Mi pequeña casualidad-1 [re-escrito]

Aquí les dejo la priemra parte reescrita de "Mi pequeña casualidad". Espero lo disfruten~

Se pudo observar como una figura bajaba del tren, irguiéndose por completo para mostrar su gran altura. Un suspiro de alivio escapó de los labios de aquel chico, dejando ver luego una sonrisa algo pícara. Allí estaba Minho, regresando del extranjero gracias a un viaje de estudios, el cual había durado medio año.
-Muy bien… De vuelta a casa
Tomó sus maletas y empezó a emprender el viaje hacia su casa cuando un chico corrió hacia él, chocando contra su cuerpo por accidente, haciendo que ambos cayeran al suelo
-Au…- se masajeó un poco la espalda para calmar el dolor- Perdóname, no te vi. ¿Estás bien?- preguntó mientras miraba al chico con más atención, sin embargo, lo único que no pudo verle fueron los ojos por culpa del pelo que le cubría el rostro. Parecía más chico que él.
-Aigo… ¿eh? ¡Ah! Sí, ¡perdón! Estaba con demasiadas prisas y no presté atención por donde iba, mianhae- dijo haciendo una pequeña venia a modo de disculpa.
-No te preocupes, no es nada- dijo levantándose para sacudir sus prendas, dispuesto a ayudar al contrario, pero este se le adelantó.
- ¡Debo irme! ¡Lo siento de nuevo!- gritó empezando a correr para cumplir lo que debía hacer.
No pudo evitar preguntarse quién sería aquel chico, pero simplemente se limitó encoger sus hombros e ir hacia su casa de una vez.

Cuando llegó su madre se le abalanzó como si no lo hubiese visto en varios años.
-¡Yah! ¡Mamá! ¡Ni que me hubiese ido por 10 años!- Intentó zafarse del abrazo de la madre, lo cual le resultó imposible.
-¡¡Para mí fueron 20 años!!- dijo acongojada- Me alegro de que hayas vuelto a casa- Una sonrisa enorme se dibujó en los labios de la mayor, haciendo sonreír también a su hijo.
-Es bueno estar de vuelta- afirmó para luego abrazar a su madre más fuerte de lo que lo había abrazado ella.
Finalmente el reencuentro emotivo había terminado, por lo que subió a deshacer las maletas y acomodar las cosas que se había llevado a Japón, las cuales no habían sido demasiadas. Colocó la foto de su padre de nuevo en su mesa de noche, y se quedó mirando la foto por unos momentos, en los cuales su madre entró a traerle algo para que comiera.
-Gracias mamá- agradeció llevándose a la boca sus bocadillos preferidos- no tienes idea de lo que extrañaba esto- dijo señalando los bocadillos.
-Buena manera de comenzar tu renacimiento en Corea, ¿verdad?
-Ni que lo digas…
-¿Tienes pensado inscribirte en la escuela este año? ¿O quieres dejar pasar hasta el año que viene?
-Sabes que no puedo quedarme sin hacer nada, quiero ir a la escuela- dijo muy decidido.
-Muy bien, ¿recuerdas como llegar? La inscripción termina hoy.
El más alto abrió muy grande los ojos, salió corriendo de su cuarto, bajó las escaleras a velocidad supersónica y se fue de su casa para poder ir a la escuela. El problema fue que salió tan apurado que cuando llegó a recorrer media cuadra se dio cuenta que no llevaba sus botines, regresó a su casa, se calzó y emprendió el viaje hacia su antiguo colegio.
Las calles le eran familiares pero a pesar de todo terminó perdiéndose, haciendo que se sintiera bastante torpe, y no tuvo más remedio que detener a alguien para pedirle indicaciones, solo que al momento de pedirlas se le escapó un “anno” que corrigió rápidamente, causándole risas a quienes había detenido. Una vez que esas personas le recordaron cómo llegar siguió las instrucciones recibidas minutos atrás hasta que llegó a la escuela.
-No ha cambiado nada- miró nostálgico el que sería de nuevo su colegio en cuanto empezaran las clases- Si mal no recuerdo era por aquí- susurró metiéndose por un pasillo hasta llegar a recepción.
-¿Sí?- preguntó una chica detrás de un gran mostrador.
-Hola, quería anotarme para cursar- miró a la secretaria la cual no recordaba. "La deben haber cambiado mientras estuve fuera"
-Sí, un momento por favor- dijo mientras revolvía un poco sus papeles, entregándoselo luego- Por favor complétalos, así podrás pasar a hablar con el director.
En cuanto recibió el formulario buscó por la habitación una mesa para acercarse a completarlo pero al no encontrarla se resignó a escribir en el mostrador de la secretaria.

Mientras, fuera de esa habitación, Taemin miraba curioso al recién llegado.
-¿Qué hace aquí?- se preguntó a sí mismo. No podía ser coincidencia que el mismo día que se chocaba con un chico más tarde lo viera inscribiéndose en su propia escuela- ¿No está algo grande para venir a la secundaria?
-De hecho solo es 1 año mayor que tú- aquellas palabras tomaron por sorpresa al más chico, haciendo que se sobresaltara antes de mirar a su interlocutor.
-¡Hyung! ¡Me asustaste!- se quejó pucheroso mientras miraba a Jonghyung.
-Relájate, no era mi intención- comentó divertido mientras lo despeinaba
-¿Es solo un año mayor?- preguntó curioso. Por su altura parecía mucho mayor.
-Sí, de hecho es amigo de la infancia de Onew-hyung
-Ooohh…- fue lo único que pudo decir ya que el preceptor les dijo que no podían andar de fisgones por cualquier lado y los mandó fuera.

Por otro lado, Minho terminó de llenar el formulario sin prestarle demasiada atención a la situación que ocurría fuera de la habitación.
-Aquí tiene- dijo entregando los papeles
-Muy bien, el director te recibirá en unos minutos, por favor toma asiento- le pidió señalando las sillas al costado y hablando luego ella por el teléfono para anunciar que un chico nuevo le esperaba al director, recibiendo como respuesta que le hiciera pasar- Te está esperando- señaló la puerta como indicación de que podía pasar.
-Muchas gracias
La oficina del director estaba tal cual la recordaba: el escritorio a lo que parecían 2 metros de la puerta, la ventana enorme detrás de este para poder ver el patio, una silla también muy grande que le daba la espalda y los cuadros de graduado en la universidad del director entre fotos de su familia.
-Siéntate- la voz del director se escuchó proveniente de aquella enorme silla, aunque no podría asegurarse ya que no le veía el rostro.
-Me alegra que me reciba tan cordialmente, director. ¿No va a mostrarme su rostro?- el tono burlón ejercido por Minho, bien sabía él, haría cabrear a la autoridad de la escuela, por lo que una sonrisa divertida se había asomado en sus labios.
En cuanto la silla se giró se pudo ver la cara enojada del director solo para luego dejar ver una expresión de sorpresa. En verdad no se esperaba aquello, después de todo el más alto jamás le hablaba en ese tono, pero estaba seguro de la broma del más chico.
-¿Cuando has regresado?
-Hoy mismo, es que mi madre me ha dicho que hoy cerraban la inscripción- respondió tomando asiento delante del director.
-Entiendo, pero sabes que podríamos haber hecho una excepción contigo
-No quiero tener privilegios tantos privilegios
-Tú y tu humildad, en fin, sabes que eres bienvenido
-Muchas gracias director
Hablaron de los que serían sus nuevos horarios y luego de contarle como fue su intercambio en Japón decidió volver para su casa. El viaje lo había dejado realmente agotado
-Muy bien, entonces te veré el lunes por aquí
-Así será
Luego de despedirse con una venia cada uno salió del edificio para dirigirse a su hogar y pedirle a su madre que le prepare un baño caliente para cuando llegue.
-¡EH! ¡Minho!- una voz familiar para el recién llegado y una trepada en su espalda le hicieron tambalearse- ¡¡¡¡Flaming Charisma Minho is back!!!!
-¡Yah! ¡Maldito conejo! ¿Cómo estás?
-Eso debería preguntártelo yo, no te veo por medio año, ¿y ahora apareces de la nada en la escuela? ¿Cuándo llegaste?- Preguntó bajándose de encima del menor.
-Hoy mismo
-Adivino, hoy es el último día de inscripción, ¿verdad?
-Exacto, ¿quieres venirte a mi casa? Pensaba terminar de desempacar las cosas que me quedan en la maleta
-Lo siento, tengo que ayudar a mi mamá en la panadería. Pero dime, ¿que haces el viernes en la noche?
-Recién llego, aún no voy a tener planes- comentó divertido por el planteo del más grande.
-Ahora los tienes, sal conmigo y el grupo~
-¿Desde cuando tienes grupo?
-Desde que te fuiste y me dejaste solo- reclamó entre pucheros
-¡Yah! No pongas esa cara- se quejó mientras golpeaba suavemente la parte trasera de la cabeza ajena
-¡Yah! ¡Malo!- Le sacó la lengua riendo, recuperando parte de ese tiempo perdido y pensando en el que estaría por venir.
-Muy bien, el viernes pasa a buscarme, pero avísame cuando vayas a pasar. No quiero que llegues y esté en pleno baño.
-¿Yo? ¿Cómo se te ocurre siquiera que llegue sin avisar?- preguntó haciéndose por completo el desentendido con respecto a aquello.
-Sabes bien porque lo digo. Tengo que irme, me espera un baño caliente y mi camita calentita
-Ja ja muy bien, ¡hasta el viernes!- dijo mientras se alejaba para ir a ver a su madre.

Al llegar a la tienda de su madre, Onew se puso el uniforme de la panadería y comenzó a atender el lugar mientras su omma iba a hacer una entrega.
-¡Onew-hyung!- gritó Jonghyun entrando en la tienda- ¿ya vio quién regresó?
-Ah, ¿tú también lo viste?
-Sí, y se ve que Taemin lo conoció también
-Ah, ¿sí?- dijo realmente sorprendido de que los menores se conocieran entre sí- y ¿cómo se conocieron?
-No sé pero Taemin parecía mirarlo como si lo conociera de algún sitio
-Bueno, ya veremos si se conocen el viernes
-¿Qué pasa el viernes?
-Salimos, así que avísales a Taemin y a Key que nos juntamos en el bar de siempre a las 11, puede que luego busquemos alguna discoteca o algo..
-Muy bien, ¿yo junto a la manada como siempre?- dijo entre risas mientras recibía un golpe de parte del mayor- ¡Ey! ¿Por qué fue eso?
-¡No son ganado! ¡Son personas! Los dos son menores que tú así que deberías cuidarlos en vez de ir a coquetear con chicas y dejarlos solos como haces siempre- le reprochó mientras clavaba una mirada asesina en su persona, dejándole en claro que no estaba jugando.
-Ok ok… Me portaré bien… ¡Me voy Hyung! Debo volver temprano a casa, ¡hasta luego!-se despidió mientras salía de la tienda.

-¡Adiós!- le gritó a la vez que seguía atendiendo la tienda pensando en lo emocionante que sería este año.