Arribando a Corea 3

Luego de haber conversado ambos durante una hora tu acompañante y celebridad se levantó, observando el reloj que reposaba en su muñeca.

-Mm… Yo debía encontrarme con los demás…

De manera algo pensativa y curiosa te observó de pies a cabeza, torciendo la cabeza ligeramente para luego sonreírte sutilmente.

-¿Quisieras acompañarme? La realidad es que me he divertido conversando contigo, y no quisiera cortar la charla aún…
-¿Acompañarte? ¿Donde tus amigos? ¿No quedaré un poco fuera de lugar?

La realidad era que también te habías divertido conversando, después de todo el contrario era divertido, en especial cuando parecía no comprender del todo y quedar algo perdido en sus pensamientos. No era que te burlaras de él, simplemente te causaba ternura y gracia la manera en la que el otro se terminaba por apenar de una manera muy sutil.

-Para nada, créeme, te divertirás.

Con un ligero movimiento de hombros aceptaste la curiosa invitación, levantándote también para caminar a su lado, notando que entraban en un callejón.

-Ehm… Jong Woon… ¿Es por aquí?
-Sí, recuerda quién soy… No es que ame ir por estos lugares, pero es la única forma de que no me busquen y corran…
-Oh… ¿Tan así es la vida de una celebridad?
-Más o menos… Lo que detesto es cuando nos corren por la calle… Ahora ya no ocurre con tanta frecuencia, pero antes era correr y esconderse por los callejones todo el tiempo… Por eso también conozco varios caminos… Confía en mí, ¿sí?

Escuchaste la explicación con atención, asintiendo ligeramente antes de sorprenderse ante tal pedido. Sin poder evitarlo sonreíste enternecida, asintiendo una vez más.

-Está bien… Confiaré en ti…

Mientras caminaban salieron del callejón, encontrándose en una calle tranquila, con algunos puestos de ropa y demás, los cuales tu acompañante observó con detenimiento antes de seguir su camino, el cual seguiste también.
Continuaron hablando tranquilamente hasta que unos murmullos detrás de ustedes te llamaron la atención, causando que giraras un poco la cabeza. Allí había un grupo de chicas observándoles con curiosidad mientras hablaban en voz baja.

-Oye, Woon… Hay un grupo de chicas detrás de nosotros…
-Disimula, si se dan cuenta que soy yo no nos dejarán tranquilos, además de que aparecerás en las noticias de los famosos… No creo que te interese eso, ¿o sí?
-Para nada, quiero pasar lo más desapercibida posible
-Entonces continuemos como si fuéramos una pareja normal…

Ante las últimas palabras usadas por el contrario no pudiste evitar sonrojarte apenas, sintiéndote un poco nerviosa ahora. No te habías percatado de que parecían una pareja común y corriente, cosa que provocó que te quisieras dar un nuevo golpe en la cabeza, parecías algo torpe estos días.
Sin embargo, por mucho que trataran de parecer una pareja como cualquier otra, las chicas se iban acercando cada vez más, dejando en claro que les habían descubierto. Finalmente, el toque final fue un grito, el cual decía: “¡Es Yesung de Super Junior!”. Sin preguntarte, tu acompañante te tomó de la mano, corriendo rápidamente, o como podían para escapar de las fans, doblando en una esquina para luego esconderse en un nuevo callejón, sujetándote él por la cintura, buscando pasar lo mayormente desapercibidos.

Mientras tú estabas hecha un manojo de nervios por la repentina cercanía y la adrenalina del momento, pudiste ver como las chicas pasaban corriendo a su lado sin darse cuenta de que estaban casi junto a ellas. Cuando estas parecieron desaparecer por completo ambos se relajaron, pero Yesung no te soltó, por lo que diste un ínfimo paso hacia atrás, notando que ahora sí te soltaba.

-Lo siento… No me di cuenta…

Cuando se disculpó pudiste ver que desviaba la mirada, algo apenado pero sonriente. “¿Seguro no te diste cuenta?” pensaste para tus adentros algo divertida.

Con tranquilidad siguieron por el callejón antes de encontrarse con dos hombres, uno con el cabello rubio y otro con el cabello anaranjado. Ellos los observaron y asintieron, notando que Yesung también lo hacía. Luego de aquel extraño saludo siguieron caminando, y como no se te había explicado nada te acercaste a tu inicial acompañante, tirando apenas de su manga.

-Oye, ¿qué ocurre aquí?
-¿Recuerdas que te mencioné a mis amigos? Son como yo… Por eso tienen esas pelucas…
-Oye Yesung, olvidaste la peluca otra vez, ¿no?
-Te dije que no la dejaras en el departamento, luego no te quejes si alguien la usa por ti.
-Ya dejen de molestar… Además la peluca que a mí me gusta es la de Kangin, esa rubia de pelo corto, pero no la tiene como para prestármela…
-Entonces consíguete una así, tal como todos hicimos.

No pudiste reprimir un poco la sonrisa y gracia que la conversación te causaba, después de todo no escuchabas a tres hombres hablar de pelucas todos los días.
Finalmente habían llegado a la puerta de un departamento, algo no te terminaba de cerrar, pero no era desconfianza de lo que pudiera pasar allí dentro, sino que los amigos de Yesung no parecían haberse inmutado de que trajera a una chica, es más, parecían contentos de ello. Tranquilamente pensaste: “No, violarme no lo harán porque lo habrían hecho en el callejón, además… Jong Woon no es capaz”. Con una sonrisita asentiste, lista para lo que fuera que estuviera a punto de suceder.