió de su copa- ¿Me sirves a mí también? -pidió mostrando su copa casi vacía.

No llegó a notar el cambio en el rostro del mayor y al escuchar su petición asintió- Claro, como gustes -pronunció con una media sonrisa en su rostro y comenzó a servirle más, llenando así la mitad de la copa del otro, mirándolo de forma un poco picara y divertida- No hay nada mejor que esto para subir el ánimo -pronunció levanto su copa a lo alto y cerro sus ojos tranquilo mientras bebía.

Sonrió al ver cómo le llenaba, notando la sonrisa del menor. Sintió sus mejillas arder pero supuso que sería por el vino, o eso prefería creer- Ne.. Tienes razón.. Esto es lo que me hacía falta~~ -canturrea antes de beber un poco de su copa-

Miró por sobre su hombro al contrario y arqueó una ceja al notar el cambio de color en su rostro, algo que le dio un poco de gracia- ¿Ocurre algo? -interrogó acercándose un poco más y lo miró fijamente, con una mirada profunda y curiosa- ¿Tan rápido te está haciendo efecto el alcohol? -pronunció con un tono divertido.

Se sorprendió al notar que el menor se acercaba. Mientras internamente maldecía por ponerse de nuevo nervioso, negó con la cabeza- Anni, no pasa nada... ¿Por qué lo dices? -preguntó a pesar de que ya sabía perfectamente la respuesta.

-No sé...Te ves más rojo de lo normal, por eso...Pero si tú lo dices -levantó los hombros mientras apoyaba la espalda contra una pared, volviendo así a alejarse del otro. A los pocos minutos una idea cruzó por su cabeza, quizás sería algo divertido- Oh, que rápido tomas hyung...Ven, aquí tienes más -pronunció con una sonrisa, algo sospechosa, sirviéndole más vino.

Suspiró aliviado al ver que se alejó. ¿Cómo rayos es que el menor le ponía tan nervioso? Levantó la vista al escucharle- Oh... Gracias... -bebió de la copa por lo que no notó la sonrisa del menor, ni se imaginaba sus intenciones.

-De nada-contestó sin perder aquella particular sonrisa en su rostro y luego de volver a servirle, vuelve a la calma ¿Cuántas veces hizo eso esa anoche? Ya había perdido la cuenta, siquiera supo con exactitud cuando habían empezado la segunda botella, pero él seguía tan sobrio como el comienzo, el vino no era tan fuerte-¿Te encuentras bien?-interrogó observando al mayor, que ya tenía su rostro algo rojo, sabía muy bien que ya estaba tomando más de lo que estaba acostumbrado su organismo.

Sin darse cuenta jamás de lo que el menor planeaba fue aceptando cada vez que le servía más. Al estar hablando y riendo no había prestado atención a cuánta cantidad de vino estaba ingiriendo. Levantó la cabeza al escuchar que le preguntaba algo- Ne~~ Estoy bien… ¿Por qué preguntas? -se sentía levemente mareado pero no le había parecido que había bebido tanto como para estar así. Prefirió no pensar, no sentía su cerebro al 100%.

-Te ves algo...Raro-pronunció sin evitar hacerlo con un tono divertido, sin la menor duda el mayor no se encontraba sobrio a esas alturas. Le parecía divertido, demasiado, más aún sabiendo como este se comportaba en ese estado. Negó con una leve sonrisa en su rostro y continuó bebiendo, mientras que a la par seguía sirviéndole al contrario. No tenía muy en claro lo que haría...Pero era un interesante espectáculo ¿No?

Enarcó una ceja mientras se recostaba en la pared haciendo leves muecas con los labios al escucharle- ¿Raro? Yo no estoy raro~~ -canturreó antes de sacarle la lengua. Ok, sí se sentía raro, puede que fuese por el alcohol o porque el menor lograba ponerlo nervioso o porque… Sin darse cuenta empezó a contar con los dedos cada uno de sus pensamientos. Aunque al momento de contar al maknae negó con la cabeza, intentando disipar esa posibilidad. Aún no entendía por qué lograba ponerle tan nervioso.

-¿En serio? No lo creo~-exclamó imitando aquel tono cantarín del otro, sin la menor duda era entretenido burlarse de aquella forma de él. Sin dejar de lado la copa que tenía entre sus manos, empezó a acercarse con cuidado al cuerpo de su compañero, quedando a pocos centímetros de su rostro-Al parecer sí -dijo con una expresión picara.

Le sacó la lengua al escuchar su burla. Ciertamente nunca le gustaba que le burlase, aunque era divertido pelearse entre ambos. Sin lugar a dudas el menor sabía cómo entretenerse él y a los demás, si esas eran sus intenciones. Volvió a verle notando como estaba a pocos centímetros de su rostro- A-Anni... Kyu... ¿Q-Qué haces? -preguntó desviando la mirada para evitar verlo.

-¿Qué hago? Mirarte -contestó como si nada mientras perseguía con su cabeza a la del contrario, intentando así que volviera a mirarlo. Lo hacía con cierta malicia y aire divertido, estaba consiguiendo lo que quería, incomodar al rubio-¿Por qué no dejas que te mire? -interrogó fingiendo un tono curioso.

-Yah... Deja de mirarme... Me pones nervioso~~ -canturreo golpeando suavemente el hombro del menor. Sus palabras eran ciertas, mas no se había percatado de que al pronunciarlas podían tener varios significados, y si el maknae era tan inteligente como decía, y todos sabían, entonces deduciría que ese "nervioso" era un poco más profundo. Por supuesto que él jamás pensó en nada de eso, su cabeza le dolía un poco y estaba algo mareado, por lo que había abandonado la tarea de pensar desde hacía un buen rato.

Parpadeó un par de veces y volvió a sonreír ladino, si antes sonreía por pura diversión, aquella sensación había aumentando. No, su hyung no tendría que haber sido tan sincero, pero sin la menor duda el alcohol hacía hablar a cualquiera-¿Nervioso?...-exclamó con un rastro de malicia entremezclada con provocación-... ¿Esto te pone nervioso?-interrogó tomando su mentón con una de sus manos, aproximándolo mucho más a él, sintiendo como la cálida respiración del contrarió chocaba contra su rostro.

Como estaba perdido en sus pensamientos, o en los rastros de estos, no había prestado atención a su sonrisa, solo se limitaba a mirar para otro lado cuando escuchó su primera pregunta, asintiendo a la misma. Abrió los ojos al sentir como le tomaba del mentón y le acercaba de aquella manera, sintiéndose rojo como un tomate, mas no por culpa del alcohol. Se quedó quieto, algo perdido en la mirada ajena- Y-Yah... K-Kyu... Déjame... -pidió en un susurro de la manera que pudo, ya que estaba temeroso de rosar los labios del menor en su intento por hablar.

Observó con detenimiento el cambió de color que llenaba su rostro, sintiéndose cada vez más diversión en su interior. El mayor se veía tan vulnerable de aquella manera, todo el mundo siempre lo solía ver como alguien tierno y adorable...Pero en verdad en ese momento, era una de las primeras veces que lo notaba del todo-¿En serio quieres que te deje? -pronunció con su voz ronca y serena, mirándolo a los ojos de forma profunda-¿Ninguna parte de tu interior quiere que haga algo más? -volvió a pronunciar mientras hacía que las puntas de sus narices se rosaran por breves segundos.

Se estremeció levemente al escucharle y sentir sus narices rosar. Ya había aceptado que el menor le pusiese nervioso pero no había entendido hasta qué punto. Sus mejillas parecían el fuego puro para él. Seguía mirando a los ojos al menor, ciertamente su mirada era profunda y penetrante, lo cual le atrapaba aún más. No contestó a sus preguntas. ¿Qué podía contestar? Ni él mismo sabía si quería que siguiese con eso. Intentó desviar la mirada pero aún se encontraba perdido en los profundos ojos del contrario.

No se apartó en ningún momento, no quería, por alguna causa no deseaba hacerlo ¿Ya había llegado al límite con la broma? No le importaba, como si aquellos detalles podrían afectar a alguien como él. Llevó su mirada a los labios del menor y luego nuevamente hacia aquel par de ojos oscuros que aunque luchasen no sé podían apartar de los propios. Volvió a sonreír, de forma triunfal y acortó la distancia entre ellos, uniendo en un corto beso ambos labios, haciéndolos uno. Con tan solo rosarlo pudo sentir el aliento del mayor entremezclado con el aroma del vino, pero no le importo, le daba un toque más interesante a lo que hacía. Se apartó con una ladina sonrisa y volvió a alejarse como si nada hubiese pasado, apoyando su espalda contra la fría pared-"Interesante"-pensó moviendo la copa en su mano, no pensó que una simple broma llevaría a aquellas acciones y que luego le agradase.

Lo lograré, ya lo verás-1

Este es un rol que hicimos con una amiga xD Espero es guste~ Es KyuMin ♥
Sakura: Sungmin
Ney: Kyuhyun


-Me molestas mientras juego y veras~

-¿Yo? Pero cómo se te ocurre -lleva su mano al pecho de forma indignada- Jamás te molestaría mientras juegas.. Kyuhyunnie~~

-Ni tú te lo crees, SungMin -suspira- Como sea, igualmente el que no duerme por el ruido luego eres tú -ríe y se va a acomodar en una silla mientras prende su portátil-

-Eish.. ¿No puedes usar auriculares o algo así? -se tumba en la cama abrazando uno de sus peluches- Sería más cómodo para los dos.. -hace aegyo desde su cama al menor-

-Los auriculares son molestos -exclama sin mirarle y bufa al ver que en verdad tenía que actualizarse el juego- Bueno, a esperar -suspira y se gira en la silla, apoyando sus brazos junto a su cabeza en la misma- ¿Ah? -sonríe divertido al ver el gesto del mayor- ¿Tanto te molesta, hyung? -inclina su rostro mirándolo-

-Pues… Para dormir es bastante molesto... -pucherea- Es decir... Todos esos ruidos... Y tú molestándote con el juego y diciendo quién sabe qué no ayudan para dormir... -se cruza de piernas como un indio en su cama mientras sigue abrazando su peluche- Tú no has intentado dormir con todo ese barullo…

-Oh...-ríe al terminar de escucharlo, en verdad le divertía ver de aquella forma al mayor, pero bien sabía que sus hábitos no iban a cambiar de la noche a la mañana- Intentare de no hacer tanto ruido -se pone de pie y se acerca a su propia cama, desplomándose en ella con su mirada hacía el techo-Esa cosa tarda mucho...-murmura a lo bajo.

Sonríe al escucharle, viendo como se recostaba en su cama. Tomó otro peluche y se lo revoleó para molestarle y ayudarle a pasar el tiempo.

-¿Qué?-sale algo sobresaltado de sus pensamientos al sentir el golpe- Ah...-niega a notar que había sido el proyectil y no tarda en adivinar de donde había provenido- Se te perdió algo -pronuncia sentándose en la cama y le tira el peluche a la cabeza.

Rió al ver su reacción, sintiendo pronto su propio proyectil sobre su cabeza- ¿Se me perdió? Curioso... Pensé que era tuyo -dijo divertido tirándole otro peluche antes de romper en risas.

-¿Acaso los peluches rositas van conmigo?-interrogó con sarcasmo y una sonrisa picara se formó en su rostro- Gritan "Lee SungMin" por cada rincón- exclamó y le devolvió el peluche con más fuerza.

Rió al escucharle nuevamente- ¿Quién sabe? Tal vez comenzaba a gustarte el rosa... Después de vivir tanto tiempo conmigo no me sorprendería -vuelve a reír antes de tirarle con dos peluches.

-Lo siento, pero dudo que pase algún día lo que dices, que se queden contigo tus cosas rosas-intentó agarrar ambos peluches pero uno se cae a un lado- Tsk...-lo sujetó en sus manos y se lo tiró al mayor, haciendo que rebotara en su cabeza- Un punto para mí -exclamó de forma burlona y tiró el otro.

Sonrió y sintió el golpe en la cabeza, simulando que su cabeza rebotaba por culpa del golpe, cayendo en su cama- ¿Quieres ver cuántos puntos puedo hacer? Recuerda que yo soy el que tiene el arsenal de peluches -dijo entre risa sujetando el segundo muñeco que le había tirado con las manos.


-Inténtalo, podre sobrevivir- pronunció siguiéndole el juego y empieza a mover su cuerpo de un lado al otro sin apartarse del lugar en donde estaba arrodillado- A ver si consigues puntos, Sungminnie~ -canturreó con un tono burlón para intentar de provocarlo.

Yah~~ -tomó dos de sus peluches, tirándole uno en la cabeza, fallando el siguiente- Un punto para mí~~ -canturrea divertido mientras busca sus demás peluches.

Intentó apartarse pero aquel peluche impactó contra su cabeza- Oh, qué suerte tienes -exclamó algo fastidiado pero nuevamente sonrió al devolvérselo y aprovechó el momento para ir al lugar donde tenía los peluches, robando algunos- ¡HA! -rió volviendo rápidamente a su cama.

-Yah!! Eso es trampa! Ladrón! -le revolea otro peluche- Te robas mis municiones! Tendré que invadir tus tierras para recupéralas -dijo entre risas, dispuesto a saltar a la cama del menor.

-En la guerra todo se vale-pronunció con orgulloso mientras le tira una de aquellas "municiones"- Inténtalo y no saldrás victorioso-exclamó con un tono burlón y acomodó los peluches a su lado, dispuesto a tirarle otro si se acercaba.

Tomó dos de sus peluches, tirándole uno para luego saltar a la cama e intentar agarrar un par de peluches que habían sido "secuestrados".

Sujetó aquel peluche entre sus manos y volvió a sobresaltarse al notarlo invadir su lugar-¡Hey, tú! ¡Deja eso!-exclamó a lo alto mientras lo sujetaba de los brazos, tirándolo boca arriba sobre el colchón y se colocó con ambas piernas a un lado de las suyas, intentando de no aplastarlo- No los tendrás de vuelta-sonrió con malicia y lo golpeó con uno de los peluches, para luego hacerle algunas cosquillas en el trayecto- ¡Ríndete!-

Se sorprendió cuando el menor le sujetó y tumbó en la cama, cubriéndose el rostro para que no le golpeara en la cara con el peluche. Empezó a reír y retorcerse al sentir las cosquillas- Nunca!!! -intentó quitarse de encima al menor.

Intentó que el otro no lograra su cometido y se sujetó con fuerza de las sabanas a ambos lados de su cuerpo- ¿Nunca? -rió esquivando el agarre del mayor y continuó con su ataque de cosquillas, en algún momento se rendiría.

-Yah~~ -seguía intentando que el menor le soltara pero poco a poco comenzó a quedarse sin energías, jadeando por el repentino ataque de cosquillas se quedó quieto- Aigo.. Que agotador..

Sonrió de forma triunfal y luego de tirarle un último peluche en el estomago, se desplomó a su lado- Sí, también creo que me canse un poco-exclamó entre una sonora carcajada y cubrió su frente con uno de sus brazos, prácticamente ya había olvidado lo que había hecho antes de todo aquello.

Sonríe divertido al verle desplomarse- ¿Me devolverás mis muñecos? -preguntó mirándole con un puchero, haciendo un leve aegyo- ¿Por favor?

-Déjame pensarlo...-llevó una de sus manos al mentón y luego levantó los hombros- Claro, además no los necesito más -agarró uno con sus pies y hizo que terminara en el pecho del mayor- Wo, que habilidad tengo-volvió a reír y se giró en la cama, quedando apoyado en uno de sus brazos, mirándolo.

Sonríe al escucharle, riendo cuando notó e peluche en su pecho. Lo estrujó contra el mismo y giró la cabeza para mirarle- Gomawo~~ -se sentó en la cama para luego levantarse e ir a la propia.

-Ya -exclamó viéndolo irse de su cama y se acomoda mejor, volviendo a acostarse con la vista hacía el techo de la habitación- Allí decía que tardaría más de una hora-cruzó los brazos y suspiró al notar que aún faltaba para que pasara ese tiempo. Se mantuvo en silencio por unos minutos, pero luego empezó a cantar a lo bajo con ambos ojos cerrados, con una voz calmada y melodiosa.

-¿Una hora? Vaya... -también se quedó en silencio unos segundos hasta que le escuchó cantar. Le observó por unos segundos, sonriendo. El menor tenía una voz realmente hermosa, siempre lo había pensado. Se recostó en su cama, observándole mientras le escuchaba con los ojos cerrados y una sonrisa en sus labios.

Continuó con su canto, hacerlo lo relajaba y en parte también conocía la opinión del contrario, nunca le había desagradado la idea de cantarle únicamente a él de vez en cuando- ¿Tanto disfrutas el espectáculo? -interrogó observándolo con una media sonrisa, ya que hace algunos minutos había abierto los ojos y vio la forma en la que se encontraba el mayor.

Abrió los ojos algo sorprendido de que el menor le estuviese viendo. Su canto era tan relajante que se había perdido en él. Desvió la mirada- Ne... Sabes lo que pienso Kyu... Me gusta como cantas... -sonrió algo apenado por su pequeña confesión.

-Lo sé-contestó observándolo tranquilo y sonrió un poco al notar lo que le causaba decir aquellas palabras. Giró nuevamente en el lugar, recostándose como antes y cerró los ojos-Gracias...-susurró antes de empezar a cantar nuevamente, pero en ese momento entonó una de las tantas canciones de cuna que solía cantarle al otro en algunas oportunidades.

Volvió a sonreír al escucharle agradecer, prestando atención a la nueva melodía que el menor entonaba. Sonrió nuevamente, notando como sus ojos poco a poco se cerraban a causa del sueño.

No supo con exactitud cuánto tiempo estuvo cantando, pero al girar su rostro nuevamente hacía el otro extremo de la habitación, encontró a su compañero durmiendo. Negó mientras reía levemente y con cuidado se puso de pie, intentando así de no despertarlo. Se acercó con sigiló hacía su escritorio y notó en la pantalla que la actualización ya había finalizado, lo que significaba que ya podría jugar- ¡Muy bien! -exclamó a lo alto y giró rápidamente su cabeza, no, no lo había despertado. Caminó hacía la cama del mayor y tomó con cuidado las sabanas que luego por la "guerra" quedaron desparramadas en el extremo del colchón-Intentare de no hacer tanto ruido, buenas noches-susurró a lo bajo mientras lo tapaba y volvió hacía el escritorio.

Se removió un poco en su cama, notando como estaba cubierto por las sábanas. Levantó la vista, observando que el menor no estaba en la cama. Miró el escritorio y allí estaba él, jugando con sus juegos. Se estiró en la cama y se sentó en la misma- ¿Hasta qué hora jugarás? -preguntó refregándose un ojo.

-¿Ah?... ¡Maldición! Ya verás-exclamó hablándole a los personajes del juego y luego de un largo suspiró de alivió giró a mirar al mayor- Ah, te despertaste -pronunció tranquilo, a pesar de que lo interrumpió pudo ganar aquella partida y arqueó una ceja-Hmm...Creo que por un rato más -contestó observando la hora, ya era demasiado tarde-¿Te desperté con mis ruidos?-interrogó volviendo a prestarle atención.

Negó con la cabeza- Anni.. Me desperté solo.. -hacía bastante tiempo que no dormía tan profundamente- ¿Ganaste? -preguntó divertido mientras se incorporaba un poco más, aún con su peluche en brazos.

-Ah...-asintió ante la pregunta- Sí, gane -pronunció con orgullo por el acto y miró las acciones del contrario- ¿Quieres jugar un poco?

-¿Yo? Anni... Seguro que pierdo -dijo entre risas- No sé cómo funciona además.. -comentó mientras estrujaba un poco más su peluche.

-Yo te enseño, soy un buen profesor-sonrió y se puso de pie, acercándose a la cama del otro- Ven, si pierdes simplemente me burlare un poco...-rió para luego negar- Ya, no lo haré...Mucho, pero igualmente todo se puede aprender-exclamó mientras le sujeta uno de sus brazos intentando así de sacarlo de allí.

Rió al escuchar sus primeras palabras, haciendo un puchero luego- Te burlarás muy feo seguramente... -siguió con su puchero hasta que sintió que le tironeaba del brazo. Sonrió y se levantó- Arasso arasso... ¿Me tendrás paciencia? -preguntó acercándose lentamente.

-Quizás, mientras no me saques tanto de mis casillas la tendré-contestó continuando tirando de su brazo y cuando lo vió acercarse lo soltó- Ven, siéntate-palmeó la silla en la que estaba antes y acercó una nueva para él, poniéndola a un lado- No es tan complicado, tal vez puedas entenderlo-

Se sentó donde el menor le indicaba, viendo como traía otra silla para él- ¿Tú crees que pueda jugarlo? -preguntó observando la pantalla de su pequeña computadora-

-Claro-respondió con simpleza mientras abrió la cuenta de uno de sus personajes sin usar- Te enseñare con él, si te agrada luego te ayudare a hacer una cuenta- exclamó mientras empezaba a explicarle que botones del teclado usar y que significaba cada una de las cosas que aparecían en el juego. Estuvo así por unos minutos hasta que por fin le dejo todo a disposición del mayor- Tienes que ir a este lugar que te dijeron para tú primera "misión" -exclamó haciendo una breve pausa y cruzó sus piernas- Quizás encuentres enemigos, pero no te preocupes, atácalos como te dije y estarás bien...Aunque cuidado, aún tienes un nivel bajo-cada una de sus palabras era precisa y tranquila, en verdad le agradaba explicar aquellas cosas.

Asintió a todo lo que el menor le decía, prestando atención a sus palabras y haciendo pequeñas notas mentales sobre cada cosa. Cuando comenzó su "misión" comenzó a moverse, aún poco acostumbrado al mando y algo torpe a los momentos de atacar. Una vez que llegó al lugar que le habían dicho apareció una nueva tarea, por lo que comenzó a ir hacia otro lugar cercano- ¿Voy bien? -preguntó algo tímido de cómo iba progresando.

Observó con cuidado cada una de las acciones del personaje del mayor, dándole algunas indicaciones en el proceso. Un simple sonrisa se formó en su rostro al notar que no lo hacía bien quizás con el tiempo podía hacerlo mejor- Ah...-salió de sus pensamientos al escucharlo y asintió- Sí, vas bien, no lo haces tan mal-

-Oh... -siguió avanzando mientras escuchaba algunas de las indicaciones del menor, haciendo como podía lo que le pedía. Llegó a ese segundo lugar encontrándose con enemigos por lo que empezó a matarlos, recibiendo unos buenos golpes en el proceso- Tsk.. -siguió intentando matarles hasta que finalmente su vida llegó a cero- Aigo... Me morí… -comenta algo divertido por como sonaba la frase.

Miró divertido lo que el otro hacía y rió al notar como la barra de vida llegaba a cero-¡Wo! Igualmente duraste bastante -exclamó divertido mientras lo felicitaba dándole unas palmadas en la espalda- Con el tiempo mejoraras...Hasta podríamos jugar juntos luego -pronunció animado, sin la menor duda meterse de lleno en algo que le gustaba mejoraba su humor.

Rió un poco al escucharle- ¿Eso crees? Yo pienso que me matarían a los pocos minutos -comentó entre risas sintiendo las palmadas del menor- Aigo... ¿No se te cansa la vista de mirar siempre el monitor? -preguntó refregándose un poco los ojos.

-Ya, pero jugando conmigo no te matarían tan rápido-cuestionó entre risas y cruzó ambos brazos de forma pensativa- En realidad creo que me acostumbre-giró un poco hacía al contrario y sonrió de forma divertida- Que delicado eres-dijo burlón.

-Yah~~ No te burles.. Acabo de despertarme y me pones a ver una pantalla de videojuego.. -le sacó la lengua- ¿Y qué si soy delicado? Así me quieren~~

-Es verdad-pronunció sin más mientras mira la dichosa pantalla- Pero tú aceptaste, hyung-pronunció con el mismo tono de minutos atrás y guardó el juego, para luego de unos minutos apagar todo- Ya es muy tarde -estiró los brazos y bostezó a lo alto- ¿Dormimos? -le preguntó volviendo su mirada hacía él.

Sonríe- Ne.. Vamos a dormir.. -se estira un poco antes de levantarse de la silla. Caminó hasta su cama y se tiró en la misma- Aigo.. Que cómoda... -murmuró aferrándose a la almohada-

-¿En verdad es cómoda?-interrogó mientras una picara sonrisa se formaba en su rostro, se le había ocurrido una idea. Se acercó sin disimulo alguno hasta la cama del más bajo y se acostó a su lado, en el espacio que este había dejado- Casi tan cómoda como mi cama-pronunció sin perder la sonrisa.

-¿Mm? -abrió los ojos y se encontró con el menor tumbado en su cama- ¡Ey! Ve para tu cama~~ ¿O acaso quieres que cambiemos? Yo iré a la tuya por esta noche -se encoje de hombros.

-No, quédate -pronunció mirándolo y se acercó más al cuerpo del contrario- ¿Acaso te incomodo...hyung?-susurró a lo bajo sin dejar de observar su rostro.

Sintió sus mejillas arder levemente- ¿Incomodarme? ¿Por qué debería? -desvió la mirada- Es que vamos a estar algo incómodos durmiendo los dos aquí… Yo... Yo me muevo mucho… -intentaba disimular un poco el nerviosismo que el menor había sacado a flote.


-No sé...-dijo a lo bajo mientras intentaba de contener la risa que le daba ver al mayor así, aquello lo estaba haciendo para molestarlo un poco y al parecer lo estaba consiguiendo- No lo sentiría, mi sueño es muy profundo...Y yo no me siento incomodo, el espacio está bien-pronunció con un tono calmo mientras se acomodaba mejor- Se bueno con el maknae...-fingió un tono más sereno y envolvió al otro con uno de sus brazos.

Se sorprendió cuando el menor le envolvió de esa forma- Yo soy bueno... Quiero dejarte mi cama completa... Eso es ser un buen hyung, ¿no te parece? -seguía sin mirarle, aún sintiéndose algo nervioso por la cercanía entre ambos.

-Yo quiero dormir contigo...-susurró atrayéndolo más a él como si de un peluche se tratase y fingió que cerraba sus ojos en el proceso-...Quizás duerma mejor así -mintió de forma descarada, pero eso estaba en su plan y con su actuación no había manera de saberlo.

-¿Y-Y desde cuándo quieres dormir conmigo, eh? -preguntó algo inseguro aunque dejándose atraer- Mentiroso... Si siempre duermes en tu silla o en tu cama y duermes como bebé… -comentó sin mirarle en ningún momento.

-¿Desde hoy?-pronunció con un media sonrisa y sin siquiera molestarse en abrir los ojos o alejarse del otro-También me siento como así -lo abrazó de forma un poco más posesiva y levantó su rostro hasta la altura del contrario, aproximándose a una de sus orejas- ¿En verdad quieres que me vaya?-le siseó con su ronca voz.

Se estremeció al escucharle de aquella forma. ¿Desde cuándo el menor le ponía así de nervioso? No contestó, no podía hacerlo, estaba algo perdido por la cercanía entre ambos. Suspiró apenas antes de volver a intentar desviar la mirada. Ya el tenerle cerca lo ponía nervioso, pero que sus rostros estuviesen tan cerca lo ponía aún más nervioso.

-¿Cómo debo de tomar tu silencio?-le interrogó sin apartarse de su oído y la sonrisa que tenía en su rostro aumento, había conseguido lo que se propuso, pero en parte tampoco quería irse de allí con tanta facilidad. Si el contrario no se quejaba continuaría acostado a su lado. Apartó su rostro y apoyó su cabeza en el poco espacio que quedaba en la almohada, para luego soplar de forma suave el cabello claro de su compañero- Entonces me quedare -movió su brazo sobre el otro para apartarlo, recorriendo lentamente su estomago, hasta que por fin lo devolvió hasta sí mismo. Rió en su interior y volvió a cerrar los ojos.

-¿Q-Que te quedas?-abrió los ojos un tanto sorprendido, sintiendo como recorría lentamente su estómago. Se estremeció apenas y le observó cerrar los ojos- Tsk... Babo... -sin importarle mucho lo que el menor hiciera ya se volteó hasta darle la espalda. Vio un peluche en el suelo por lo que lo agarró, estrujándolo contra su pecho, aún sintiendo su corazón latir con mucha energía.

Sintió a penas los movimientos que hacía el otro y abrió un poco sus ojos, para notar como el mismo se había volteado. Negó y se acercó un poco más a él, volviendo a abrazarlo, algo de lo que en pocos minutos se había acostumbrado. No era algo incomodo, no por lo menos para él-Buenas noches...-susurró con un tono calmado y bajo, mientras que en su mente continuaba riéndose por sus propias acciones, sin olvidar las reacciones que había tenido el rubio.

Sintió el abrazo del menor, sorprendiéndose de que continuara con aquello. Suspiró, aún aferrándose al peluche en su pecho mientras le escuchaba- Buenas noches Kyu... -susurró con una leve sonrisa en el rostro, dejándole hacer. A estas alturas ya no le importaba como el menor pudiese molestarle, solo quería dormir, y esperaba que el maknae también quisiera, ya que no creía que se levantaría de nuevo por algo hasta que él mismo se despertara solo.

Al escuchar la respuesta del más bajo su rostro no cambió en lo más mínimo, al parecer el contrario se había rendido y lo dejaría hacer de las suyas. No se movió en lo más mínimo, aunque aquello comenzó como una broma ya no tenía intensión de moverse, estaba en verdad cansado y deseaba dormir. Acomodó mejor su rostro y el brazo que envolvía a su compañero, concentrándose ahora en tan sólo relajarse, para así conseguir dormir. Luego a la mañana siguiente sabría si aquello fue una buena idea, pero aprovecharía la comodidad que sentía en aquel momento y de apoco se fue quedando dormido, aún aferrado al mayor.

Sintió como el menor aún se mantenía sujeto a él. Se sentía cómodo, era lindo sentir el calor de otra persona. Suspiró suavemente una última vez antes de dejarse caer en los brazos de Morfeo. El cansancio le estaba ganando y el estar así de relajado ayudaba a encontrar el sueño rápidamente

Lo que más anhelo


Siempre me pregunté qué sería recibir tu cariño, qué sería que me cuides de verdad. Yo solo quise alejarme. ¿Acaso está mal? ¿Está mal querer alejarme de lo que sé que me va a dañar? Soy chica aún, tengo dieciocho años. Aunque digas que soy grande, que soy una adulta, yo todavía no crecí. ¿Acaso no recordás la canción "I'm not a girl, not yet a woman"? Esa que significó tanto para mí, esa canción que representa el momento que estoy pasando. Yo todavía no crecí, sigo siendo la nena que quiere un abrazo de la madre porque tiene miedo a entrar en un lugar nuevo. Todavía quiero los consejos que solo una madre puede dar. Pero no, no puedo. ¿Por qué? Porque según vos estoy muerta. Según vos soy una desconocida. Según vos no soy tu hija.
¿Tan terrible fue alejarme porque me hacías daño? ¿Tan terrible fue buscar estar mejor? ¿Acaso tengo que ser como vos? Yo solo quiero un cariño, un abrazo, algo que me diga que seguís siendo mi mamá. Aunque yo siempre te regañe o me enoje.... ¿No es eso lo que un adolescente hace? ¿Discutir con los padres? ¿No puedo ser una adolescente más?
Me haces tanto daño... Me duele tanto.... Puedo parecer muy fuerte, puedo decirte cosas para que te calles, pero en el interior mi corazón sufre como ninguno. Mis palabras no son reales, son escudos, escudos que intentan protegerme de TUS palabras, de tu falta de cariño. Solo quiero un abrazo... Un beso de las buenas noches... Que me cantes para ayudarme a dormir. Quiero estar tranquila, quiero algo de paz, quiero algo de amor maternal. ¿Está mal pedirlo? ¿Está mal anhelarlo con todas mis fuerzas?
Yo solo quiero a mi mamá...

No queda otra(?)

Bueno... rendí mal... u.u que mala suerte... Supongo que nada puedo hacer... Ahora solo me queda prepararme para las próximas fechas de examen... Mientras tanto iré viendo de hacer algo de mis "tareas por hacer"(?) kkkk