Lo lograré, ya lo verás-8

Volvió a estremecerse antes de corresponder el beso, llevando sus manos al cuello ajeno para acariciarlo apenas

Al ser su beso correspondido continuó con aquel acto, empezando a presionar más sus labios contra los ajenos-Bien...-dijo en un suspiro de voz mientras volvía a acércalo a él, rosando ahora su lengua contra el labio inferior del mayor para luego morderlo un poco

Se estremeció nuevamente al sentir su lengua, correspondiendo la mordida. Bajó sus manos al pecho del menor para acariciarle un poco. Ya no soportaba la idea de no tocarlo.

Buscó profundizar más aquel beso, intentando que el contrarió le permitiera adentrarse en su boca- Hmmm -murmuró volviendo a morder sus labios hasta que consiguió que el otro los entreabierta aunque fuera un poco y introdujo su lengua, empezando una pasional danza entre ambas, deseaba en verdad devorar cada parte del mayor. Cuando consiguió lograr su cometido empezó a acariciar la espalda del otro, hasta que una de ellas bajo hasta uno de sus glúteos, apretándolo con la misma mano.

Correspondía el beso del menor mientras sentía como le mordía. Finalmente abrió apenas los labios, dejándole adentrarse en su boca. El maknae sí que sabía cómo sacar lo más profundo de él. Suspiró en cuanto sintió que apretaba uno de sus glúteos. Sus manos comenzaron a recorrer lentamente todo el torso ajeno, mordiendo de vez en cuando los labios del contrario.

Su mano continuó recorriendo aquella zona del cuerpo del más bajo, mientras se separaban de los besos que surgían entre ellos simplemente por el hecho de tomar aire-SungMin...-le susurró en uno de los momentos que se separaba comenzó a besar su cuello, para luego tironear la camisa que llevaba y así intentar quitársela

Leves suspiros escapaban de sus labios mientras sentía las caricias ajenas. Como amaba escuchar al menor pronunciar su nombre- KyuHyun.. -susurró en cuanto sintió los besos de su cuello, ayudando un poco a quitarle la camisa. De a poco comenzó a subir la remera del menor. Quería tocarle completamente.

-Tranquilo...-exclamó al notar como el otro tocaba su vestimenta y le ayudo a retirarla. Cuando lo consiguió volvió a atacar la piel del contrario, repartiendo besos y mordidas por doquier, mientras sus manos seguían jugando tocándolo por cada extremo que podía. Chasqueó su legua alejándose y con algo de fuerza se giró, dejándolo debajo de él ahora-Mucho mejor-pronunció con una sonrisa en el rostro y continuó con lo que estaba haciendo minutos atrás.

Nuevos suspiros aparecieron en sus labios al sentir otra vez los besos y mordidas del menor. Se sorprendió un poco al notar cómo le volteaba, tiendo algo avergonzado al escucharle. Volvió a suspirar al sentir de nuevo aquellas acciones. Con sus manos empezó a recorrer la espalda del menor, rasguñando apenas aquella zona.

Tener al mayor así, a su total disposición, no hacía más que aumentar más su impulso de tocarlo más y más. Al comienzo pensaba que quizás lo de la noche anterior había sido un simple acto, pero su cuerpo aún le pedía que lo tocase, acariciara y besara de aquella forma. Algo tenía el mayor que lo atraía tanto y de apoco empezaba a comprenderlo, por eso mismo le había dicho que no se detendría, no pararía hasta que el otro fuere enteramente suyo-No te olvides que es sólo “jugar”-le dijo mirándole y sonrió de lado, mientras que agitaba un poco su cuerpo simulando una envestida, provocando así que sus entrepiernas se rozaran-…Exceptuando que luego quieras algo más-terminó de hablar y volvió a morder su cuello.

Las caricias del menor solo le enloquecían más y más. Aunque no recordara lo que había pasado, estaba seguro que por algo había sucedido y él lo había permitido. Ese deseo de querer sentir sus labios no podía ser mera coincidencia, debía ser por algo. Escuchó sus palabras y se mordió apenas el labio, conteniendo un gemido al sentir la embestida. Volvió a escucharle y desvió la mirada avergonzado. Aunque quisiera más no sabría como pedirlo y el menor lo sabía. Se sentía algo frustrado por eso.

Lo observó de forma divertida, a pesar que no decía nada lo entendía ¿Los años de estar viviendo con él? Quizás, quien sabe, pero comprendía con exactitud que no conseguía que lo dijera abiertamente-...Tan sólo déjame jugar y luego veremos-le besó los labios con cuidado mientras comenzaba dispersar besos por su mejilla, hasta llegar nuevamente a su cuello, al cual apretó y mordió dejando una notable marca roja-"Aún siquiera desapareció la anterior"-pensó observando su "obra" de la noche anterior y miró nuevamente al mayor- Mejor, así nadie más te tocara -pronunció con algo de posesividad en sus palabras, no tendría ningún derecho sobre el contrario, pero desde lo que había ocurrido no lo dejaría huir tan fácilmente. Levantó con una mano la pierda derecha del mayor, probando que de aquella manera sus entrepiernas volvieran a rozarse de forma poco sutil y buscó con rapidez sus labios, besándolos con la misma intensidad de antes

Asintió a aquellas palabras, agradecido de que no le hiciera decirlo. En cierta forma sabía lo que podría llegar a pensar pero era algo inesperado muchas veces, por lo que se dejó hacer, deseando saber qué pasaba por esa mente. Volvió a suspirar al sentir que nuevamente le marcaba, sonrojándose cuando dijo aquellas palabras. ¿No quería que nadie más le tocara? Le gustaba la idea de que el menor le considerara suyo. Un gemido algo más sonoro salió de sus labios al sentir el roce de sus entrepiernas. Correspondió el beso de la misma forma, enredando sus dedos en el cabello del menor.

Continuó besándolo hasta que la necesidad de aire lo obligó a separarse, lo miró con el ceño algo fruncido y luego volvió a besarla mientras volvía a simular otra investida, utilizando más fuerza que antes-Hmm...-murmuró arrodillándose y lo miró por completo, como si con sus ojos fueran a devorar cada rincón de su cuerpo. En ese momento el mayor estaba consciente de sus actos, no había escusas ni quejas para que se detuviera. Bajo lentamente hacía su pecho y empezó a presionar con sus labios una de las tetillas del otro, rodeándola con su lengua, para luego continuar con sus leves mordidas y succiones.

Aprovechó para llenar sus pulmones, los cuales estaban sin aire ya. Otro gemido, aunque ahogado por el beso, se escuchó salir de sus labios al sentir la embestida. Se sintió terriblemente expuesto ante la mirada del menor. Al sentir como jugaba con su tetilla no pudo evitar morderse el labio. Estaba empezando a enloquecer. Entre suspiros y jadeos pronunció suavemente el nombre del menor, mientras acariciaba su espalda en toda su superficie.

Escuchar su nombre de los labios del mayor comenzaba a subir la temperatura de su cuerpo, le fascinaba escucharle y saber que el que producía todo aquello era él y nadie más-SungMin...-pronunció su nombre al apartarse de su tetilla que se encontraba ya hinchada y se dedico a hacer lo mismo con la restante, saboreándola como si de un dulce se tratase. Apartó nuevamente su rostro y empezó a bajar por el estomago del otro, besando el recorrido y relamió su ombligo al llegar hasta él-Oh...-fingió algo de asombro al notar como la entrepierna de su compañero sobresalía un poco. Pero no tan sólo se quedo observando, llevó una de sus manos hasta ella y empezó a presionarla mientras volvía a subir, llegando nuevamente al rostro del otro.

Gimió apenas al sentir como le prestaba atención a su otra tetilla. Al escuchar la "sorpresa" del menor levantó la cabeza para observarle, algo avergonzado por el hecho de que se notase cuan excitado lo había puesto el contrario. Un nuevo gemido salió de sus labios en cuanto sintió la mano ajena. Notó como subió de nuevo hasta su rostro. Al tenerle de nuevo tan cerca no dudó en tomar su rostro para acercarlo y besar sus labios con intensidad, mordiendo apenas al contrario

No pudo evitar sonreír un poco ante las acciones del mayor. Continuó con el movimiento de su mano y con la restante tomaba el decolorado cabello, tirándolo apenas cuando seguía con aquel beso que el otro había comenzado-"Ya"-pensó y aparto sus manos del cuerpo ajeno, comenzando a bajar el cierre del pantalón, para luego quitárselo en su totalidad dejando al más bajo tan sólo en ropa interior. Sin siquiera tomar un pausa llevó su mano diestra al interior del mismo, empezando de aquella forma a tocar su miembro despierto-Si que estás animado-le susurró al oído y beso el mismo.

Se dejó quitar el pantalón mientras gemía por la atención recibida por el menor- Es.. Tu culpa... -logró decir entre jadeos mientras arqueaba apenas la espalda. Aunque sabía perfectamente lo que había ocurrido la noche anterior, aún se le resultaba extraña la situación. Nunca se hubiera imaginado que acabaría con él de esa forma pero ahora ya no le importaba. La necesidad de estar con el menor en ese momento era su prioridad en ese momento

-Lo sé-respondió con suficiencia mientras disfrutaba del espectáculo que le daban las reacciones del contrario, sin la menor duda aquellos gemidos y jadeos eran música para sus oídos-Gime más para mí, no te contengas...-ordenó al morder su cuello y le quito por completo su ropa interior, para luego aumentar el movimiento de su mano en aquella zona.

No pudo evitar gruñir apenas al escucharle. Esa forma de provocarle le encantaba. Otro gemido más sonoro escapó de sus labios por culpa de la mordida, repitiendo ese sonido cuando aumentó la velocidad de su mano- K-KyuHyun... -jadeó como pudo. Depositó las manos en las sábanas apretando con algo de fuerza mientras su espalda se arqueaba.

Lo mordió nuevamente al escuchar su gruñido y al sentir como aumentaban aquellos géminos comenzó a besar toda la piel que encontraba a su paso-Muy bien...-le susurró cerca de los labios mientras volvía a besarlo, con menos desenfreno de antes, pero con la misma pasión. Su mano continuó bajando y subiendo por su miembro, para luego presionar la punta del mismo con uno de sus dedos-Aún no-sentenció para comenzar a bajar hasta quedar a la altura de la entrepierna del mayor, llevó su boca hasta la punta del miembro ajeno y empezó a lamerlo lentamente, intentando de estirar aquel momento lo que más pudiese, no deseaba que el otro terminara tan rápido. Apartó su rostro empezó a bajar el cierre de su pantalón, sin dejar de mirar de forma provocativa a su compañero-Tranquilo…-exclamó a lo bajo al despojarse de su vestimenta y de la otra que también ya empezaba a molestarle, quedando así desnudo por completo, no quería que el otro tuviera temor en ese momento.

Sus gemidos seguían saliendo de sus labios, eran imposibles de contener por las acciones del menor. En cuanto sintió los dedos y sus palabras le observó sin comprender hasta que la lengua del menor le hizo volver a arquear la espalda. Sin duda el menor era admirable en ese aspecto. Al verle quitarse las prendas restantes un poco de temor vino a su mente. ¿En verdad lo haría de nuevo con él? Esta vez estaba consciente, podía detenerle si quería pero... ¿Quería? Negó mentalmente. A estas alturas ya había aceptado que sentía algo por él. Escuchó sus palabras y asintió levemente, decidiendo que confiaría en el menor.

-Shh...-exclamó a lo bajo mientras volvía a besarle, quería que se tranquilizara, aunque en parte se alivió de no ser rechazado al instante. El mayor podría haberse negado rotundamente, al fin y al cabo era obvio lo que ocurriría, pero no lo hizo-"Ahora si entenderás lo que ocurrió esa noche"-dijo en sus pensamientos mientras relamía sus propios dedos sin dejar de observarle-¿Acaso quieres hacerlo tú?-interrogó con un rastro de picardía sin detenerse y luego llevó con cuidado la mano hacía la entrada del mayor. Lo miró con algo de seriedad y luego volvió a atrapar sus labios con los suyos mientras empezaba a meter el primer dedo en su interior.

Correspondió el beso, relajándose un poco, cuando vio lo que hacía con sus dedos. Le miró algo confuso y al escuchar sus palabras desvió la mirada, algo avergonzado. Volvió a mirarle, correspondiendo su beso mientras sentía la intromisión. Se removió un poco, algo incómodo ya que no estaba acostumbrado. Un leve gemido salió de su boca entre el beso.

Continuó con el movimiento de sus dedos mientras que comenzaba a bajar por el rostro del mayor, volviendo nuevamente a marcar su blanco cuello. Luego de hacerlo empezó a introducir un segundo dedo, moviéndolo en el interior del otro como si fuera una tijera, intentando así de continuar preparando esa zona. Mordió con cuidado su piel y metió un tercer dedo, atrapando ahora nuevamente los labios del otro contra los suyos, de alguna forma quería distraerlo de toda esa parte incomoda.

Se mordió el labio al sentir el movimiento de su dedo, gimiendo leve por la mordida. Más tarde le reprocharía que le marcara tanto. No porque no le gustara, sino porque se lo reprocharían en la empresa. Volvió a gemir al sentir la segunda intromisión, arqueando su espalda. Algo parecido a un gruñido escapó de sus labios por el tercer dedo, el cual fue ahogado en los labios del menor. Poco a poco se acostumbraba a ello pero aún le era difícil

Le susurró que se tranquilizara al oído y deposito un corto beso en sus labios mientras retiraba con cuidado sus dedos del interior cuando noto que había hecho suficiente-Tranquilo, luego te gustara-volvió a repetir casi las mismas palabras que la noche que estuvieron juntos y beso su frente. Acomodó las piernas del contrario a ambos lados y cuando vio que estaba este en una mejor posición, empezó a acercar su miembro a la entrada del contrario, entrando lentamente en él.

Escuchaba las palabras del menor que lograban tranquilizarlo en cierta forma. Cerró los ojos cuando sintió el beso en su frente y respiró tranquilo mientras el contrario se acomodaba. Al sentir su intromisión gimió profundamente, apretando las sábanas con sus manos mientras arqueaba su espalda una vez más

Continuó adentrándose en el interior del mayor, sin dejar de besarlo en ningún momento, intentando así que se calmara más-Relájate o te dolerá más-le susurró deteniendo sus movimientos cuando sintió que ya era suficiente, hasta que el otro no estuviera listo no seguiría

Lo lograré, ya lo verás-7

Había sido un día largo, se había levantado desde temprano y estaba algo cansado. Sin mencionar que los sucesos de la noche anterior aún le rondaban en la cabeza. Cerró la puerta y se tumbó en la cama, pensando si vería al menor antes de dormirse. Llevó una mano a sus labios, tocándolos suavemente- Kyu... -susurró apenas antes de suspirar y cerrar los ojos

Suspiró cansado mientras entraba en el departamento, aquel día había sido cansador y mucho más Radio Star, el programa hoy estuvo algo complicado, pero por suerte pudo sobrellevarlo junto a los otros-Mi cabeza un día de estos estallara-se quejo con una simple sonrisa y bostezó, estaba algo cansado, igualmente no tenía planeado dormir tan temprano ese día-Tengo hambre...-buscó en la cocina del lugar, no había nada comestible que le agradara a la vista-Ah...Hay manzanas-exclamó a lo bajo y agarró una, para luego dirigirse hacía su habitación. Al entrar notó el cuerpo del mayor en la cama y lo miró-Buenas noches-dijo deteniendo sus mordidas en la manzana por unos segundos y continuó comiendo.

Abrió los ojos al escuchar la voz del menor, levantando apenas la cabeza- Buenas noches -susurró observándole unos segundos antes de buscar uno de sus peluches y estrujarlo contra su pecho- ¿Día largo? -preguntó al notar que el menor verdaderamente se veía cansado

-Sí, pero por lo menos sobreviví-exclamó con algo de ánimos y gracia a pesar de su cansancio, acercándose con paso lento hasta la cama del contrario- ¿Me extrañaste? -interrogó mirándole más de cerca.

Notó como el menor se acercaba, estrujando un poco más el peluche desvió un poco la mirada- Ne... -su voz era casi un hilo de lo suave que lo dijo. Aún estaba algo avergonzado por todo aquello

Sonrió al escuchar la mínima respuesta del mayor y se acercó a su rostro, quedando a un lado de su oreja- ¿Pensaste en mí? -le susurró a lo bajo, como si alguien más pudiera escucharle en ese momento, aprovechando la oportunidad para poner algo más nervioso al otro

Se estremeció al sentir el aliento del menor en su oreja. Removiéndose un poco nervioso asintió con la cabeza. Ese pequeño maknae había invadido sus pensamientos todo el maldito día, y no le había "abandonado" en ningún momento. En cierta forma le agradaba mucho pensar tanto en él, aunque no sabía del todo los sentimientos del otro, él podía estar bastante seguro de que le gustaba, solo que no sabía cómo decirlo

-Bien-contestó sin más cuando lo notó asentir y le tomó de la barbilla, depositando un fugaz beso en sus labios. En verdad le había agradado recibir aquella respuesta, también había estado pensando en el mayor, pero no lo expresaría con tanta libertad, tan sólo haría eso que tanto deseaba hace horas atrás-Lo tomare como un saludo de llegada-dijo con un tono divertido mientras tiraba el abrigo que llevaba sobre su propia cama y se aleja a prender la laptop.

Se sorprendió al sentir ese fugaz beso en sus labios. Escuchó sus palabras y se sonrojó levemente- Babo.. -susurró mientras le veía despojarse del abrigo y prender su laptop. Volvió a estrujar el peluche mientras sonreía amplio, aprovechando que el menor estaba de espaldas a él. En verdad podría llegar a acostumbrarse a esto.

Continuó comienzo su manzana mientras tecleaba en la laptop, gruñó un poco al ver un anunció en ella, al parecer tenía que actualizar algo- Ah...-levantó los hombros y dio aceptar, para luego girar mirando nuevamente al otro- Y... ¿Te encuentras bien de "aquello"?-interrogó con un rastro de picardía en su voz, pero en parte en verdad estaba preocupado por el mayor

No pudo evitar sonrojarse al escuchar su pregunta, así que ocultó sus mejillas detrás del muñeco mientras contestaba- Ne... Ya estoy mejor... Gracias por la pastilla de antes... -susurró mientras le miraba sobre el muñeco.

-Ah...De nada-contestó con un tono más normal y se colocó de pie nuevamente, sentándose cerca del mayor- No te tapes con el peluche, quiero verte-le dijo apartando el peluche de su vista- Mucho mejor-se acercó nuevamente a su oreja y la mordió con cuidado-Espero que estés mucho mejor pronto...-al terminar de decir aquello se puso de pie y se acercó a su placar, retirando un pantalón oscuro y una remera algo floja, aquello sería lo que se pondría para dormir. Comenzó a retirarse su camisa y al terminar volvió a darle una nueva mordida a su manzana-Tsk...Estas actualizaciones-se quejo a lo bajo al mirar la pantalla de su laptop y masajeó uno de sus hombros

Le observó acercarse y le dejó hacer, apartando el peluche de su rostro. La situación seguía poniéndolo nervioso por lo que desvió la mirada. Al sentir que le hablaba al oído un escalofrío recorrió su espalda completa. Volvió a observarle mientras se dirigía al placard, viendo cómo iba a cambiarse, por lo que volteó un poco para observarle, pero se contuvo volteando para el otro lado mientras jugaba con su peluche. Al escuchar su queja no pudo evitar reír un poco- Tienes que actualizar casi todas las noches... ¿Hace falta tanto? -preguntó mientras miraba la laptop.

-Es de un programa, no del videojuego-contestó mientras terminaba de colocarse la vestimenta superior y luego el pantalón oscuro- Aún me duelen los hombros- murmuró para sí mismo cuando se encontraba nuevamente sentado en la laptop, observando con un aire aburrido la pantalla de la misma, como si aquello fuera a apurar la dichosa actualización.

-¿Mm? ¿Te duele? -preguntó mientras lentamente se levantaba de su cama para colocarse detrás del menor- ¿Quieres un masaje? -preguntó algo avergonzado por su pregunta.

-¿Eh?-giró un poco su cabeza hacía su dirección y asintió- Claro -contestó mientras volvía a girar con su mirada al frente, aún no se había pasado el dolor que sentía y no le vendría mal un masaje en ese momento.

Sonrió al escuchar la respuesta del menor, posando sus manos en los hombros ajenos para empezar con un pequeño pero fuerte masaje- Me avisas si me paso con la fuerza, ¿arasso? -pidió mientras continuaba con sus acciones.

-Si...-dejo que el mayor presionara como quisiera sus hombros, dejando escapar unos leves quejidos por lo contracturado que se encontraba-Ah...Está bien SungMin-pronunció en un suspiro para intentar de que no pensara que le dolía ni nada parecido, el mayor era bueno en esas cosas.

Casi deja sus acciones al escuchar su quejido pero sus palabras le tranquilizaron. Continuó con los masajes, apretando los hombros, luego el cuello, parte de la columna vertebral- En verdad que estás muy contracturado... ¿No prefieres recostarte y que yo te haga mejor los masajes? -preguntó algo inseguro al menor.

-Ya...De acuerdo-pronunció con algo de cansancio mientras se ponía de pie y giró con cuidado su cuello. Caminó hasta su cama, retiro la prenda que llevaba en la parte superior de su cuerpo, dejando su torso desnudo y se recostó boca abajo- Ven -le llamó con un tono de voz tranquilo.

Le observó levantarse, notando como se quitaba la prenda superior. No pudo evitar sonrojarse un poco pero intentó negar la idea. Había visto muchísimas veces al menor sin remera, ¿por qué ahora le afectaba tanto? Disipó la idea y se acercó, sentándose sobre sus caderas para estar más cómodo. Volvió a comenzar con sus masajes

Dejo que el mayor hiciera lo que gustase con su espalda. El dolor de su espalda en ocasiones se notaba más con sus movimientos, dejando que de sus labios se escaparan quejas y en momentos leves gruñidos, pero bien sabía también que todo eso le ayudaría. Luego de unos minutos empezó a sentirse un poco relajado, el contrario estaba haciendo un buen trabajo-Sí que lo haces bien...-le murmuró a lo bajo

El escucharle quejarse y casi gruñir le causaba gracia, se podía notar cuan contracturado estaba. No detuvo los movimientos de sus manos en ningún momento. Escuchó al menor y sonrió- Gomawo... Me alegra ver que te ayuda... -susurró comenzando a recorrer la espalda media del contrario.

-Sí, me ayuda-susurró mientras asentía con su cabeza y deja escapar un largo suspiro, no muchas veces el mayor le hacía masajes y en verdad era muy relajante-Te pediré que lo hagas más seguido-dijo con un rastro de picardía y demanda en su voz.

Sonrió a sus palabras mientras seguía masajeando su espalda media, descendiendo hacia la baja, masajeando suavemente allí. Al escuchar sus últimas palabras ríe- ¿Me pedirás o me obligarás? -preguntó curioso sin detenerse en ningún momento.

-Si te resistes a hacerlos claramente te obligare-contestó sin más mientras agita un poco su cuerpo- Sal un momento -le dijo intentando de darse vuelta y cuando lo consiguió volvió a hacer que se sentara sobre él- ¿Harás que te obligue? -interroga sujetándolo de la parte trasera del cuello y lo atrae hacía su rostro.

Volvió a reír cuando escuchó que le obligaría, saliéndose un poco cuando le pidió aquello. Sorprendido se sentó de nuevo en el menor, abriendo los ojos por su acción- ¿C-Como podría? -intentó desviar la mirada un tanto avergonzado.

Sonrió al notar su reacción y corrió su rostro hasta tenerlo nuevamente de frente- No te resistas y no te obligare-contesta, aunque el bien sabía que igualmente lo haría-Sé bueno con tu dongsaeng...-susurró cerca de sus labios, para luego atraerlo hasta los propios, presionándolos contra los mismos con fuerza- Bien -se relamió los labios para luego morder el cuello del mayor, hace minutos se estaba resistiendo a tocarle y ya no lo soportaba-Juguemos un poco...-exclamó antes de volver a morderle.

Se estremeció al escuchar sus palabras. Le observó a los ojos, abriendo apenas sus labios al tener los contrarios tan cerca. Agradecía el haber podido hacerle masajes y el haber podido tocar toda su espalda pero el tenerle así solo conseguía provocarle. Correspondió el beso cuando sintió los labios ajenos sobre los propios. Un suspiro escapó de sus labios en cuanto sintió la mordida- ¿Ju-Jugar? -volvió a suspirar- ¿A-A qué jugaremos? -preguntó en su suspiro

-¿Quieres saberlo?-interrogó observándolo fijamente y antes de continuar hablando mordió con cuidado una de sus orejas -Ya verás a que jugaremos...-contestó rodeándolo con su brazos y volvió a atraerlo hasta él, comenzado así a devorar sus labios.

Lo lograré, ya lo verás-6

Lentamente se despertó de su sueño. Aún tenía los ojos cerrados pero sintió un agradable calor cercano a su cuerpo. Supuso que sería uno de sus peluches, por lo que abrazó con un poco más de fuerza el cuerpo que envolvían sus brazos pero al sentir que lo que allí tenía se movió solo abrió los ojos. Lentamente levantó la cabeza para encontrarse con el menor, dormido, sin ropa, en su propia cama-¿Pero qué..? -se miró a sí mismo y ahogó un pequeño grito al notarse totalmente desnudo. Se encontraba desnudo, junto al maknae, también desnudo, en su cama, los dos abrazados. ¡¿Cómo rayos había llegado a eso?! Su cabeza le dolía. Intentó levantarse pero una puntada en su trasero casi provoca que soltara un grito. ¡¿Qué era lo que había pasado?! Sin hacer ruido intentó soltarse del menor para salir de la cama. Grave error. Apenas se sentó otra puntada atravesó toda su espalda- Tsk.. -se quejó por lo bajo sin intenciones de despertar al menor.

Estaba profundamente dormido, hasta que empezó a sentir movimientos en la cama... ¿Y eso había sido un grito? Se empezó a mover un poco en la cama, hasta que volvió a escuchar la voz de algo. Se enderezó como pudo, quedando sentado en la cama, con las sabanas tapándole la mitad del cuerpo-¿Hyung...?-susurró algo adormilado aún mientras frotaba uno de sus ojos con una mano, de a poco su vista volvía a la normalidad. Bostezó a lo bajo y volvió a mirarlo...Notándole totalmente desnudo. Ahí recordó todo, cada una de las cosas que había pasado la noche anterior. Se quedó breves segundos congelados, mirándole, sin hacer mueca alguna. Por la expresión del contrario, estaba totalmente sorprendido-"Mierda, fantástico, no recuerda nada y ahora me montara un drama"-agarró su cabeza y gruñó a lo bajo, no tenía en claro cómo enfrentar aquello...Aunque él no tenía queja alguna con lo que había pasado, es más, aunque le costara reconocerlo le había gustado. Observó todo el cuerpo del más bajo y chasqueó su lengua, él era el que comenzaba a atraerle-"Mierda"-tocó la espalda del otro con cuidado-¿Estás bien?...

Escuchó la voz somnolienta del menor y se sobresaltó un poco. Genial, le había despertado y no tenía idea de cómo rayos hablarle, no se sentía listo. No le miró, no se atrevía a hacerlo. Temía lo que pudiese pasar. Vagas imágenes volaban por su mente: él junto al menor, quejándose de un mal día; luego ambos tomando vino; ellos extremadamente cerca el uno del otro.  ¿Acaso se habían acostado? El sentir la mano en su espalda le apartó de sus pensamientos, volvió a mirarle, intentando sonreír pero una mueca de dolor le atravesó el rostro, ya que otra puntada recorrió su espalda- M-Mianhae... Te desperté…

-No importa...-susurró al notar la mueca en el rostro del contrario, sin la menor duda no estaba bien... Aunque era obvio, el que había sido el de abajo había sido el mayor, era obvio que le dolería-"¿Qué mierda? ¿Y ahora por qué me preocupo?"-se cuestionó a sí mismo, pero no, podía ser una molestia y todo, las palabras que lo describían con exactitud...Pero a pesar de todo, pensaba en sus hyungs y sobre todo ahora en el que tenía a su lado, adolorido por algo de lo que también había formado parte-Espera-pronunció sin más mientras se ponía de pie, yendo al baño. Cuando estuvo allí rebusco entre las diferentes pastillas que tenían, hasta encontrar una que quizás le aliviaría un poco el dolor que tenía-Toma, espero que te ayude en algo-exclamó al volver luego de unos minutos, con un vaso de agua y la pastilla en ambas manos-No te hará nada malo...-pronunció mirando hacía otra dirección ofreciéndole los objetos.

Desvió la mirada nuevamente cuando escuchó al menor hablar. Esperó sentado en su cama, mucho más no podía hacer, el dolor era bastante grande, lo suficiente como para impedirle caminar. Le escuchó nuevamente mientras veía lo que el maknae le había traído- Gomawo... -agradeció sin mirarle. Tomó la patilla, bebiendo después el vaso completo de agua. Volvió a agradecerle, aún sin mirarle mientras le devolvía el vaso. Se sentía tan avergonzado que no era capaz de levantar la vista, menos al tener al menor desnudo frente a él

-Ah...-notó el rostro del otro y luego se miro, claro, aún continuaba desnudo. En otro momento se hubiese burlado de esa situación, pero hasta él seguía algo confundido. No todos los días te acuestas con tu compañero de grupo...Aunque no se había planteado la idea de no estar jamás con un hombre, eso no se lo esperaba en lo más mínimo-"Pero paso..."-se dijo a sí mismo mientras buscaba su ropa por el piso del cuarto, sí que no había tenido consideración en ser más cuidadoso y no tirarla tan lejos. Rió un poco a lo bajo mientras encontró nuevamente su ropa interior, poniéndosela, para luego hacer lo mismo con su pantalón. Cuando finalizó se acercó con paso lento a la cama del contrario y se sentó a su lado ¿Ahora qué haría?-"Hyung, ayer mientras estabas borracho me aproveche de ti "-No, ni en sueños se lo diría, además no se había aprovechado...El otro se lo permitió, aunque influenciado por el alcohol-...Mierda-se quejo a lo bajo y miró por encima del hombro al rubio, sin la menor duda él tenía una batalla interna peor que la suya-Yo...No me pude contener-pronunció con un tono bajo, esperando que entendiera el punto.

Le observó buscar su ropa interior. Ciertamente el menor tenía un cuerpo algo llamativo. Mientras el otro se colocaba los pantalones no pudo evitar morderse el labio. Negó rápidamente con la cabeza. Qué rayos estaba pensando?!? Desde cuándo veía de esa manera al menor?! Suspiró pesado mientras pensaba en algunas situaciones en las que se habían visto involucrados, en los shows y entrevistas. Él siempre había estado pendiente de lo que le pasaba al maknae, aunque recién ahora cayó en la cuenta de ello. Volvió a negar la idea. No podía ser que sintiera algo por su compañero de grupo y habitación. Desde cuándo? El escuchar al menor le apartó nuevamente de sus pensamientos. Prestó atención a sus palabras y sin poder evitarlo desvió la mirada- Kyu... Acaso... Tú y yo... -se mordió el labio inferior aún sin mirarle

-Si es lo que estas pensando...Sí-contestó sin más, volviendo a mirarle, expectante de alguna reacción. No sabía que esperar luego de todo aquello, pero si, se habían acostado juntos. En cierta parte aún se planteaba la idea de que lo obligo y que simplemente su idea de una "broma" se había escapado de sus manos ¿Acaso habría sido todo ese fanservice que hacían entre los miembros? Aunque nunca espero que pasaría de aquella forma el límite. Miró al mayor nuevamente y luego pensó, nunca le había visto a ninguno de los otros con otros ojos, vamos, siempre estaba trabajando, los roces y situaciones que tenían eran para complacer a las fans. Pero no, todo aquello se había derrumbado junto a lo poco que le quedaba de "cordura". Tenía al más bajo a un lado, desnudo y en su mente no pasaba nada más que tocarle. Exacto, no podía ser que estuviera tan descontrolado-...Me gusto-dijo casi sin pensarlo y sin medir todo lo que podían tener detrás aquellas palabras.

Suspiró pesado al escuchar sus palabras. "¡Rayos!" pensaba internamente. Se sentía totalmente indefenso y expuesto. A pesar de que siempre estuvo pendiente del menor, eso podía deberse a que, justamente, es el menor del grupo, es normal que uno esté pendiente de sus compañeros menores para que no les pase nada, ¿verdad? Apartó ese pensamiento. La cabeza aún le dolía, y agradecía porque ya no sentía las puntadas de dolor. Pero si le dolía a él y no al menor eso significaba que él había sido, "cómo era esa palabra?" intentaba recordar cuando finalmente lo hizo. ¿Acaso había sido el uke? No podía creer que el maknae de su propio grupo había... Nuevamente el menor le apartó de su mente, aunque algo agradecido esta vez- ¿Que.. Que te gustó? -le miró algo sorprendido por la pequeña declaración. A pesar de que no recordaba mucho, el tener al menor de esa forma a su lado no hacía más que incitarle para querer darle un beso, uno que sí recordara- Yo.. No sé qué opinar... -susurró volviendo a desviar la mirada. Odiaba no poder mirarle a la cara sin sentirse avergonzado.

-Claro, al fin y al cabo no recuerdas nada-pronunció con un tono ¿Malhumorado? Siquiera él comprendía del todo porque se sentía de esa manera, era obvio que el otro no recordaría nada por el alcohol. Quizás simplemente el otro estaba confundido, incomodo y quien sabe que otras cosas más ¿Y si a partir de ahora el comportamiento entre ambos cambiaba? Volvió a maldecir interiormente, no sólo se complicaría su vida laboral -aunque si quisiera el podría actuar que todo estaba bien- sino también el lazo amistoso o lo que fuera que formaron en esos años de estar juntos en el mismo grupo, conviviendo y en sí, creciendo. Bufó, aunque se lo cuestionara miles de veces llegaba al mismo punto: Él hizo aquello porque quería. No había sido influenciado por nada, quizás la idea de la broma había sido una simple escusa... ¿Entonces qué? Giró su cabeza lentamente hacía el otro y una sola idea cruzo su mente. Tomó con algo de torpeza el rostro del mayor y lo aproximó hasta el suyo, fundiendo sus labios en un beso. Cerró con fuerza los ojos, quería entender lo que le pasaba, que eso no había sido una simple equivocación ni nada similar. Si el mayor lo apartaba obtendría su rechazo y lo dejaría en paz, borraría todo lo que ocurrió en ese mismo momento.

El escuchar el tono molesto del otro le dolió. ¿Doler? Sí, le dolió, le dolía que el menor le tratase así pero no lo culpaba. Al fin y al cabo le estaba diciendo que le gustó pasar la noche con él y él no podía opinar nada porque no recordaba una mierda. Maldijo interiormente por no recordar nada. Suspiró frustrado, necesitaba saber qué pasaba por la cabeza del menor pero en especial necesitaba saber qué pasaba por la suya. Las imágenes aún eran borrosas aunque ciertos recuerdos volvían a él. Notó las manos del otro sobre su rostro, obligándole a verle cuando sintió sus labios. Al principio abrió los ojos, sorprendido de que hiciera semejante acción, pero poco a poco fue cerrándolos, notando todo lo que le pasaba y tenía que ver con el menor. Correspondió el beso con algo de timidez, tomando una de las manos ajenas para sostenerla con la propia.

Cuando sintió la mano del contrario sobre la suya fue como si le hubieran sacado un gran peso de encima, de a poco volvía la calma a su cuerpo. Se separó por unos segundos y luego de observar su rostro, volvió a besarle, con más intensidad que la vez anterior. Aprisionó los labios ajenos sobre los propios, apretándolos y luego mordiéndolos con algo de cuidado. Al volver a apartarse, sonrió un poco, de a poco iba entendiendo lo que ocurría, por lo menos con él. Empezó a moverse de la cama, quedando con sus pies sobre el suelo. Antes del levantarse del todo volvió hacia atrás y le robo un beso-SungMin, no planeo detenerme con facilidad...Menos ahora-exclamó sin dar demasiadas vueltas en el asunto, estaba en las manos del mayor comprender o no sus palabras. Aunque sino lo hacía no le importaba, se lo demostraría con acciones- Ahora descansa, lo necesitas-lo miró con un rastro de provocación en su mirar y se retiro del cuarto

Notó como el cuerpo del menor, y el propio, se relajaban gracias a ese beso. Cuando se separaron observó los ojos ajenos, volviendo a corresponder el beso con la misma intensidad. Le miró moverse por la cama, sonriendo avergonzado cuando le robó el beso. Escuchó sus palabras algo confundido. ¿Que no se iba a detener? Qué era lo que planeaba? Asintió a la última frase, notando esa mirada algo provocativa mientras le veía salir del cuarto. Cuando finalmente estuvo solo se despeinó, tomó una almohada y ahogó un grito en ella. Al fin se sentía descargado, eso era lo que le hacía falta. Se recostó en la cama, cubriéndose completamente mientras quitaba la almohada de su cara, dejando ver una torpe sonrisa- ¿Desde cuándo? -preguntó en voz alta sin importarle nada. Sus párpados pesaban y se sentía bastante cansado, así que prefirió dejarlo, cayendo lentamente en los brazos de Morfeo

Lo lograré, ya lo verás-5

Sus gemidos iban en aumento a medida que la velocidad y fuerza d las embestidas también aumentaban. Rodeó la cintura ajena con sus piernas, mordiendo apenas el lóbulo de la oreja del menor- Kyu.. -susurraba sobre la misma, aún rasguñando su espalda. Comenzó a mover también sus caderas, en busca de más placer. No podía contener sus gemidos, eran demasiado para no liberarlos

Roncos quejidos escavan de sus labios a sentir los rasguños y la mordida del mayor, pero todo era apaciguado por todo lo que estaba ocurriendo. Sus envestidas no hicieron más que aumentar con esos actos, mostrando totalmente el desenfreno que lo dominaba en ese momento. Buscó de forma desesperado los labios del más bajo, besándolo con total pasión y necesidad, mientras no podría evitar hacer lo mismo con cualquier parte de su piel cercana. Una de sus manos se apartó de los costados del otro, para bajar hasta el miembro del otro, al cual empezó a frotar con un ritmo veloz

Más gemidos salían de sus labios al sentirle dentro suyo, lo cual no hacía más que provocarle. Correspondió el beso de igual forma, mordiendo su hombro cuando abandona sus labios. Un nuevo gemido apareció en sus cuerdas vocales al momento en el que tomó su miembro- Kyu! -gimió profundamente mientras seguía rasguñándole la espalda. Sabía que dejaría marcas pero en ese momento no podía pensar en nada más que no fuese el menor. Deseaba sentirle completamente

Gimió al sentir la nueva mordida sobre su hombro, lo que provoco que los movimientos en su mano sobre el miembro del mayor aumentaran de velocidad. Continuó envistiéndolo con fuerza, sin considerar si al otro luego podría dolerle o no, en ese momento tan sólo la lujuria y poseer al contrario pasaban por su mente- SungMin...-susurró mordiendo su oreja por incontable vez en esa noche y luego de una fuerte envestida sintió como los gemidos del otro aumentaban mucho más. Sonrió de lado y siguió con el mismo ritmo.

El escuchar al menor decir su nombre le enloquecía a más no poder, y el sentir que le mordía aún más. Al momento de sentir esa fuerte embestida casi chilló. Había encontrado ese punto de placer, golpeando su próstata. Al sentir como el más alto continuaba con esas embestidas siguió con esos chillidos, mezclados con gemidos. Esos sonidos habían tomado control de sus cuerdas vocales y no se permitía pronunciar nada más.

Al notar que al fin había llega a "aquel punto" del mayor continuó con sus estocadas, intentando de volver a llegar a ese lugar para continuar haciendo gemir al otro de placer. Él tampoco podía evitar gemir cada tanto, la satisfacción que sentía en ese momento era incomparable, lo estaba disfrutando totalmente. Continuó así por muchos minutos más, besando y apropiándose de cada parte que podía del más bajo, sin importarle en lo más mínimo si aquello dejaba marca... Pero mejor, así podría obsérvalas y recordar todo lo que había hecho. Volvió a susurrar su nombre al oído, mientras comenzaba a sentir un cosquilleó en la parte inferior de su estomago, pronto se vendría, por lo cual acelero sus movimiento junto a los de su manos que aún no liberaban al miembro del contrario.

Siguió sin poder pronunciar palabra alguna por culpa de sus chillidos/gemidos que invadían la habitación. Sabía que no le faltaría mucho para correrse y el aumento de la velocidad de la mano solo acertaba más su idea. Volvió a gemir nuevamente- Kyu... Me… Ahhh... -gimió arqueando su espalda mientras se mordía el labio inferior.

-Yo...También-pronunció como pudo, sin detener sus movimientos en ningún instante. Luego de unas últimas estocadas sintió como una fuerte corriente le recorría el cuerpo, para luego terminar viniéndose en el interior del contrario, llenándolo con toda su esencia-Ah...-exclamó intentando de no caer sobre el otro, había quedado totalmente enceguecido por un momento-...Wo -exclamó con una leve sonrisa.

Al escucharle y notar como el menor se corría dentro de él no soportó más. Se corrió, manchando la mano ajena y su propio pecho mientras soltaba un gran y profundo gemido, quedando exhausto por haber llegado al clímax. Jadeando abrió los ojos para ver al menor, volviendo a cerrarlos luego- Aigo... -suspiró notándose todo el rostro lleno de sudor.

Cerró unos momentos los ojos, para luego volver a observar al mayor. Acercó una de sus manos al rostro ajeno y lo acarició, para luego volver a besarle. Con cuidado empezó a salir del interior del otro y se desplomó a un lado de este, jadeando, con su respiración por completo agitada. Estaba exhausto y como no estarlo luego de todo lo que hizo aquella noche. Giró su rostro nuevamente al más bajo y quedó observándolo- SungMin... -susurró rodeándolo con uno de sus brazos y luego muerde con cuidado una de sus orejas. Aunque no sería capaz de admitirlo abiertamente, lo había disfrutado

Sonrió al sentir la caricia, correspondiendo el beso. Se quejó apenas cuando el menor salió de su interior, viendo como se desplomaba a su lado. Al escuchar que le llamaba giró el rostro pero lo volvió en cuanto sintió que le rodeaba con el brazo, removiéndose un poco ante la mordida. Rió apenas, intentando apartarle pero una mueca de dolor se presentó en su rostro- Aish.. -se quejó mientras se dejaba hacer por el otro

Lo miró algo confundido por aquella queja, pero era de esperarse luego de todo lo que había pasado-Descansa...-exclamó a lo bajo depositando un corto beso en su mejilla, mientras lo tapa con la sabana de la cama, sin salir de su lado. Mientras se acomodaba se quedo pensando en lo que había ocurrido, aquel impulso lo había llevado a terminar...Así con el mayor. Pero no se arrepentía, en lo más mínimo-"Me preguntó como reaccionara al despertar..."-sonrió con algo de picardía al pensarlo, al fin y al cabo no era normal encontrarse con un chico a tu lado desnudo al despertarte, menos aún tu compañero de grupo. Igual no sabía si el otro lo recordaría... ¿Y eso le preocupaba?-"No importa"-frunció levemente el ceño, intentando de borrar todo aquello de su mente.

Asintió a sus palabras y se acurrucó a su lado. Su cabeza le dolía pero esperaba que luego de dormir se le pasara. Aquello parecía un sueño, algo irreal. Estar así con el menor realmente era algo que jamás se hubiese esperado, aunque no se arrepentía por nada. Suspiró una vez más antes de dejar de pensar en ello. Abrazó suavemente al maknae antes de cerrar sus ojos- Buenas noches Kyu.. -susurró dejando un beso en su pecho antes de caer dormido.

Abrió un poco los ojos al sentir los brazos del mayor rodeándolo y suspiro, despejando su mente de aquellos pensamientos que habían empezado a agobiarlo- Buenas noches SungMin...-susurró acariciando con cuidado su cabello y cerró los ojos, intentando también de conciliar el sueño y dejar de pensar en lo que ocurriría al día siguiente.

Mi pequeña casualidad-1 [re-escrito]

Aquí les dejo la priemra parte reescrita de "Mi pequeña casualidad". Espero lo disfruten~

Se pudo observar como una figura bajaba del tren, irguiéndose por completo para mostrar su gran altura. Un suspiro de alivio escapó de los labios de aquel chico, dejando ver luego una sonrisa algo pícara. Allí estaba Minho, regresando del extranjero gracias a un viaje de estudios, el cual había durado medio año.
-Muy bien… De vuelta a casa
Tomó sus maletas y empezó a emprender el viaje hacia su casa cuando un chico corrió hacia él, chocando contra su cuerpo por accidente, haciendo que ambos cayeran al suelo
-Au…- se masajeó un poco la espalda para calmar el dolor- Perdóname, no te vi. ¿Estás bien?- preguntó mientras miraba al chico con más atención, sin embargo, lo único que no pudo verle fueron los ojos por culpa del pelo que le cubría el rostro. Parecía más chico que él.
-Aigo… ¿eh? ¡Ah! Sí, ¡perdón! Estaba con demasiadas prisas y no presté atención por donde iba, mianhae- dijo haciendo una pequeña venia a modo de disculpa.
-No te preocupes, no es nada- dijo levantándose para sacudir sus prendas, dispuesto a ayudar al contrario, pero este se le adelantó.
- ¡Debo irme! ¡Lo siento de nuevo!- gritó empezando a correr para cumplir lo que debía hacer.
No pudo evitar preguntarse quién sería aquel chico, pero simplemente se limitó encoger sus hombros e ir hacia su casa de una vez.

Cuando llegó su madre se le abalanzó como si no lo hubiese visto en varios años.
-¡Yah! ¡Mamá! ¡Ni que me hubiese ido por 10 años!- Intentó zafarse del abrazo de la madre, lo cual le resultó imposible.
-¡¡Para mí fueron 20 años!!- dijo acongojada- Me alegro de que hayas vuelto a casa- Una sonrisa enorme se dibujó en los labios de la mayor, haciendo sonreír también a su hijo.
-Es bueno estar de vuelta- afirmó para luego abrazar a su madre más fuerte de lo que lo había abrazado ella.
Finalmente el reencuentro emotivo había terminado, por lo que subió a deshacer las maletas y acomodar las cosas que se había llevado a Japón, las cuales no habían sido demasiadas. Colocó la foto de su padre de nuevo en su mesa de noche, y se quedó mirando la foto por unos momentos, en los cuales su madre entró a traerle algo para que comiera.
-Gracias mamá- agradeció llevándose a la boca sus bocadillos preferidos- no tienes idea de lo que extrañaba esto- dijo señalando los bocadillos.
-Buena manera de comenzar tu renacimiento en Corea, ¿verdad?
-Ni que lo digas…
-¿Tienes pensado inscribirte en la escuela este año? ¿O quieres dejar pasar hasta el año que viene?
-Sabes que no puedo quedarme sin hacer nada, quiero ir a la escuela- dijo muy decidido.
-Muy bien, ¿recuerdas como llegar? La inscripción termina hoy.
El más alto abrió muy grande los ojos, salió corriendo de su cuarto, bajó las escaleras a velocidad supersónica y se fue de su casa para poder ir a la escuela. El problema fue que salió tan apurado que cuando llegó a recorrer media cuadra se dio cuenta que no llevaba sus botines, regresó a su casa, se calzó y emprendió el viaje hacia su antiguo colegio.
Las calles le eran familiares pero a pesar de todo terminó perdiéndose, haciendo que se sintiera bastante torpe, y no tuvo más remedio que detener a alguien para pedirle indicaciones, solo que al momento de pedirlas se le escapó un “anno” que corrigió rápidamente, causándole risas a quienes había detenido. Una vez que esas personas le recordaron cómo llegar siguió las instrucciones recibidas minutos atrás hasta que llegó a la escuela.
-No ha cambiado nada- miró nostálgico el que sería de nuevo su colegio en cuanto empezaran las clases- Si mal no recuerdo era por aquí- susurró metiéndose por un pasillo hasta llegar a recepción.
-¿Sí?- preguntó una chica detrás de un gran mostrador.
-Hola, quería anotarme para cursar- miró a la secretaria la cual no recordaba. "La deben haber cambiado mientras estuve fuera"
-Sí, un momento por favor- dijo mientras revolvía un poco sus papeles, entregándoselo luego- Por favor complétalos, así podrás pasar a hablar con el director.
En cuanto recibió el formulario buscó por la habitación una mesa para acercarse a completarlo pero al no encontrarla se resignó a escribir en el mostrador de la secretaria.

Mientras, fuera de esa habitación, Taemin miraba curioso al recién llegado.
-¿Qué hace aquí?- se preguntó a sí mismo. No podía ser coincidencia que el mismo día que se chocaba con un chico más tarde lo viera inscribiéndose en su propia escuela- ¿No está algo grande para venir a la secundaria?
-De hecho solo es 1 año mayor que tú- aquellas palabras tomaron por sorpresa al más chico, haciendo que se sobresaltara antes de mirar a su interlocutor.
-¡Hyung! ¡Me asustaste!- se quejó pucheroso mientras miraba a Jonghyung.
-Relájate, no era mi intención- comentó divertido mientras lo despeinaba
-¿Es solo un año mayor?- preguntó curioso. Por su altura parecía mucho mayor.
-Sí, de hecho es amigo de la infancia de Onew-hyung
-Ooohh…- fue lo único que pudo decir ya que el preceptor les dijo que no podían andar de fisgones por cualquier lado y los mandó fuera.

Por otro lado, Minho terminó de llenar el formulario sin prestarle demasiada atención a la situación que ocurría fuera de la habitación.
-Aquí tiene- dijo entregando los papeles
-Muy bien, el director te recibirá en unos minutos, por favor toma asiento- le pidió señalando las sillas al costado y hablando luego ella por el teléfono para anunciar que un chico nuevo le esperaba al director, recibiendo como respuesta que le hiciera pasar- Te está esperando- señaló la puerta como indicación de que podía pasar.
-Muchas gracias
La oficina del director estaba tal cual la recordaba: el escritorio a lo que parecían 2 metros de la puerta, la ventana enorme detrás de este para poder ver el patio, una silla también muy grande que le daba la espalda y los cuadros de graduado en la universidad del director entre fotos de su familia.
-Siéntate- la voz del director se escuchó proveniente de aquella enorme silla, aunque no podría asegurarse ya que no le veía el rostro.
-Me alegra que me reciba tan cordialmente, director. ¿No va a mostrarme su rostro?- el tono burlón ejercido por Minho, bien sabía él, haría cabrear a la autoridad de la escuela, por lo que una sonrisa divertida se había asomado en sus labios.
En cuanto la silla se giró se pudo ver la cara enojada del director solo para luego dejar ver una expresión de sorpresa. En verdad no se esperaba aquello, después de todo el más alto jamás le hablaba en ese tono, pero estaba seguro de la broma del más chico.
-¿Cuando has regresado?
-Hoy mismo, es que mi madre me ha dicho que hoy cerraban la inscripción- respondió tomando asiento delante del director.
-Entiendo, pero sabes que podríamos haber hecho una excepción contigo
-No quiero tener privilegios tantos privilegios
-Tú y tu humildad, en fin, sabes que eres bienvenido
-Muchas gracias director
Hablaron de los que serían sus nuevos horarios y luego de contarle como fue su intercambio en Japón decidió volver para su casa. El viaje lo había dejado realmente agotado
-Muy bien, entonces te veré el lunes por aquí
-Así será
Luego de despedirse con una venia cada uno salió del edificio para dirigirse a su hogar y pedirle a su madre que le prepare un baño caliente para cuando llegue.
-¡EH! ¡Minho!- una voz familiar para el recién llegado y una trepada en su espalda le hicieron tambalearse- ¡¡¡¡Flaming Charisma Minho is back!!!!
-¡Yah! ¡Maldito conejo! ¿Cómo estás?
-Eso debería preguntártelo yo, no te veo por medio año, ¿y ahora apareces de la nada en la escuela? ¿Cuándo llegaste?- Preguntó bajándose de encima del menor.
-Hoy mismo
-Adivino, hoy es el último día de inscripción, ¿verdad?
-Exacto, ¿quieres venirte a mi casa? Pensaba terminar de desempacar las cosas que me quedan en la maleta
-Lo siento, tengo que ayudar a mi mamá en la panadería. Pero dime, ¿que haces el viernes en la noche?
-Recién llego, aún no voy a tener planes- comentó divertido por el planteo del más grande.
-Ahora los tienes, sal conmigo y el grupo~
-¿Desde cuando tienes grupo?
-Desde que te fuiste y me dejaste solo- reclamó entre pucheros
-¡Yah! No pongas esa cara- se quejó mientras golpeaba suavemente la parte trasera de la cabeza ajena
-¡Yah! ¡Malo!- Le sacó la lengua riendo, recuperando parte de ese tiempo perdido y pensando en el que estaría por venir.
-Muy bien, el viernes pasa a buscarme, pero avísame cuando vayas a pasar. No quiero que llegues y esté en pleno baño.
-¿Yo? ¿Cómo se te ocurre siquiera que llegue sin avisar?- preguntó haciéndose por completo el desentendido con respecto a aquello.
-Sabes bien porque lo digo. Tengo que irme, me espera un baño caliente y mi camita calentita
-Ja ja muy bien, ¡hasta el viernes!- dijo mientras se alejaba para ir a ver a su madre.

Al llegar a la tienda de su madre, Onew se puso el uniforme de la panadería y comenzó a atender el lugar mientras su omma iba a hacer una entrega.
-¡Onew-hyung!- gritó Jonghyun entrando en la tienda- ¿ya vio quién regresó?
-Ah, ¿tú también lo viste?
-Sí, y se ve que Taemin lo conoció también
-Ah, ¿sí?- dijo realmente sorprendido de que los menores se conocieran entre sí- y ¿cómo se conocieron?
-No sé pero Taemin parecía mirarlo como si lo conociera de algún sitio
-Bueno, ya veremos si se conocen el viernes
-¿Qué pasa el viernes?
-Salimos, así que avísales a Taemin y a Key que nos juntamos en el bar de siempre a las 11, puede que luego busquemos alguna discoteca o algo..
-Muy bien, ¿yo junto a la manada como siempre?- dijo entre risas mientras recibía un golpe de parte del mayor- ¡Ey! ¿Por qué fue eso?
-¡No son ganado! ¡Son personas! Los dos son menores que tú así que deberías cuidarlos en vez de ir a coquetear con chicas y dejarlos solos como haces siempre- le reprochó mientras clavaba una mirada asesina en su persona, dejándole en claro que no estaba jugando.
-Ok ok… Me portaré bien… ¡Me voy Hyung! Debo volver temprano a casa, ¡hasta luego!-se despidió mientras salía de la tienda.

-¡Adiós!- le gritó a la vez que seguía atendiendo la tienda pensando en lo emocionante que sería este año.

Lo lograré, ya lo verás-4

Continuó luchando contra la lengua ajena, dispuesto a dar pelea cuando notó que el menor se erguía sobre su cuerpo. Le observó desde abajo mientras sentía como era liberado de sus pantalones. En cierta forma le aliviaba, la prenda ya le molestaba desde hacía un rato, pero también se sintió expuesto, la mirada del menor lo hacía sentir indefenso ante esta por lo profunda y penetrante que podía llegar a ser. Notó su maliciosa sonrisa y supuso que se avecinaba una pequeña tortura para su persona, y no se equivocaba. Comenzó con leves gemidos y suspiros, convirtiéndose en gemidos más profundos y fuertes. Sujetó las sábanas debajo de él mientras que de su boca seguían saliendo esos sonidos que jamás se imaginó que saldrían gracias al más alto

Aquellos gemidos eran música para sus oídos, cada vez que los escuchaba la excitación y pasión de su interior crecía más, incrementando la locura que ya sentía. Dejo la "tortura" que le proporciona al mayor, para volver a subir por el cuerpo del otro, volviendo así a sentir su respiración su rostro. Lamió y beso de un simple movimiento su mentón, para luego meter una mano en el interior de la única prenda que le quedaba al más bajo, empezando así a tocar su miembro claramente despierto. Con la mano restante empezó a bajar la ropa interior del contario, hasta que logro despojarlo de la misma. Ahora que lo tenía totalmente desnudo podía continuar con menos dificultad su tarea. Mientras que con su mano diestra empezaba a masajear sus testículos, la restante le prestaba particular atención a su miembro, recorriéndolo por toda su extensión con un ritmo algo veloz y continuó. Aproximó su rostro al pecho expuesto del otro, volviendo a recorrerlo con sus labios y lengua, muy bien sabía que con todo aquello el otro disfrutaría, al igual que él

Sonrió ante la lamida y el beso en su mentón, soltando un corto gemido al sentirle sujetar su miembro. Pudo notar como en menos de lo que creía había quedado desnudo delante del menor, mientras él solo se había quitado la camisa. Quería reclamarle pero las acciones de sus manos le impedían pronunciar alguna palabra coherente. Sin mencionar que la forma en la que recorría su pecho le estaba enloqueciendo. Sus gemidos seguían presentes, mientras sus manos se aferraban en cierta forma a las sábanas.

Bajo sin detener el movimiento de sus labios, hasta que llegó nuevamente al sector bajo del mayor. Mordió sus labios un poco mientras pensaba en lo que haría a continuación. Sostuvo la prenda del contrario y empezó a bajarla, tirándola luego a cualquier rincón apartado de la cama. Observó el miembro del mayor con una media sonrisa y volvió a agacharse hasta su altura, sosteniéndolo con una de sus manos, para luego recorrerlo en toda su extensión con su lengua. Cuando llegó a la punta se detuvo y la recorrió por unos segundos con su lengua-No, aún no-pronunció a lo alto, retirando su boca de allí, colocándose nuevamente sobre sus piernas. Llevó sus manos hasta su propio pantalón y empezó a retirarlo, bajando el cierre por completo, lanzándolo luego como había hecho con la última prenda del mayor-Ya me estaba cansando-exclamó volviendo a aproximarse al cuerpo del contrario, rozando su entrepierna aún cubierta sobre el despierto miembro del otro, quería que le rogara por más.

Seguía suspirando por las acciones del menor. En verdad sabía cómo enloquecerlo. Al momento de sentir la lengua ajena arqueó la espalda, soltando un gemido algo gutural. Abrió los ojos al escucharle- ¿Aún no? -preguntó entre jadeos al verle de nuevo entre sus piernas. Le observó quitarse sus pantalones mientras mordía su labio inferior. Volvió a suspirar al sentir sus entrepiernas rosarse- K-Kyu.. -susurró arqueando apenas la espalda una vez más. Tomó su rostro con las manos para atraerle y así besarle de nuevo, con un rastro de desespero en sus acciones.

Sonrió nuevamente al escuchar su nombre de la boca del contrario y correspondió a aquel beso, haciéndolo de forma totalmente desenfrena y pasional, sin dejar de empujar levemente su cuerpo, haciendo que la fricción entre sus entrepiernas continuara-SungMin...-pronunció con su voz ronca y algo agitada al alejarse. Ya empezaba a sentir el dolor que provocaba su erección, si continuaba así no podría resistirse más. Llevó sus propias manos nuevamente hacía la parte baja de su cuerpo, empezando así a deshacerse de aquella prenda que ya le incomodaba. Se acercó nuevamente, haciendo ahora que ambos miembros desnudos se rozaran entre sí, mientras volvía a atrapar los labios del mayor contra los suyos. Luego de unos minutos se detuvo, observándolo a los ojos, sin perder aquel rastro de lujuria que lo desbordaba en aquel momento. Ambos o por lo menos él, sabía lo que vendría si continuaban.

El escuchar su nombre salir de los labios del menor con aquella voz fue mágico. Le observó quitarse la prenda interior, notando aquel miembro bastante despierto ya. Un nuevo gemido salió de sus labios al sentir el roce, pero fue acallado por los labios ajenos. Correspondió el beso hasta que el menor lo cortó. Le observó a los ojos, notando esa lujuria que los invadía. Tragó en seco, intentando pensar en lo que estaba a punto de ocurrir pero su cabeza dolía a horrores, por lo que simplemente dejó de pensar, volviendo a atraerle para besarle tal y como lo había hecho antes

Continuó con aquel beso, deleitándose con cada rincón de la húmeda boca del mayor, saboreándolo como si de la mejor delicia del mundo se tratase. Se apartó a tomar aire y se acercó a uno de sus oídos, sin antes mover un poco su entrepierna para que rosara nuevamente la del contrario-¿Estás preparado?...-le susurró para luego besar su oreja, esperando que entendiera a lo que se refería.

Otro suspiro salió de sus labios ante el leve roce. Le escuchó con atención, mordiendo su labio inferior por la pregunta, por todo lo que esta significaba- N-Ne.. -susurró como pudo, ya que un nuevo suspiro salió de sus labios ante el beso del menor. Sabía a lo que estaba a punto de enfrentarse mas no le importó, esta sería una noche especial, o al menos eso esperaba

Al escuchar su respuesta volvió a depositar varios besos por el contorno de su rostro, hasta llegar nuevamente a sus labios-De acuerdo...-murmuró acercando un par de dedos hasta él-Lame-ordenó con un tono totalmente provocador mientras presionaba el miembro del otro con su mano restante

Se dejó hacer, notando como acercaba los dedos a su boca. El escucharle de esa forma solo consiguió provocarlo más. Comenzó a lamer los dedos del menor con algo de entusiasmo, mientras suspiros intentaban escapar por culpa de la acción de su otra mano.

El movimiento de su mano no hacía más que acelerarse al ver como el mayor "lubricaba" sus dedos, haciendo que de aquella forma el calor en su interior aumentara. Cuando notó que ya estaba todo listo, aparto su mano del otro y empezó a acercarla a la inexplorada entrada del más bajo. Aproximó el rostro hasta su cuello, dejando nuevas marcas en su camino, hasta que llegó nuevamente hasta su oído-Eres delicioso...-pronunció con su voz algo agitada y sensual, mordiendo apenas el lóbulo de la oreja. Mientras seguía dándole atención a aquella zona, comenzó a introducir un dedo en el interior del contrario-Tranquilo...-susurró moviéndolo con cuidado en su interior, sintiendo la presión sobre su dedo-Min...-volvió a pronunciar su nombre mientras volvía a besarlo, intentando así de apaciguar todo lo que estaba haciendo y comenzar a introducir un segundo dedo. Ya en el interior empezó a moverlos a ambos lados, como si fueran una tijera. Si lo haría, intentaría de hacerlo correctamente.

El escucharle decir aquellas palabras lo disparó hacia la lujuria. Se removió algo quejoso al sentir el dedo del menor, gruñendo apenas. En cuanto le escuchó y sintió el movimiento abrió la boca, dejando escapar suaves gemidos, aunque algo quejosos por la molestia que esto provocaba. Volvió a escucharle, notando sus labios aprisionados en un nuevo beso. Sintió la nueva intromisión, las sensaciones que esos movimientos le generaban eran indescriptibles. Abrió la boca nuevamente, dejando que el menor escuchara sus gemidos, gemidos que ni él mismo se creía capaz de hacer

Aquellos gemidos que salían de los labios del mayor lo enloquecían, mucho más al saber que era el mismo que los producía-"Hoy serás mío"-pensó en su mente mientras mordía el labio inferior del otro, volviendo a alejarse para así posicionarse mejor. Lo observó por completo por última vez, como si deseara guardar aquella imagen en su menoría, el cuerpo que en apenas unos minutos se uniría al suyo. Movió las piernas del rubio a ambos lados para así hacer menos dificultosa su tarea-...Luego lo terminaras disfrutando -pronunció con un rastro de picardía mientras comenzaba a introducir con cuidado su miembro por la entrada del mayor, intentando así de apaciguar aunque sea un poco el dolor. Al comenzar a introducirse más pudo notar la presión de las paredes de su interior, algo que quizás al comienzo resultaba incomodó, pero con el paso de los segundos le iba gustando. Igualmente, a pesar de la desesperación que sentía por continuar, iba a esperar alguna señal del mayor para continuar

Le observó desde abajo cuando se alejó, notando como se posicionaba entre sus piernas. Escuchó sus palabras y asintió levemente, sintiendo como se introducía en su interior. Un gemido profundo salió nuevamente de sus labios, acompañado de una mueca de dolor. Le dolía, pero sabía que aquello era así, que luego lo disfrutaría, tal como había dicho el menor. Cuando sintió que estaba completamente en su interior agradeció que no se moviese, ya que le dolía bastante. Una vez que se acostumbró le miró a los ojos, asintiendo apenas, esperando que el contrario comprendiera su gesto de que ya podía moverse

Al obsérvalo asentir comprendió y así, empezó a moverse, haciendo que su miembro entrara y saliera del interior del otro, comenzando con un ritmo leve. Un bajo quejido salió de sus labios al sentir aquella nueva sensación, estar en el interior del mayor lo enloquecía y fascinaba por completo. Mordió el cuello del contario, para luego atacar sus labios de forma desesperada, sin disminuir en ningún momento sus movimientos.

Gimió al sentir los movimientos del menor, notando como al principio aún le dolía, mas poco a poco comenzaba a acostumbrarse. El maknae sabía enloquecerlo, y eso le fascinaba, era demasiado todo lo que le hacía sentir. Un gemido un poco más sonoro salió de sus labios al sentir la mordida, correspondiendo el beso de igual forma mientras más y más gemidos escapaban de su boca. El placer era demasiado, y pensar que era el menor quien le proporcionaba tal placer le hacía enloquecer aún más

Sin la menor duda todas las sensaciones que recorrían su cuerpo le fascinaban, estar en el interior del contrario no hacía más que elevar aquella sensación. Mordió los labios ajenos mientras comenzaba a aumentar más sus envestidas, intentando así de aumentar el placer tanto para el contrario como para sí mismo. Leves y roncos gemidos empezaron a escapar de sus labios, tales que llegaban a los oídos del mayor, ya que había posicionado su cabeza a un lado de su cabeza-SungMin...

Llevó sus manos a la espalda ajena por tercera vez esa noche, rasguñándole por culpa del placer que el menor le estaba haciendo sentir. Todas aquellas sensaciones eran nuevas para él, y le gustaban. Le gustaba sentir al menor dentro suyo, que le mordiera los labios, que gimiera su nombre, que le provocara de mil formas. Todo lo que hacía le gustaba. Sintió como las embestidas aumentaban de velocidad, por lo que los gemidos aumentaron por parte suya. Mordió el cuello del menor, succionando apenas. Arqueó apenas su espalda y al escucharle pronunciar su nombre no pudo evitar gemir, pronunciando el nombre del maknae entre gemidos guturales- Kyu... -jadeó como pudo, ya que los sonidos que tanto enloquecían al menor se estaban apoderando de sus cuerdas vocales

Un par de quejidos salieron de sus labios al sentir aquellos rasguños y la mordida del mayor sobre su piel, pero eso no hacía más que aumentar la excitación que recorría su cuerpo. Sus envestidas no hacían más que aumentar y así mismo, también aumentaban los gemidos del contrario, algo que no terminaba de gustarle en lo más mínimo. Sus movimientos continuaron, tocando hasta la parte más profunda de su interior, sintiendo la calidez que le brindaba el otro