Afirmó cruzándose de brazos para luego mirarle con una sonrisa divertida
-Aún no me has dicho por qué estabas todo rojo…
Sandeul, por su lado estaba algo perdido en su mundo, preocupado por lo
que pasaría si no aparecían pronto cuando escuchó lo último del mayor,
haciendo que sus mejillas se tornaran rojas nuevamente, cosa que causó
gracia en el más alto
-¡P-Por nada! Solo sentía que me faltaba el aire…
Inventó la peor excusa que podría habérsele ocurrido y desvió la
mirada, notando como el más alto ahora se acercaba hasta que sus cuerpos
estuvieron muy cerca el uno del otro
-¿Q-Qué haces? ¡Apártate!
Débilmente intentó apartar al otro, empujándole suavemente, pero sus
manos fueron apartadas al instante que intentaron nada, quedando sin su
control.
-Es la peor excusa que he escuchado jamás… Puedes inventar algo mejor
Sus palabras eran suaves, lentas, casi como el terciopelo. Le encantaba
incomodar a sus compañeros de banda, en especial a Key, quien era el
que más se apenaba al momento de hacer fanservice, y el menor era
perfecto para entretenerse en ese sentido
-Dime por qué estabas sonrojado
Pidió mirándole con sus ojos amables y tranquilos, logrando que el menor se sonrojara aún más.
-E-Es que me dio calor…
Murmuró esta vez algo un poco más creíble, intentando liberar sus manos
sin mucho éxito. Mantenía su mirada alejada de la del mayor ya que esos
ojos eran por los que más debilidad tenía, por algo siempre perdía ante
el aegyo de Gongchan.
-Oh… Así que el calor… Entonces quítate el saco
Comentó con una sonrisa burlona, sin apartarse mucho pero soltando sus
manos. Amaba encontrar personas a las cuales molestar, eran obvios,
sabía con qué incomodarlos y lo mejor es que a veces los otros le
seguían el juego.
-A-Anni, no hace falta…
Negó
rápidamente, formando un ligero puchero con sus labios antes de desviar
la mirada. A pesar de haber dicho eso, la temperatura de su cuerpo
aumentaba cada vez más, entre la pena de que se acercara tanto, que le
incomodara con esos comentarios y encima que le pareciera atractivo…
Sabía que si tenía oportunidad la utilizaría, pero no quería arriesgarse
de mala manera. Estaban en un lugar encerrados ellos dos, si las cosas
no resultaban bien entonces sería un gran problema, aunque por otro
lado, si resultaban bien entonces… Rápidamente negó con la cabeza,
apartando esa idea de su mente y causando risas en el más alto.
-¿Qué es lo que piensas tan serio? Parece que te fueras a explotar, relájate
En el momento que pronunció lo último posó sus manos sobre la cabeza
del más bajo, masajeando suavemente aquella zona. Al ver que no había
rechazo sonrió y bajó sus manos hasta sus mejillas, apretándolas un poco
-Tienes mejillas apretujables
Comentó mirándolas atento hasta que por un momento sus ojos se
detuvieron en los labios del menor. Fue un instante, pero desvió la
mirada rápidamente, soltando también las mejillas
-¿Los de tu banda no te molestan con ellas?
Puede que Sandeul pareciera un niño muchas veces, pero no era tonto.
Había visto al más alto detener su vista en sus labios, lo cual le
generaba millones de dudas, pero decidió hacerlas a un lado por ahora
-Anni… No mucho…
No sabía qué más decir, por lo que desvió la mirada del contrario,
nuevamente pensando en lo atractivo que se veía. Cerró algo fuerte los
ojos para desviar esa idea pero cuando los abrió se encontró con los del
mayor, el cual le miraba con curiosidad y cierta gracia- ¿Q-Qué haces?
-Te miro… Me causa gracia como demuestras lo que piensas con tus expresiones
Al escuchar aquello, el menor se sonrojó de sobremanera, cubriendo su rostro con las manos
-No te cubras, después de todo ahora estamos hablando y tú solo
pensarás en la respuesta que me darás…. ¿no? No pensarás nada que no me
digas… ¿Verdad?
Cuando escuchó las suposiciones ajenas, se
mordió el labio inferior, bajando la mirada para luego asentir y
descubrir solo sus ojos, mirándole ahora
-¿No me mentirás?
Escuchó la nueva pregunta y negó suavemente.
-No mentiré
Susurró quitando finalmente sus manos para dejar al descubierto sus
mejillas apenas rosadas, claramente más calmadas que segundos atrás. Por
su parte, el mayor sonrió de lado, mirándole fijamente.
-Entonces dime… ¿En qué pensabas?
La pregunta le tomó por sorpresa, haciendo que bajara una vez más su
mirada mientras mordía su labio inferior. Comenzó a pensar alguna
respuesta para decirle, pero le era difícil, solo podía pensar en la
cercanía entre ambos, cosa que le hacía desconcentrarse por completo.
-En… En que cuándo nos sacarán de aquí…
Inventó lo primero que surgió en su cabeza… Bueno, lo segundo; y desvió
la mirada, intentando calmar el sonrojo que quería colarse alrededor de
su nariz de nuevo.
-Mmm… Así que en eso… Bueno, supongo que vendrán pronto
Afirmó encogiéndose de hombros, sonriendo por lo tierno que llegaba a
verse el contrario mientras inventaba sus excusas poco creíbles.
-Y… ¿Y tú en qué piensas, Minho?
Al preguntar aquello dirigió su vista hacia el más alto, observándole
curioso por su respuesta. Respuesta que el mayor comenzó a pensar en
cuanto le preguntó aquello. ¿En qué pensaba? En que quería salir, en que
tenía hambre, en que quería llegar al departamento para dormir lo poco
que podría, en los labios de Sandeul, en que Taemin le debía dinero… Al
darse cuenta de lo que pasaba por su cabeza parpadeó un poco y negó
apenas, intentando desechar esa posibilidad.
-¿Mm? Minho ah ¿En qué piensas?
Repitió su pregunta, sin despegar sus ojos del contrario.
-En que si sigues haciéndome esas preguntas terminaré por darte un beso
Pronunció aquellas palabras sin inmutarse, esperando que el menor
reaccionara sonrojándose y diciéndole que ni se le ocurriera hacerlo,
pero en cambio recibió otra respuesta.
-No te atreverías… Eres demasiado heterosexual como para hacerlo
Las palabras del más bajo le tomaron por completo sorpresa. Era la
primera persona que le retaba a algo así, en especial luego de haberle
puesto nervioso y demás.
Sandeul, por su parte, estaba hecho un
manojo de nervios aunque no lo demostrara claramente. Haber dicho
aquello fue la peor idea que se le pudo haber cruzado por la cabeza.
Ahora seguramente el mayor le tacharía de homosexual y no le dirigiría
la palabra
-¿No me crees capaz? Puedes llegar a arrepentirte de esto, pequeño pato…
Ya no sabía qué esperar del contrario, estaba tan deseoso de poder
tocar su cuerpo aunque sea un poco que no había notado que estaba
mordiendo su labio inferior hasta que el mayor posó su mano sobre su
mentón, rozando los labios del más chico
-Si te muerdes el labio me darás a entender que quieres que lo haga
Solo ese gesto, acompañado de una sonrisa ladina, fue lo que hizo falta
para que Sandeul terminara con la distancia entre ambos, uniendo sus
labios con los ajenos, separándose segundos después para bajar su mirada
y jugar con sus dedos.
-Lo… Lo siento…
Fue lo único
que se le ocurrió decir, dejando a un Minho totalmente perplejo, el cual
después sonrió ladinamente de nuevo, tomándole una vez más por su
mentón antes de unir sus labios otra vez, volviéndolo un poco más largo
esta vez.
-No te disculpes