Como en los viejos tiempos [Links]

10 años han pasado desde aquel entonces
10 años han pasado desde que fueron "Hosts"
10 años han pasado y muchas cosas han cambiado

Pareja: KyoKao [Kyouya x Kaoru] con desliz Twincest


Me gustaba como quedaban los nombres de los capítulos así que los dejé como los tengo en amor-yaoi ♥ ¿Qué les pareció el fic? Ya tengo otra historia en proceso, así que esperen pacientes~!!

Como en los viejos tiempos 7 [Final]



-Hikaru, abre la puerta –dijo el menor de los gemelos, esperando en vano que su hermano le dejara pasar.

Al no obtener respuesta, luego de varios intentos, se sentó del lado exterior del cuarto, suspirando sonoramente. Hikaru, por su parte, permanecía igual que el menor pero en el interior de la habitación, ocultando el rostro entre sus brazos.

-Sé lo que pasó, de nada sirve que te escondas –susurró el profesor de literatura
-Tú no sabes nada, Kaoru…
-Entonces explícame…

Un silencio se apoderó del lugar, haciendo que ambos dudaran sobre si el otro seguía allí. Justo cuando el mayor estaba por abrir la puerta escuchó un golpetear irregular, prestando atención a este.

“…Hikaru”

Al parecer, su hermano estaba usando clave Morse como cuando eran pequeños.

-“¿Puedes repetir?” –pidió el mayor en Morse también.
-“Que si recuerdas cuando usábamos esto”
-“Claro que sí, ¿cómo olvidar los castigos que nos daban cuando nos portábamos mal?”
-“¿Recuerdas cuando casi nos descubren?”
-“Fue tu culpa por haberte reído tan fuerte”
-¡Oye! –Kaoru se quejó en voz alta antes de reír divertido, dejando un largo silencio- “¿Me dejarás entrar?” –preguntó ahora en Morse, esperando pacientemente.

Estaba por volver a cuestionarle cuando escuchó que la puerta se abría, permitiéndole el paso. Una vez dentro observó al mayor en el suelo con sus rodillas pegadas al pecho. Tranquilamente se sentó a su lado, permaneciendo los dos en silencio hasta que Hikaru recostó su cabeza en el hombro ajeno, siendo abrazado por su “reflejo”.
Un remolino de emociones invadió la cabeza del mayor. Odio hacia sí mismo, odio hacia Kyouya, arrepentimiento, muchos sentimientos encontrados revoloteaban en su cabeza mientras se mantenía acurrucado en los brazos del menor. Tranquilamente permanecieron allí, en silencio, casi parecía que no respiraban.

-Hikaru… -susurró el menor, rompiendo el ambiente- ¿Qué piensas?
-Eso no importa… ¿En qué piensas tú?

Con un ligero apretón sobre el hombro ajeno, Kaoru dejó escapar un suspiro, sin mirar a su hermano en ningún momento. El mayor, por su parte, sí se atrevió a mirar al ajeno, notando que este estaba teniendo una lucha interna mucho más grande que la propia; por lo que no dijo nada hasta que el contrario estuviera listo para hablar.

El menor de los gemelos estaba analizando cómo empezar la conversación. La realidad es que quería golpearlo, pero también deseaba acunarlo y quedarse los dos en su burbuja, en su mundo.

-Que problema –dejó escapar, absorto en sus pensamientos hasta que recordó dónde y con quién estaba, observándolo con una suave sonrisa- En que eres un gran idiota y a pesar de ello te amo porque sigues siendo mi hermano… Te perdono, Hikaru…

Ante aquellas palabras, el mayor se quedó congelado, procesando lo dicho hasta que sus ojos se humedecieron llenándose de lágrimas. Sin más remedio, rompió en llanto, siendo abrazado por su hermano, quien también dejó escapar algunas lágrimas.



Al día siguiente, Kyouya, Tamaki, Haruhi, Honey y Mori  aguardaban ansiosos en el despacho del director por saber cómo se había resuelto todo. En especial el secretario, el cual no paraba de hacer cálculos sobre la academia, cálculos que ya había hecho y revisado varias veces.

En el momento en que la puerta se abrió, todos dejaron lo que estaban haciendo para mirar a los gemelos entrar. Con las miradas de todos clavadas en ellos, se acercaron al muchacho de anteojos, mirándose entre sí un momento antes de Kaoru retroceder dos pasos, dejando actuar al mayor. Este observó al hombre frente a él, respirando profundo para luego estirar la mano.

Kyouya se quedó sorprendido, observando la mano, seguido de Hikaru y por último a su, ahora, novio. Finalmente clavó la mirada en el mayor de los Hitachiin, extendiendo la mano también para estrechar la ajena de esa forma. Ambos mantuvieron una expresión seria antes de sonreír con sutileza.

-Como lo hagas sufrir te mato
-Como te metas de nuevo entre nosotros me encargaré de ti personalmente.

Los demás observaron algo extrañados pero divertidos la situación, volviendo todos a un ambiente tranquilo. Con todo solucionado, cada uno se fue a dar su clase, quedando director y secretario solos en el despacho.

-Parece que todo se solucionó –comentó el rubio con una suave sonrisa
-Eso parece… Gracias, Tamaki

El de anteojos se volteó a ver a su amigo de la infancia con una sonrisa igual a la ajena.

-¿A mí? Si yo no hice nada~ -bromeó antes de que ambos rieran como cuando eran jóvenes.



Un tiempo después hubo un nuevo baile, esta vez con motivo de celebrar que Ouran había ganado el festival. Ahora todos los profesores estaban para recibir a los alumnos, el entretenimiento fue contratado y la comida bien recibida.

Mientras todos disfrutaban de la noche, un profesor salió al balcón como la vez anterior, siendo seguido por el secretario de nuevo.

-¿Mucho ruido? –preguntó Kyouya mientras se posaba al lado del pelirrojo.
-No… Solo quería estar a solas con mi novio
-¿Y cómo sabías que te seguiría?

Kaoru miró al mayor con una sonrisa divertida, viendo como el secretario no le miraba para nada.

-¿Soy tan obvio? –preguntó el pelinegro, mirando de reojo al menor para recibir un asentimiento de cabeza por parte de este, provocando sonrisas en ambos.

Kyouya miró ahora en toda regla al profesor, quedándose los dos en silencio.

-Esta noche vienes a mi casa –sentenció el secretario
-¿Y si me niego?
-No creo que tengas opción, Hitachiin
-Mmm… Solo por ser tú aceptaré esta vez, Ootori

Y con una sonrisa, ambos terminaron con la distancia entre sus cuerpos, uniéndose en un beso.

Mientras tanto, desde el interior del salón, un pelirrojo observaba la situación con una ligera sonrisa y brazos cruzados.

-¿Te preocupa? –la voz de Haruhi se hizo presente, aunque el mayor de los hermanos no la observó, este negó suavemente.
-Solo me alegra que esté feliz

La castaña le observó antes de sonreír, tomando su mano con suavidad.

-Baila conmigo~ Por los viejos tiempos

Ante aquellas palabras, el pelirrojo sonrió, asintiendo, dirigiéndose ambos al centro del salón para empezar a bailar con su amiga de la infancia, como en cierto baile del pasado.

A futuro

-Oye... Tu esposa vino hoy
-¿Ah sí? ¿Qué dijo?
-Insiste en que nos estamos acostando juntos... Ya no sé qué decirle...
-Pues dile que no ocurre y listo~
-¿Es en serio? ¿Acaso no estamos los dos desnudos en la misma cama?
-Sí... ¿Y?
-¡¿Cómo rayos esperas que le mienta tan descaradamente?!
-Haciéndolo... No es tan difícil, ¿acaso vas a decirme que nunca mentiste en tu vida?
-No es eso, y lo sabes...
-Ven aquí y deja de pensar tanto, quiero hacerlo otra vez~

Un futuro fic. ¿Qué les parece la temática? Aún no sobre quienes lo haré pero en cuanto pueda lo empiezo~

¿Opiniones?

Chan chan chaaaaaaaaan, se está acercando el final del fic de Ouran *0* ¿Qué fic les gustaría leer ahora? Ofrezco varias opciones, retomar "No soy un zorro cualquiera", un fic de Free con SouRin como pareja principal, un fic de Haikyuu con KuroKenma como pareja principal o que me digan ustedes algo específico. Sin embargo siempre tengo que tener terminado el fic antes de publicarlo, así que todo tomaría su tiempo, excepto el de SHINee xD ¿Qué les interesa más? :3

Imagen de mi hermoso bebé maricón porque hace mucho no publico algo de él(?)

Como en los viejos tiempos 6

Mientras secretario y profesor discutían sobre el pasado, Hikaru aún permanecía inmóvil en el pasillo cuando Honey y Mori llegaron, ayudándole a sentarse. Los mayores se miraron entre sí para luego volver al menor, al parecer la discusión había sido peor de lo que temían.

- Hika-chan~ No te desanimes~ No es la primera vez que discuten –El pequeño rubio trataba de levantarle los ánimos a su amigos mientras Takashi asentía de acuerdo con su primo- Seguro que se arreglan pronto~
- Nunca… -Un hilo de voz salió del pelirrojo, haciendo que los otros dos le prestaran especial atención- Nunca lo había visto tan enojado… Siquiera con Kyouya…
- Pero… Kao-chan nunca estuvo enojado con Kyou-chan… -Explicó el más bajo, haciendo que Hikaru le mirara- Él estaba herido, pero no enojado… Quién se enojó fuiste tú, Hika-chan

Poco a poco, el profesor de historia iba armando el rompecabezas en su mente, dándose cuenta de que su hermano tenía razón y que le había estado controlando demasiado.

- Creo que… Quizás me pasé de la raya… -Susurró con la mirada baja, pensando en cómo se debía de sentir su hermano en ese momento- Tengo que hablar con él.

En el instante en que trató de levantarse los primos le detuvieron, volviendo a sentarle de un empujón.

- Será mejor que no lo busques ahora… Se veía muy molesto cuando lo vimos pasar…
- Pero… Si no hablo ahora no sé cuándo tendré el valor de hacerlo…
- ¡Que no! Te quedas aquí con Takashi y conmigo.

Cuando Honey se ponía de ese modo, nadie podía detenerlo, por lo que Hikaru trató de pensar otra táctica, señalando detrás del rubio.

- ¿Qué hace un pastel en el pasillo?

En el momento en que esas palabras se escucharon, el más bajo ya se había volteado, esperando encontrar el dichoso pastel; claro que, como era de esperarse era mentira, y no había ningún pastel, solo la mano de Mori tocando el hombro de su primo mientras señalaba el pasillo cuando este le miró. La figura del gemelo corría ya bastante lejos de ellos dos, por lo que enseguida salieron corriendo tras él, esperando poder atraparle.

- Todo empezó unos días antes de que todo pasara. –Kyouya comenzó a contar lo ocurrido mientras Kaoru le observaba calmado— Yo estaba caminando por el pasillo, pensando en que iba a verte ya que tu hermano me había dicho que me esperarías en una de las aulas… Sin embargo, al entrar, era Hikaru quien estaba dentro.

El menor se tensó ante la idea de lo que podría haberle dicho su gemelo, después de todo, habían pasado muchas cosas en la secundaria y preparatoria.

- Con cierta desconfianza, entré –Continuó explicando el secretario— Iniciando las típicas discusiones sobre si yo te hacía feliz o no…
- Siempre metiéndose donde no le llaman –Acotó el pelirrojo antes de dejar continuar al otro.
- El problema derivó en que Hikaru, al haberse quedado sin excusas ni argumentos, me dijo las siguientes palabras: “Tú no haces feliz a Kaoru, ¿sabes por qué? Porque anoche me buscó a mí… Así es, Kyouya, se acostó conmigo, ¿y lo mejor? Le encantó”

Ante aquella declaración, el profesor de literatura se quedó helado, sin saber cómo responder a ello, siquiera se imaginaba que su hermano era capaz de tal cosa.

- La cuestión es que no creí demasiado en sus palabras, pero no podía evitar que invadieran mi mente, así que decidí comprobarlo preguntándote, a lo que tú me respondiste…
- Que sí había pasado algo… -Kaoru terminó la frase por su interlocutor, dejando salir un gran suspiro— El problema fue que, en ese entonces, no me dejaste explicarte…

Ootori miró al menor con una mirada triste, cerrando los ojos en frustración luego.

- Kyouya… ¿Puedo contarte cómo fueron las cosas en realidad? –Al recibir un asentimiento y la mirada nuevamente de su ex novio, el pelirrojo decidió proceder- Un poco antes de que tú me preguntaras sobre ello, Hikaru había estado demasiado alterado en casa, no lograba calmarlo de ninguna forma, incluso probé abrazarlo o lanzarle algo, cualquier cosa y nada funcionaba… Finalmente logré sentarlo preguntándole qué le ocurría pero no quería decirme… Cuando trató de levantarse lo detuve, en el forcejeo quedamos frente a frente y… Antes de darme cuenta Hikaru me estaba besando… En cuanto se separó se fue a su habitación, pero… Es todo lo que pasó. Cuando me preguntaste si había pasado “algo”, creí que te referías a eso…
-Parece que había planeado todo –Kyouya se quedó quieto un instante antes de apoyarse a un lado del menor en el escritorio, suspirando un poco— Al menos ya sabemos qué ocurrió y qué no…
- ¿Estás más tranquilo? –preguntó el pelirrojo mientras descansaba su cabeza en el hombro del contrario.
- Podría decirse… Al menos pude quitarme ese peso de encima… Lamento tanto lo que hice, Kaoru.

El menor se separó para colocarse frente al de anteojos, inclinándose ligeramente hacia adelante.

- Eres un gran tonto, Kyouya ~ Pero me alegra saber la verdad… Todos estos años –Susurró irguiéndose nuevamente— Traté de convencerme de que todo había sido un malentendido, que en realidad actuaste impulsivamente… Que no habías planeado herirme de esa forma… Creo que en parte mis pensamientos eran reales…
- ¿Me estás diciendo impulsivo, Hitachiin? –El mayor le observó con una ceja arqueada, sonriendo de lado.
- Así es, Ootori, cuando tu enojo te controla eres impulsivo, como todos los humanos, por muy bien planeadas que hagas las cosas.

Ambos hombres sonrieron como en los viejos tiempos, mirándose a los ojos antes de que el secretario se acercara al profesor, acariciando su mejilla con delicadeza. El tacto hizo que una corriente eléctrica los recorriera de los pies a la cabeza; mientras sus miradas se mantenían conectadas, la distancia entre ellos desapareció, dejando lugar a un beso de reencuentro. Los brazos de Kyouya rodearon la cintura ajena, mientras que Kaoru rodeaba el cuello impropio, uniéndose en lo que habían deseado desde hacía tanto.

Mientras la feliz pareja disfrutaba de su tan romántico momento, Hikaru había escuchado todo desde fuera, quedándose estático en la puerta. Aquello que había hecho hacía tanto años, aquellos confusos sentimientos hacia Haruhi que luego desenvolvieron hacia Kaoru, aquel beso que se había atrevido a dar a pesar de no estar completamente seguro sobre ello, parecía que su pasado había vuelto para atormentarle.

- Parece que sigo metiendo la pata… -Susurró el mayor de los gemelos con una triste sonrisa.

Lentamente se fue caminando por los pasillos, pareciendo un fantasma hasta salir de la academia, dirigiéndose a su casa.

Por su parte, Tamaki y Haruhi habían presenciado el cómo Hikaru llegaba y se quedaba quieto frente a la puerta, así que habían decidido ocultarse mientras observaban que no lo estropeara. Cuando notaron que se iba se miraron entre sí, preguntándose qué habría pasado cuando Honey y Mori llegaron, veloz como un rayo Tamaki los ocultó con ellos antes de ver como la parejita salía del aula conversando trivialidades.

- Debería buscar a Hikaru, tengo que hablar con él –Comentó Kaoru torciendo apenas los labios— Seguramente volvió a casa.
- Ve, yo me encargaré de que sus clases sean cubiertas por otros profesores. Llámame si necesitas ayuda –Y sin más se despidieron con un beso y una sonrisa, haciendo que quienes se ocultaban sonrieran satisfechos— Muy bien, salgan de ahí, sé que se están escondiendo –Kyouya habló fuerte para que le escucharan, viendo como todos salían algo apenados.

Los cuatro amigos se miraron un momento y sonrieron, mirando nuevamente al secretario, el cual también sonreía. Luego de que conversaran sobre lo bueno que era que ambos volvieran a estar juntos, le explicaron a Ootori que Hikaru había escuchado su charla al parecer, y que se había ido de la academia caminando.

Como en los viejos tiempos 5



Por su parte, Haruhi seguía a Kaoru, notando que el hombre frente a ella estaba tan molesto que ni se había percatado de la presencia ajena. Finalmente el más alto entró en un aula quedándose ella afuera para revisar que no saliera; cuando justo estaba por avisarle a través de un mensaje de texto a Tamaki dónde estaba, este llegó junto a Kyouya, empujándole prácticamente dentro de la habitación.

El secretario, por su parte, no parecía comprender el accionar del director, aunque no por ello le detuvo, puede que eso fuera lo que necesitaba para poder conversar por fin con aquel muchacho de madura actitud y cabellos rojizos que tan loco le traía.
Cuando estaba por voltearse a decir algo, se percató de que se encontraba dentro de una de las aulas, observando a su alrededor hasta verlo. Allí estaba él, mirando por la ventana como cada vez que se enojaba. A veces llegaba a ser terriblemente predecible.

- ¿No te preocupa que entre algún alumno? –El mayor alzó su voz para que le escuchara mientras se acercaba paso a paso.
- A esta hora no vienen a las aulas…
- Has aprendido mucho en este tiempo…
- Gracias a cierta persona lo aprendí a la fuerza.

Kaoru se mantuvo observando hacia fuera, teniendo una mirada algo triste en sus ojos, pues la discusión de antes le había afectado más de lo que le gustaría aceptar.

- Puede ser… ¿Quieres hablar? –Por fin Kyouya había llegado a su lado, manteniendo la distancia para no incomodar al menor.
- No… Es que… Tsk… ¿Cuándo aprenderá a no meterse en mis asuntos? Es mi vida...
- Lo has mimado demasiado, Kaoru…

En un suspiro el pelirrojo se volteó para ver a su interlocutor, demostrándole con su mirada que claramente no estaba ayudando; lentamente se alejó de la ventana para apoyarse en el escritorio de profesor. El secretario, le observó, quedándose en su lugar.

- ¿Nunca lo has hablado con él?
- Es… Difícil… Sigue con la misma actitud que tenía en secundaria…
- Pues si no lo hablas volverá a pasar algo como lo del pasillo…

Al escuchar eso el profesor de literatura se quedó callado, bajando la mirada apenado, ya que hubiera preferido que aquello no ocurriera. Kyouya, por su parte, se acercó para tomarle del mentón, obligándole a levantar la mirada, aprovechando en ese accionar para acariciar la mejilla ajena.

- Sé que podrás solucionar esto…
- C-Cállate… No hables como si supieras de mí…

Habiendo dicho eso, Kaoru intentó alejarse del contrario, siendo acorralado por este sin más escapatoria; observó a su obstáculo, sintiendo su rostro arder con fuerza.

- Yo creo que sí sé de ti…
- Tienes razón… Lo suficiente como para herirme sin siquiera esforzarte… Déjame, Kyouya.

Nuevamente trató de irse aunque no lo consiguió, pues el otro era un poco más grande que él de cuerpo, logrando impedir su paso con cierta facilidad.

- Kaoru, vine a hablar sobre eso… Por favor.
- Sabes que puedes hablarme sin estar así de pegado…

Ante aquellas palabras, el secretario se separó lentamente del ajeno, observándole fijamente.

- ¿Qué es lo que quieres hablar?
- No puedo continuar así… -El de anteojos trataba de ordenar sus pensamientos para no estropearlo, después de todo, estaba dejando casi por completo su orgullo de lado- Lo que pasó en ese entonces… Yo era muy joven… Un idiota prácticamente… No medí  las consecuencias que eso podría llevar y... –Justo en ese momento el menor le interrumpió.
- No me vengas con juegos, Kyouya, eras lo suficientemente maduro, de seguro mediste las consecuencias… Solo… Solo quiero saber  por qué…

Las palabras del menor eran más que serias, al igual que su expresión, claramente quería la verdad sobre lo que había ocurrido hacía tantos años. El mayor dejó escapar un suspiro de derrota, pensando por dónde empezar.

Listos?

Se acerca lo complicado en "Como en los viejos tiempos"~ Pronto sabrán por qué ♥
Mientras tanto, ¿les gusta cómo va tomando forma? Quiero opiniones, sugerencias, críticas, todo(?) No sean tímidos~
De paso aprovecharé a comentarles que voy a estar haciendo videitos cantando muy pronto, así que estén listos para conocerme(?)
Les dejo algo sobre lo que se vendrá pronto ;D

PD: las imágenes no me pertenecen, solo las acomode a mi gusto. Si alguien sabe el artista por favor diganme así lo publico 

Como en los viejos tiempos 4

Al día siguiente cada profesor impartió su clase como era debido, siendo Honey “secuestrado" tras dar su hora, seguido Mori y Haruhi.

- Sabes que simplemente puedes llamarnos a tu despacho, ¿no, Tamaki?
- Haru-chan~ No seas aguafiestas –Dijo el más bajito con tono alegre- ¿No te divirtió cómo nos secuestró? ¡A Takashi y a mí sí!
- Gracias Honey-Sempai, creo que el secuestro le da un toque misterioso al asunto ¿No crees, Haruhi?
- ¿Y bien? ¿Para qué nos “secuestraste”?

Mientras los cuatro creaban un plan a base de las locas ideas del director, los gemelos caminaban por los pasillos conversando sobre lo que habían dado en su hora para estar al tanto y así poder dar la clase del otro la próxima vez.

- ¿Pudieron entender “El retrato de Dorian Grey”? Parecían bastante perdidos cuando tocamos el tema la última vez –Hikaru, quien había impartido literatura como si fuera Kaoru hacía no mucho no estaba muy convencido sobre los alumnos de su hermano.
- Sí, lo que se dificultaba eran los textos excesivamente descriptivos ¿Y tus alumnos?
- Bastante bien, se ve que les interesó la historia de los Romanov. Bueno no los culpo, es bastante interesante, en especial cuando debatimos sobre si la revolución que se llevó a cabo fue justificada o no…
- Hikaru, a ti siempre te han gustado las revoluciones… No vayas a hacer una aquí.
- ¿Yo? ¿Cómo crees, Kaoru?

Ambos hombres rieron con entusiasmo, sentándose junto a una de las ventanas para poder enseñarse los apuntes sin complicaciones, justo cuando estaban terminando con ello, una figura se les presentó.

- Con ustedes quería hablar.
- Kyouya ¿Qué ocurre? –Preguntó el menor de los hermanos mientras el mayor ignoraba al recién llegado.
- Necesitaba que me dijeran luego el presupuesto de los trajes de la fiesta.
- Claro, más tarde te mando un mensaje.
- Está bien. Y… Oye, ¿luego podemos hablar, Kaoru?
- No –Hikaru se levantó de un salto, tomando la mano de su hermano- No pueden hablar. Vamos, Kaoru
- P-Pero… Hikaru…

Sin poder evitarlo, el menor terminó siendo arrastrado, mirando que el más alto se había quedado atrás; este los vio alejarse sin impedirlo, notando que se habían dejado unos apuntes, aparentemente de literatura.

- Ya se los daré luego…

Y sin más caminó en dirección contraria a los hermanos.

Por otro lado, Hikaru seguía sujetando la mano ajena hasta que esta se liberó de un tirón, obligándole a detenerse.

- ¡Ya basta, Hikaru! ¡Deja de comportarte como un niño!
- ¿Acaso quieres que ese imbécil te vuelva a lastimar?
- ¡Eso es algo que decido yo, no tú! ¿Qué sabes sobre lo que quiere hablar? Y si fuera sobre lo que pasó ¡¿Qué te importa?! ¡Es mi vida! Maldita sea.

Ante tal planteo, el mayor se quedó duro, mirando al que podría ser su reflejo, solo que con una mirada llena de rabia; el menor resopló molesto y se fue caminando a paso acelerado, dejando a su hermano aturdido atrás.

- ¿Entendido el plan?
- ¡Sí, capitán Tamaki!
- ¿En verdad funcionará? –La castaña no parecía tan convencida con respecto al plan del director.
- Haruhi, confía en mí.

Finalmente todos salieron del despacho del rubio, viendo que venía solo uno de los gemelos, cosa que extrañó a los cuatro.

- ¿Kaoru? ¿Dónde está Hikaru?
- No lo sé, ni me importa.

Dicho eso, el pelirrojo se alejó del grupo, aún caminando a paso acelerado. En ese momento, Tamaki reaccionó.

- Cambio de planes. Haruhi, sigue a Kaoru y avisa cuando se quede quieto; Honey, Mori, busquen a Hikaru e impidan que busque a Kaoru hasta que les avise; yo buscaré a Kyouya.

Mientras tanto el secretario había llegado a escuchar la discusión de los gemelos quedando algo sorprendido por ello. Habían sido pocas las veces que esa escena se había presentado ante él, no podía imaginarse a esos dos separados o enojados entre sí.

- Eso fue inesperado…

Dejó escapar esas palabras mientras seguía su camino contrario al de los hermanos. En estas situaciones la mejor opción era dejarlos solos, ya solucionarían sus problemas ellos mismos.

- ¡Kyouya!

La voz de su amigo de la infancia se hizo presente en los pasillos haciendo al de anteojos voltear para ver al rubio llegar corriendo y este sin decirle nada terminó por tomarle de la muñeca, obligándole a seguirle.

- ¡T-Tamaki! Espera, ¿A dónde vamos?
- A cumplir mí parte del trato y tú la tuya

♠ Buscando inspiración ♠

Holi~ Todavía no les traigo actualización, pero les preguntaré, ¿a alguien le gusta Prince of Tennis? Porque pensaba a lo mejor en un futuro escribir algo sobre la serie ♥ Posiblemente sería algo sobre Eiji ya que lo amo, es perfecto ♥ pero todavía no está decidido. También podría ser sobre la dirty pair <3 Tengo que meditarlo un poco todavía~
¿Sobre qué les gustaría que escribiera? Denme ideas!!



Hoooooooooolaaaaa

Estoy viva todavía(?) Es solo que empecé a trabajar y se me complica un poco aparecer xD
Tengo fanfics por terminar... Pero lamentablemente quedarán en hiatus hasta nuevo aviso. Necesito meterme nuevamente en el mundo del kpop para retomar "Una convivencia complicada" y "No soy un zorro cualquiera".
Por otro lado, tengo muchas ideas para fics nuevos, pero me abstendré de publicarlos a menos que estén terminados, como el de Ouran ♥
Espero se encuentren todos bien~ Estaré esperando sus opiniones sobre las historias, entre otras cosas ♥

Como en los viejos tiempos 3

Finalmente el momento de la fiesta había llegado. El director estaba demasiado entusiasmado para el gusto del secretario, aunque este tenía otras cosas de las qué preocuparse en esos momentos. Los alumnos iban llegando, siendo recibidos por algunos de los profesores. Entre ellos, los gemelos y Haruhi. El vestido de la profesora quedaba demasiado bien con el cuerpo de mujer adulta que poseía hoy día. Se trataba de un vestido largo hasta las rodillas con un corte a la altura del busto. El color rosa suave le daba cierto aire de niña, pero con el sutil maquillaje, los zapatos y un pequeño adorno que llevaba en el cabello, no cabía duda de que se trataba de una mujer.

Por su parte, los hermanos llevaban cada uno un traje, el cual se amoldaba perfectamente a su cuerpo. Hikaru vestía un saco color vino, una camisa blanca con un moño y pantalones negros al igual que sus zapatos. Kaoru, en cambio, estaba igual que el mayor, excepto que su saco era color azul marino.
Ambos hombres se encontraban junto a su amiga de la secundaria, conversando mientras saludaban a los recién llegados.

-¿Alguno ha visto a Honey? –la castaña estaba algo preocupada de que el pequeño rubio se hubiera quedado comiendo los bocadillos de la fiesta en lugar de venir a recibir a los alumnos.
-Relájate, Mori se encargará de traerlo –canturreó el mayor de los gemelos.
-Además, aún están en horario

Justo en ese momento llegó Tamaki con cara de niño en navidad, tomando la mano de la chica con una sonrisa casi más grande que su rostro. Su traje blanco con detalles en dorado hacía resaltar aún más sus azulados ojos.

-¡Haruhi! –el rubio parecía de nuevo aquel muchacho de secundaria alta, tan alegre y risueño como siempre- Vamos a bailar por todos los bailes que no pude invitarte cuando nos conocimos
-P-pero… Tamaki… Tenemos que recibir a los alumnos…
-Es verdad… ¡Hagamos como en los viejos tiempos!
-Pero señor –interrumpieron los hermanos al unísono- Haruhi ahora está vestida como mujer…

En el momento en que el director iba a proponer algo más, una carpeta cubrió el rostro de este, apareciendo Kyouya a su lado con su suave sonrisa.

-Deja de decir tonterías, Tamaki
-Kyouya senpai… ¿Sabes dónde están Honey y Mori? –la castaña seguía preocupada por ese par, cosa que causó ternura en los pelirrojos.
-Ah... Ellos se están preparando para el espectáculo

Los cuatro amigos se miraron tratando de comprender mientras el de anteojos sonreía sutilmente como siempre.
Antes de que nadie pudiera preguntar nada, habiendo arribado y entrado todos los alumnos, las luces se apagaron para dejar el escenario iluminado. Allí, parados con sus trajes de artes marciales, estaban Honey y Mori. Al parecer hacían una presentación sobre las técnicas que sabían.
Al principio hicieron algunas demostraciones ellos dos hasta que pidieron un voluntario. Justo en ese momento, ambos primos se miraron para luego sonreír, señalando a Tamaki. El director se señaló un instante antes de pasar al escenario

Mientras la demostración seguía, Hikaru y Haruhi se reían de cómo su amigo de secundaria era lanzado por los aires. Kaoru había salido al balcón para tomar algo de aire, siendo seguido por el secretario de Ouran. El menor estaba tan absorto en sus pensamientos que ni se percató de que le había seguido hasta que escuchó una voz familiar.

-Hace cuánto no te veía así de solo…
-Supongo que necesitaba aire… -el pelirrojo ni se volteó para responderle, solo miraba a lo lejos.
-No te sale bien mentir, Hitachiin

En el momento en que su apellido fue nombrado por esa sensual voz, como en los viejos tiempos, el menor sintió su cuerpo estremecerse como si una corriente eléctrica le recorriera la espalda.

-Cállate, Kyouya… ¿Qué quieres aquí?
-Cuanto desprecio… Pareces tu hermano… Solo venía a ver como estabas

Tranquilamente el mayor se acercó para posarse en el barandal del balcón, mirando al horizonte como el contrario. Kaoru le observó de reojo, desviando la mirada en cuanto notó que el otro iba a mirarle, sintiéndose incómodo y nervioso.

-Si buscas molestarme entonces prueba otro día, no estoy de humor
-Mm…

Habiendo pronunciado eso solamente, Kyouya decidió tomarle de la muñeca para hacerle voltear, acorralándolo entre su cuerpo y el borde del balcón. Con su mano libre tomó el mentón del menor, dejando su rostro peligrosamente cerca del ajeno, apreciando sus ojos con su afilada mirada.
Kaoru, por su parte, se había quedado duro por el repentino accionar del otro, sintiendo la respiración impropia chocar contra sus labios. Su cuerpo entero temblaba, presa de los nervios al igual que sus manos, las cuales reaccionaban ante cada nuevo tacto.

-K-Kyouya… A-Aléjate –a pesar del temblor que dominaba sus extremidades, luchaba por soltarse del agarre.
-¿Por qué debería? Si tu rostro se ve tan lindo así… -poco a poco el mayor iba acortando distancias entre ambos rostros. Kaoru aún trataba de zafarse, aunque sus fuerzas habían cedido considerablemente, casi entregándose a la situación.

Sin embargo, antes de que los labios de ambos hicieran contacto, un estruendo pinchó la pequeña burbuja que se había generado alrededor de ambos. Al observar el causante de tal sonido, pudieron ver la espalda de Tamaki, resbalando desde el medio del ventanal hasta abajo. El pelirrojo aprovechó el desconcierto del de anteojos, dándole un pequeño empujón para así soltarse finalmente, entrando nuevamente y a gran velocidad a la fiesta.

Kyouya, por su lado, observó el rubio resbalar hasta sentir el impulso generado por el otro, volteando para ver como el profesor salía corriendo. No trató de detenerle, sino que le dejó escapar. Puede que aprovechara aquello luego, pero mientras tanto debía regresar para seguir atendiendo todos los asuntos administrativos que esas veladas llevaban.
El resto de la noche pasó sin mayores dificultades, siendo una fiesta muy animada en todos los aspectos.