Lo lograré, ya lo verás-3

Aún estaba perdido en la mirada ajena cuando sintió que sus labios se unían en un corto beso. No supo qué pasó por su cabeza en ese momento, pero sí que correspondió apenas el beso recibido. A pesar de que no se había planteado nunca la idea de estar de esa forma con el menor no le desagradó la idea, en cierta forma le agradaba. Le vio alejarse y desvió la mirada, totalmente avergonzado por lo que acababa de ocurrir. Dejó la copa en su mesa de luz y se tumbó completamente en la cama, no quería que le viese tan avergonzado.

Observó por encima de su hombro la postura que había tomado el mayor y no puedo evitar reír aunque sea a lo bajo, al parecer si le había afectado su "travesura". A pesar de ello no consiguió del todo el resultado que esperaba, lo imaginaba enojado reclamándole por haber hecho aquello con él, pero eso no había pasado. Quizás sería el afecto del alcohol en su sangre, qué más da, pero verlo así de avergonzado también era un buen resultado... Aunque seguramente no recordaría nada a la mañana siguiente- ¿Entonces? -se interrogó a sí mismo en un reproche, tenía que disfrutar de la diversión ahora, al fin y al cabo eso era lo único que le importaba ¿No?- SungMin...-susurró dejando la copa a un lado y con cuidado se coloca encima de él, abrazándolo- ¿Ya estas cansado?- aún no tenía planeado dejarlo tranquilo.

Se sentía hecho un manojo de nervios. ¡¿Cómo es que habían terminado de esa forma?! Aunque quería decirle millones de cosas no podía, sabía que en el estado en el que se encontraba, hacer eso sería dar por perdida la batalla antes de que comenzara. Incluso sentía su corazón galopar. Maldijo internamente por no poder reclamarle nada cuando escuchó al contrario- ¿Qué? -preguntó antes de sentir al menor encima suyo- ¡Kyu! ¿Qué haces? -intentó reprocharle sin mirarle en ningún momento, puede que así ganara la batalla que deseaba, aunque sabía que eso era bastante difícil.

-No, al parecer tienes muchas energías -pronunció entre risas haciendo caso omiso a cualquier intento de reproche del más bajo, nada de lo que diría tendría el poder para arruinar su particular diversión- Nada...Solamente te abrazo y veo si estás bien -le susurró al oído, pero no sonaba para nada preocupado, sino más bien todo lo contrario. Sabía cómo utilizar su voz y mucho más en momentos así. Podría estar traspasando un poco el tramo de su plan... Pero en ese momento era totalmente indiferente. Movió sus manos hasta el estomago del rubio, acariciándolo con cuidado, sin deshacer el agarre contra su cuerpo- SungMin... -siseó su nombre a lo bajo mientras mordía con cuidado el lóbulo de la oreja que escuchaba su relato.

-Yah... No necesitas estar encima para saber si estoy bien -siguió reclamando a pesar del nerviosismo que le generaba el tener al menor encima. Se estremeció al sentir la caricia, removiéndose un poco. Se mordió el labio para evitar suspirar al sentir como le mordía la oreja. Lentamente movió su cabeza, intentando liberar su oído de la boca del contrario- Y-Yah... Kyu... Déjame… -siguió removiéndose, intentando quitarse de encima al menor.

Chasqueó su lengua al notar como el otro empezaba a moverse, pero no empleaba la fuerza necesaria para apartarle. No había nada más que incentivarlo que empezara o más bien, intentara resistirse. Nunca perdería tan fácilmente, sin importar de qué se tratase-No...No quiero hyung -a pesar del respeto que transmitían aquellas palabras sus acciones reflejaban todo lo contrario. Sus manos empezaron a elevarse por las ropas ajenas hasta llegar a su pecho, al cual empezó a acariciar, sin medir en ningún momento en la forma en la cual rosaban sus tetillas. Empezaba a descubrir que sentir al mayor debajo de él, temblando por todo lo que le hacía...Le gustaba y bastante- No lograras apartarme con facilidad -pronunció en un susurró mientras su lengua empezaba jugar con la misma oreja que minutos atrás mordía, presionándola de vez en cuando con sus labios, sin detener en ningún momento el movimiento de sus manos por el torso del otro-

-K-Kyu.. Yah.. Apártate.. -ladeó la cabeza, intentando apartar su oreja de la lengua ajena mientras intentaba ocultar su rostro para que no le viese mordiéndose el labio, intentando contener los leves suspiros que querían escapar de su garganta. Llevó sus manos hacia su pecho para encontrarse con las ajenas y sostenerlas para que se detuviese. Aprovechando eso se volteó, aún sujetando las manos del menor. Sentía su rostro arder pero no le importó. Le miró a los ojos intentando no perderse en ellos- ¿Qué intentas Kyu? -preguntó casi en un susurro sin apartar la mirada de él.

¿Qué intentaba? No supo cómo, pero esa pregunta logró descolocarlo un poco. La broma, divertirse, eso era lo que buscaba y había conseguido. Miró aquel "espectáculo" de bajo de sí, no sabía porque, pero no deseaba detenerse. Quería seguir tocándolo, aunque se estuviera aprovechando de la situación... ¿Pero quién lo sabría? Hasta el mayor al día siguiente no tendría ni el menor rastro de memoria de todo aquello. Lo recorrió con su mirada, como si de una de las mejores obras que había visto se tratase. Mordió su labio inferior mientras volvía a observar su enrojecido rostro-"Mierda"-sin siquiera apartar las manos del otro de las propias volvió a atacar sus labios, uniéndolos en un beso más duradero. Se apartó por breves segundos y volvió a besarlo, pero ahora recorría sus mejillas, con una sutiliza que desconocía de su mismo. Esperaba estar más descontrolado... ¿O era que ya lo estaba?-Rayos...-se quejo a lo alto y volvió a ponerse de rodillas, mirándolo extraño, pero a la vez con un rastro de algo inentendible para sí mismo en su mirar.

Se mantuvo firme en su mirar, no apartaría la mirada, aunque tampoco quisiera realmente apartarla. Notó como le recorría con sus ojos, cosa que le hizo sentir algo expuesto, indefenso, por decirlo de alguna forma, pero en cuanto vio que mordía su labio inferior, todo rastro de firmeza desapareció de él. ¿Acaso Kyuhyun se estaba mordiendo el labio mientras le observaba? Esa acción le descolocó totalmente, aunque aún sujetaba sus manos. Abrió los ojos al sentirle nuevamente, notando como sus propios labios se movían por cuenta propia. Le resultaba algo adictivo, aunque claro, no lo admitiría allí. Le escuchó maldecir, viendo como se ponía de rodillas, notando esa extraña mirada- ¿Q-Qué ocurre? -preguntó algo temeroso. Ciertamente ya no sabía de lo que eran capaces ni él ni el menor, por lo que estaba algo en duda sobre apartarlo totalmente o no, ya que no deseaba en verdad apartarle. Le gustaba sentir los labios ajenos sobre los suyos, sus impertinentes manos recorriendo su pecho, su voz... Le gustaba Kyuhyun. Ese pensamiento le hizo apartar la mirada, mordiéndose suavemente el labio. ¿Cómo es que había llegado a ese punto? Ya no le importaba, no deseaba pensar en eso.

Continuaba desconcertado, por un instante se había olvidado de la presencia del más bajo, hasta que volvió a hablar ¿Qué ocurría? Eso mismo se preguntaba en ese momento. No entendía como de una simple broma había llegado a todo lo que hizo. El primer beso si, había sido totalmente intencional, quería saber la reacción que tendría su compañero de grupo... ¿Pero ahora? Otra parte de él lo llevó a seguir, sus instintos le decían que aún quería seguir sintiendo el cuerpo del otro y así lo hizo. Ahora todo caía encima suyo como si de un balde de agua fría se tratase. Muy bien sabía que adoraba hacerle la vida imposible a los demás, sobre todo para su propia diversión...No obstante todo aquello estaba yendo hasta otro punto, que siquiera él comprendía del todo-Yo...Nada -sentenció antes de volver a observarlo, sintiendo como una la oleada de sus antiguos pensamientos volvían a invadirlo-"A la mierda...Lo siento"-pronunció en sus pensamientos mientras apartaba la manos del otro, para así sujetarlo del rostro, cortando la distancia como ya unas veces atrás hizo. Unió sus labios de forma impulsiva y sobre todo, desesperada. Había enviado al diablo cualquier parte lógica de su cabeza, tan sólo quería devorar los labios del mayor, sentirlos sobre los propios como si aquella fuera su única escapatoria. Los apretó, lamió y hasta llegó a morderlos, eran como un manjar, no quería alejarse.

Observó al menor, notando como debatía interiormente sobre qué hacer. El escuchar esas palabras fue como un arrebato de aliento. Sintió como le hubiesen golpeado en la cara. Todo aquello no era nada entonces. Desvió la mirada, aflojando el agarre de las manos ajenas cuando sintió que le tomaba del rostro para besarle, notando cierto desespero en su accionar. Al principio se sorprendió mas no tardó mucho en reaccionar, correspondiendo el beso casi de igual forma. ¿Qué importaba si todo eso era a causa del vino o a causa de lo que ellos sentían? Esta noche se dejaría ser, se dejaría guiar por sus instintos, los cuales le pedían a gritos que volviera a entrar en contacto con los labios del maknae desde hacía varios minutos. Llevó sus manos detrás de su cuello para atraerle un poco más. Deseaba sentirle cerca suyo, sentir su calor, sentirlo a él.

Abrió sus ojos al notar cómo era correspondido, algo que causo que se apartara por unos segundos, para dejar leve media sonrisa cubriera su rostro. Pero esto no detuvo sus acciones, continuó rosando aquellos labios que cada vez lo llamaban más. Depositando cortas succiones en el mismo cada vez que se apartaba por algo de aire, para luego volver a retomar aquel ritmo que cada vez aumentaba más de intensidad. Mordió el labio inferior del otro, intentando que de aquella manera le abriera paso a lo que deseaba hacer. Una de sus manos bajaba hasta la ropa del mayor, introduciéndose por debajo de su camisa, sintiendo así la piel su piel suave y cálida, a la cual tocaba con toda la extensión de su mano.

Se sorprendió cuando el menor se apartó, sonriendo cuando vio esa media sonrisa en él. Leves suspiros salían de sus labios a causa de todas las acciones del menor, sus mordidas, sus succiones, su ritmo el cual aumentaba cada vez más. Rió apenas al sentir la mordida, imitándole antes de abrir un poco más los labios. Suspiró una vez más al sentir la mano ajena entrar en contacto con su piel. Aquella mano que no parecía fuera de lugar, sus caricias se sentían bien, causándole leves cosquilleos en el cuerpo. Llevó sus manos al pecho del menor para acariciarle todo el torso lentamente

Cuando logró su cometido delineo los labios ajenos con su lengua, para luego invadir la boca del mayor, deleitándose con cada rincón de aquella cavidad que por primera vez descubría. Lo hacía con un ritmo lento y seguro, esperando cualquier tipo de reacción por parte del otro. Mientras tanto su mano continuó recorriendo su cuerpo, hasta llegar a una de las tetillas la cual sujeto entre sus dedos y presionó con cuidado. Se volvió a apartar del contrario por falta de aire y luego de depositar un corto beso en sus labios, bajo dando continuos besos hasta su cuello. Al llegar allí empezó a recorrerlo por toda su extensión, cubriéndolo de besos y alguna que otra mordida, saboreando su tersa piel.

Le dejó introducir su lengua, uniendo la propia a la ajena para comenzar una danza sin fin entre ambas. El saborear de aquella manera al menor no tenía precio, era algo nuevo, mágico, y especial para él. Un nuevo suspiro salió de su garganta al sentir aquella mano presionando su tetilla de esa forma. Volvió a observarle cuando se apartó, correspondiendo ese corto beso, sonriendo por las pequeñas cosquillas que todas aquellas acciones generaban en él. Empezó a desabotonar su camisa para poder entrar en contacto con la piel del menor, dejando suaves caricias por toda su superficie

Gruñó un poco al sentir aquella "interrupción" en su tarea con el cuello del otro, pero al notar lo que hacía simplemente terminó de retirarse su camisa, para luego de forma para nada delicada despojar al mayor de la propia. Cuando finalizo volvió hasta su blanca piel, empezando a bajar por la misma hasta que llegó a aquellas tetillas que minutos atrás acariciaba con sus manos. Hizo un círculo con su lengua alrededor de una, hasta que empezó a besarla con cuidado, para luego succionarla junto a la restante. Se mantuvo así por varios minutos mientras que con una de sus manos continuaba acariciando cualquier parte expuesta de su piel, hasta que llegar a la entrepierna del más bajo, presionándola por sobre la ropa

Rió apenas al escuchar su "gruñido", notando como se despojaba de su camisa y casi rompía la propia. No lo culpaba, él también se sentía de aquella manera, solo que no lo demostraba por completo, aún no se permitía sacar ese lado que lo hacía entrar en frenesí. Los suspiros seguían saliendo de su garganta, mientras mordía apenas su labio inferior. Jamás recibía este tipo de atención, por lo que el descubrir que le gustaba, y mucho, le tomó un poco por sorpresa. Sorpresa que rápidamente fue disipada gracias a sus propios gemidos, los cuales comenzaron a salir al momento en el que el menor empezó a tocar su entrepierna.

Una sonrisa ladina volvió a surcar su rostro al escuchar la voz del mayor, sus gemidos hacían que todo su interior empezara a descontrolarse más. Dejo la atención que le daba al pecho del mayor para volver a subir su cuerpo, volviendo a morder aquel cuello que tanto le había gustado. Mientras tanto su mano continuaba acariciando la entrepierna del mayor, apretándola lentamente, para así producir más "sonidos" del contrario- Gime para mí...No te resistas -susurró sin descaro alguno con su ronca voz, delineando el lóbulo de la oreja del mayor, continuando así con los movimientos de su mano

Suspiró por la mordida, ciertamente le gustaba sentirle así, le hacía sentir bien. Volvió a gemir al sentir como le apretaba la entrepierna cuando escuchó las palabras del menor. "Pequeño descarado" pensaba mientras también pensaba que le encantaba que fuese así- Eres un.. Pervertido.. -susurró entre gemidos por culpa de sus acciones. Llevó sus manos a la espalda ajena, rasguñándola apenas mientras sus gemidos continuaban.

-Siempre-contestó con un rastro de picardía en su voz, aquellas palabras no le afectaban, en más sabía muy bien -aunque sonara descarado- que el mayor lo disfrutaba y lo que llegaban hasta sus oídos no hacían más que comprobarlo. Mordió con más fuerza el cuello del otro al sentir sus rasguños y luego succiono aquella zona, dejando una marca roja a la cual apreció como si una obra de arte se tratase-...Muy bien -susurró al escuchar cada uno de los gemidos y suspiros del otro. Apartó su mano de la entrepierna, para así comenzar a bajar el cierre del pantalón que llevaba. Lo hizo velozmente y sin siquiera pestañar, mientras volvía a depositar fugases besos sus labios. Continuó besándolo y su mano empezó a acaricia su miembro por sobre la tela oscura de la ropa interior-¿Te gusta?-le interrogó divertido al apartarse por breves segundos y volvió a introducir la lengua en su boca, saboreándola como ya se estaba acostumbrando a hacer.

Rió apenas al escucharle contestar. Un gemido más parecido a un gruñido se escapó de sus labios al sentir la mordida, continuando con más gemidos por culpa de su mano y las acciones de esta. Sin que él se diera cuenta el menor le había bajado el cierre e introducido su mano dentro de su pantalón. Mientras eso ocurría, él correspondía los besos, dejando de hacerlo cuando un gemido más profundo irrumpió en sus cuerdas vocales. Intentó contestar pero le era casi imposible. Como esto siguiera ya no tendría control sobre sus acciones. Lo dejó hacer, uniendo su lengua a la del contrario en una lucha interminable mientras volvía a rasguñar su espalda. Todas esas emociones juntas le estaban enloqueciendo.

Siguió con la batalla que llevaban a cabo con sus lenguas, buscando la dominación por completo de todo lo que estaban haciendo, pero por sobre todo saborear cada parte de la boca del mayor. Volvió a separarse de él, irguiendo su cuerpo hasta quedar nuevamente apoyado sobre sus piernas. Con un par de fuertes y precisos tirones, le sacó aquel pantalón que ya empezaba estorbar. Le dedicó una nueva mirada al cuerpo del mayor, aquel mismo que ahora tenía de bajo, a su total disposición. Sonrió con un rastro de malicia al saber con exactitud lo que haría a continuación. Bajó hasta la altura de la entrepierna del más bajo y empezó a presionar con los labios su miembro, sin apartar aún la ropa interior. Prosiguió con aquello, aumentando la presión que ejercía, no haría las cosas tan rápido...Aún quería continuar disfrutando del otro, al fin y al cabo, tenían todo lo que quedaba de esa noche para hacerlo.