Luego de meditarlo un momento, este asintió, sonriendo de manera muy tímida, haciendo que el contrario hiciera lo mismo.
Finalmente ambos se encontraban con sus prendas inferiores despojadas,
permitiendo ver ambas erecciones más que despiertas. Al ver esto el
mayor curvó ligeramente sus comisuras, llevando su mano allí para
masturbarle un poco, tomándole por sorpresa totalmente.
-¿Q-Qué haces?
-Te hago disfrutar… Si te excitas más ayudará a dilatarte…
-P-Pero… Ahh…
Sin ser capaz de replicar solo dejó al más alto hacer mientras suaves y jadeantes gemidos escapaban de sus labios.
-Date vuelta…
Sandeul obedientemente se volteó, dejando su espalda visible para luego
sentir el cuerpo ajeno pegarse al propio, notando también la erección
ajena restregarse contra sus nalgas, acción que provocó que un gemido
gutural sonara en aquel pequeño armario.
-Eres un pequeño pervertido… Mira como te pones…
-P-Pero… Minho ah… N-No digas eso…
-¿Por qué no? Si es la verdad…
Mientras pronunciaba esas palabras, poco a poco comenzó a bajar por su
espalda, dejando ligeras marcas de mordidas y succiones, llegando
finalmente al trasero ajeno, el cual masajeó con intensidad, disfrutando
de lo bien formado que este estaba.
-Dios… Tus nalgas… Son tan perfectas…
-M-Minho… N-No digas esas cosas…
-Pero si es verdad… Son tan deliciosas…
Al decir lo último se acercó a morder una de estas, masajeando la otra
como si fuera lo más blando del mundo, disfrutando de los ligeros
gemidos de vergüenza que el menor dejaba escuchar. Finalmente, poco a
poco, acercó su rostro a la entrada del más bajo, separando bien
aquellos cachetes antes de rozar apenas ese pequeño hueco con su lengua,
notando un estremecimiento y un gemido gutural que nada tenía que ver
con el anterior escuchado. Deseoso de seguir disfrutando de esos sonidos
que el menor podía brindarle enterró el rostro allí, utilizando su sin
hueso sin pudor, penetrándole apenas con este.
Mientras Minho
se dedicaba a dilatarle tan intensamente, Sandeul se desarmaba de placer
contra la pared del armario, clavando las uñas donde pudiera,
mordiéndose el labio inferior aunque también abriendo la boca al sentir
un placer tan grande, siendo incapaz de controlarse. Sentía una
vergüenza infinita al parecer tan vulgar, pero aquella sensación era tal
que no podía evitarlo. Después de todo esa situación era algo que solo
ellos dos sabrían.
Finalmente el mayor tomó uno de sus dedos,
chupándolo para lubricarlo un poco y lo llevó a la entrada ajena,
presionando allí una vez para ver como aquel pequeño cuerpo se
estremecía y retorcía de placer. Muy lentamente y con cuidado de no
herirle comenzó a introducir su dígito, moviéndolo un poco en círculos
para que este se fuera acostumbrando a la intromisión y preparándole así
para cuando introdujera un segundo dedo.
Cuando la segunda
intromisión se hizo presente, Minho movió sus dedos como si de unas
tijeras se trataran, notando que el cuerpo ajeno comenzaba a moverse en
busca de una fricción constante. Frente a tal situación se atrevió a
introducir un tercer dedo, buscando que la dilatación ya llegara lo más
lejos que sabría podía llegar. Después de todo, la curiosidad por los
fanfics que escribían las fans había rendido sus frutos.
-Sandeul… Ya no aguanto… Necesito entrar en ti…
Susurró estas palabras contra el oído del más bajo luego de haberse
levantado y pegado nuevamente a él, restregando sin miedo su glande
contra la entrada ajena, haciendo que más gemidos se hicieran presentes.
Comenzó a presionar su erección en el hueco ajeno hasta que finalmente
se abrió paso, entrando y haciendo que el menor apretara muy fuertemente
las manos.
Minho dejó escapar un gran gemido hasta que estuvo por
completo dentro de él, esperando a que el menor se acostumbrara. Para
ayudarle comenzó a besar suavemente su hombro, tomando sus manos,
besando luego su mejilla y finalmente sus labios gracias a un movimiento
de cabeza que el menor había facilitado.
Poco a poco el
cuerpo de Sandeul se acostumbró a esa gran y nueva intromisión, y cuando
quiso sentirle más movió apenas sus caderas, indicándole así que podía
moverse al menos a un ritmo tranquilo. Mensaje que rápidamente el mayor
captó, comenzando a mover sus caderas suavemente, en un delicioso vaivén
que poco a poco le enloquecía, queriendo moverse más, pero sin hacerlo
aún, pensando en que podría lastimar al menor.
Sin embargo, este
deseaba sentirle aún más, por lo que movió nuevamente sus caderas pero
con un poco más de entusiasmo, tratando que su amante comprendiera que
no hacía tanta falta la delicadeza, sino más bien pasión. Mensaje que,
nuevamente, fue recibido más que claro.
Finalmente el ritmo deseado
por ambos había llegado, moviéndose a una velocidad acelerada y
constante, provocando que el más bajo llevara su mano a su propio
glande, en busca de más placer. Al notar esto, el mayor llevó su diestra
allí, comenzando a masturbarle al ritmo de las embestidas, las cuales
se hacían cada vez más veloces y certeras, causando que los gemidos se
hicieran presentes por parte de ambos.
La velocidad que ahora
llevaban era un frenesí, lleno de pasión y deseo por parte de ambos,
pero claro, toda carrera tiene un final, y este estaba llegando para
ambos.
-M-Minho… Si… Si sigues yo….
-Y-Yo… Igual…
Al darse cuenta que ambos estaban muy cerca de llegar al clímax
simplemente se dejaron llevar por la excitación, alcanzando por un
momento una velocidad mayor, lo cual fue la gota que ayudó a llegar al
tan deseado orgasmo, provocando que Minho se corriera en el interior de
Sandeul mientras este manchaba por completo la pared del armario. Luego
de un par de embestidas más finalmente aquellos enloquecidos cuerpos se
habían quedado quietos, exhaustos y sudados.
Cuando ambos recuperaron el aliento el mayor salió de su interior, notando que su esencia goteaba desde el contrario.
-Será mejor que luego te limpies…
Susurró con voz gentil a la vez que besaba sus cabellos, acariciando apenas su torso.
-¿Te encuentras bien, Deul?
-S-Sí… E-Es que… Bueno… M-Me gustó…
Aquellas palabras causaron ternura una vez más en el mayor, el cual besó nuevamente su mejilla.
-A mí también me gustó…
Con una tímida sonrisa el menor le observó, aprovechando para besar sus labios pasional pero suavemente una última vez.
-S-Será mejor que nos vistamos… Seguramente nos encontrarán pronto…
-Sí, es verdad…
Medio a regañadientes por parte de ambos se vistieron como pudieron,
suspirando luego para mirarse a los ojos, sonriendo algo apenados los
dos ya que ahora no estaban seguros de qué decir. Si estuvieran en un
cuarto puede que la situación fuera diferente, pero sabían que no era
así, y eso se notaba en el ambiente también.
Antes de que ninguno de
los dos pudiera decir algo más el cerrojo de la puerta se escuchó,
dejando entrar la luz del pasillo, la cual les dejó ciegos por un
instante.
-¡SANDEUL! ¡Allí estabas! Nos tenías preocupados
La voz de un molesto líder llegó a los oídos del vocalista, provocando que este sonriera algo apenado.
-Lo siento Jin hyung… Fue algo de fuerzas mayores…
-Fue mi culpa, por accidente caímos aquí dentro. Lamento haber retrasado la programación.
-Eso es lo de menos, al menos están bien, y eso es lo importante.
-Hyung siempre tan preocupón… Gracias por sacarnos de aquí…
Mientras iban caminando hacia el escenario nuevamente Minho dejó un
beso en la mejilla de Sandeul, haciendo que este se sorprendiera y
sonrojara levemente, sonriendo luego.
-No puedo decirte quien gana porque ni yo lo sé…
Aquellas palabras le tomaron por sorpresa pero sonrió, asintiendo suavemente.
-Comprendo… Gracias… Por todo
-Gracias a ti, avísame si te quedas encerrado en un armario nuevamente. Aunque preferiría una cama la próxima vez…
-¿P-Próxima vez?
La voz penosa del menor se escuchó, acompañado de un sonrojo de mejillas.
-Si no quieres está bien, es solo que sí me gustó…
-N-No dije eso… Es que…. No pensé que me sugerirías otra vez…
-Tienes mi número, espero que nos veamos pronto, pequeño pato
Luego de decir estas palabras Minho se alejó, saliendo al escenario
nuevamente, dejando a un Sandeul algo desorientado pero con una sincera
sonrisa.
-Nos veremos… Eso seguro…
Luego de
prometérselo más a sí mismo que al mayor corrió donde su banda,
esperando por los resultados, los cuales fueron más que favorables para
B1A4, permitiéndoles ganar su primer gran premio.