Nadie sabe lo que ocurre backstage 4 [Final]

Luego de meditarlo un momento, este asintió, sonriendo de manera muy tímida, haciendo que el contrario hiciera lo mismo.
Finalmente ambos se encontraban con sus prendas inferiores despojadas, permitiendo ver ambas erecciones más que despiertas. Al ver esto el mayor curvó ligeramente sus comisuras, llevando su mano allí para masturbarle un poco, tomándole por sorpresa totalmente.

-¿Q-Qué haces?
-Te hago disfrutar… Si te excitas más ayudará a dilatarte…
-P-Pero… Ahh…

Sin ser capaz de replicar solo dejó al más alto hacer mientras suaves y jadeantes gemidos escapaban de sus labios.

-Date vuelta…

Sandeul obedientemente se volteó, dejando su espalda visible para luego sentir el cuerpo ajeno pegarse al propio, notando también la erección ajena restregarse contra sus nalgas, acción que provocó que un gemido gutural sonara en aquel pequeño armario.

-Eres un pequeño pervertido… Mira como te pones…
-P-Pero… Minho ah… N-No digas eso…
-¿Por qué no? Si es la verdad…

Mientras pronunciaba esas palabras, poco a poco comenzó a bajar por su espalda, dejando ligeras marcas de mordidas y succiones, llegando finalmente al trasero ajeno, el cual masajeó con intensidad, disfrutando de lo bien formado que este estaba.

-Dios… Tus nalgas… Son tan perfectas…
-M-Minho… N-No digas esas cosas…
-Pero si es verdad… Son tan deliciosas…

Al decir lo último se acercó a morder una de estas, masajeando la otra como si fuera lo más blando del mundo, disfrutando de los ligeros gemidos de vergüenza que el menor dejaba escuchar. Finalmente, poco a poco, acercó su rostro a la entrada del más bajo, separando bien aquellos cachetes antes de rozar apenas ese pequeño hueco con su lengua, notando un estremecimiento y un gemido gutural que nada tenía que ver con el anterior escuchado. Deseoso de seguir disfrutando de esos sonidos que el menor podía brindarle enterró el rostro allí, utilizando su sin hueso sin pudor, penetrándole apenas con este.

Mientras Minho se dedicaba a dilatarle tan intensamente, Sandeul se desarmaba de placer contra la pared del armario, clavando las uñas donde pudiera, mordiéndose el labio inferior aunque también abriendo la boca al sentir un placer tan grande, siendo incapaz de controlarse. Sentía una vergüenza infinita al parecer tan vulgar, pero aquella sensación era tal que no podía evitarlo. Después de todo esa situación era algo que solo ellos dos sabrían.

Finalmente el mayor tomó uno de sus dedos, chupándolo para lubricarlo un poco y lo llevó a la entrada ajena, presionando allí una vez para ver como aquel pequeño cuerpo se estremecía y retorcía de placer. Muy lentamente y con cuidado de no herirle comenzó a introducir su dígito, moviéndolo un poco en círculos para que este se fuera acostumbrando a la intromisión y preparándole así para cuando introdujera un segundo dedo.
Cuando la segunda intromisión se hizo presente, Minho movió sus dedos como si de unas tijeras se trataran, notando que el cuerpo ajeno comenzaba a moverse en busca de una fricción constante. Frente a tal situación se atrevió a introducir un tercer dedo, buscando que la dilatación ya llegara lo más lejos que sabría podía llegar. Después de todo, la curiosidad por los fanfics que escribían las fans había rendido sus frutos.

-Sandeul… Ya no aguanto… Necesito entrar en ti…

Susurró estas palabras contra el oído del más bajo luego de haberse levantado y pegado nuevamente a él, restregando sin miedo su glande contra la entrada ajena, haciendo que más gemidos se hicieran presentes. Comenzó a presionar su erección en el hueco ajeno hasta que finalmente se abrió paso, entrando y haciendo que el menor apretara muy fuertemente las manos.
Minho dejó escapar un gran gemido hasta que estuvo por completo dentro de él, esperando a que el menor se acostumbrara. Para ayudarle comenzó a besar suavemente su hombro, tomando sus manos, besando luego su mejilla y finalmente sus labios gracias a un movimiento de cabeza que el menor había facilitado.

Poco a poco el cuerpo de Sandeul se acostumbró a esa gran y nueva intromisión, y cuando quiso sentirle más movió apenas sus caderas, indicándole así que podía moverse al menos a un ritmo tranquilo. Mensaje que rápidamente el mayor captó, comenzando a mover sus caderas suavemente, en un delicioso vaivén que poco a poco le enloquecía, queriendo moverse más, pero sin hacerlo aún, pensando en que podría lastimar al menor.
Sin embargo, este deseaba sentirle aún más, por lo que movió nuevamente sus caderas pero con un poco más de entusiasmo, tratando que su amante comprendiera que no hacía tanta falta la delicadeza, sino más bien pasión. Mensaje que, nuevamente, fue recibido más que claro.
Finalmente el ritmo deseado por ambos había llegado, moviéndose a una velocidad acelerada y constante, provocando que el más bajo llevara su mano a su propio glande, en busca de más placer. Al notar esto, el mayor llevó su diestra allí, comenzando a masturbarle al ritmo de las embestidas, las cuales se hacían cada vez más veloces y certeras, causando que los gemidos se hicieran presentes por parte de ambos.
La velocidad que ahora llevaban era un frenesí, lleno de pasión y deseo por parte de ambos, pero claro, toda carrera tiene un final, y este estaba llegando para ambos.

-M-Minho… Si… Si sigues yo….
-Y-Yo… Igual…

Al darse cuenta que ambos estaban muy cerca de llegar al clímax simplemente se dejaron llevar por la excitación, alcanzando por un momento una velocidad mayor, lo cual fue la gota que ayudó a llegar al tan deseado orgasmo, provocando que Minho se corriera en el interior de Sandeul mientras este manchaba por completo la pared del armario. Luego de un par de embestidas más finalmente aquellos enloquecidos cuerpos se habían quedado quietos, exhaustos y sudados.

Cuando ambos recuperaron el aliento el mayor salió de su interior, notando que su esencia goteaba desde el contrario.

-Será mejor que luego te limpies…

Susurró con voz gentil a la vez que besaba sus cabellos, acariciando apenas su torso.
-¿Te encuentras bien, Deul?
-S-Sí… E-Es que… Bueno… M-Me gustó…

Aquellas palabras causaron ternura una vez más en el mayor, el cual besó nuevamente su mejilla.

-A mí también me gustó…

Con una tímida sonrisa el menor le observó, aprovechando para besar sus labios pasional pero suavemente una última vez.

-S-Será mejor que nos vistamos… Seguramente nos encontrarán pronto…
-Sí, es verdad…

Medio a regañadientes por parte de ambos se vistieron como pudieron, suspirando luego para mirarse a los ojos, sonriendo algo apenados los dos ya que ahora no estaban seguros de qué decir. Si estuvieran en un cuarto puede que la situación fuera diferente, pero sabían que no era así, y eso se notaba en el ambiente también.
Antes de que ninguno de los dos pudiera decir algo más el cerrojo de la puerta se escuchó, dejando entrar la luz del pasillo, la cual les dejó ciegos por un instante.

-¡SANDEUL! ¡Allí estabas! Nos tenías preocupados

La voz de un molesto líder llegó a los oídos del vocalista, provocando que este sonriera algo apenado.

-Lo siento Jin hyung… Fue algo de fuerzas mayores…
-Fue mi culpa, por accidente caímos aquí dentro. Lamento haber retrasado la programación.
-Eso es lo de menos, al menos están bien, y eso es lo importante.
-Hyung siempre tan preocupón… Gracias por sacarnos de aquí…

Mientras iban caminando hacia el escenario nuevamente Minho dejó un beso en la mejilla de Sandeul, haciendo que este se sorprendiera y sonrojara levemente, sonriendo luego.

-No puedo decirte quien gana porque ni yo lo sé…

Aquellas palabras le tomaron por sorpresa pero sonrió, asintiendo suavemente.

-Comprendo… Gracias… Por todo
-Gracias a ti, avísame si te quedas encerrado en un armario nuevamente. Aunque preferiría una cama la próxima vez…
-¿P-Próxima vez?

La voz penosa del menor se escuchó, acompañado de un sonrojo de mejillas.

-Si no quieres está bien, es solo que sí me gustó…
-N-No dije eso… Es que…. No pensé que me sugerirías otra vez…
-Tienes mi número, espero que nos veamos pronto, pequeño pato

Luego de decir estas palabras Minho se alejó, saliendo al escenario nuevamente, dejando a un Sandeul algo desorientado pero con una sincera sonrisa.

-Nos veremos… Eso seguro…

Luego de prometérselo más a sí mismo que al mayor corrió donde su banda, esperando por los resultados, los cuales fueron más que favorables para B1A4, permitiéndoles ganar su primer gran premio.