Al observar hacia atrás clavaste la mirada en el cajero, el
cual te observó de reojo una milésima de segundo, sonriendo de lado mientras
seguía atendiendo. Aquello te pareció tan descabellado que casi no lo creíste,
pensaste que se trataba de una broma o algo parecido pero cuando observaste de
nuevo a aquel chico este te observó de reojo de nuevo, manteniendo una sonrisa
casi invisible. ¿Acaso te estaba pidiendo de salir en una cita?
Mientras pensabas qué responder pudiste escuchar que algunas
chicas parecían atolondrarse con las acciones del cajero, cuando este se mordía
el labio o cuando se los relamía. Finalmente buscaste entre tus cosas un
bolígrafo, borrando el mensaje que estaba escrito para anotar otro:
¿Acompañante? ¿Te refieres a ti? ¿Por qué debería?
Al terminar te acercaste nuevamente al mostrador, llamando
la atención del cajero una vez más.
-Perdona, pero esto no es lo que pedí
Con una pequeña sonrisa le entregaste el vaso, viendo que
este también sonreía ligeramente.
-Ahora mismo te lo cambio
Y como dijo, a los pocos minutos te entregó un recipiente
nuevo, tocando por una milésima de segundo sus dedos. Agradeciste con una
ligera venia y cuando te encaminaste de nuevo a tu asiento leíste la nueva
respuesta: El dicho dice “Mejor solo que mal acompañado” pero en este caso no
merece la pena seguirlo al pie de la letra. ¿Nos vemos en diez minutos a la
vuelta?
Comiste tu galleta y bebiste tu café, pensando si ir o no,
hasta que finalmente te decidiste, saliendo de la cafetería para buscar algún
callejón que guiara a una puerta trasera. En cuanto lo encontraste te
recostaste sobre la pared, esperando un poco hasta escuchar el ruido de una
puerta. Al girar la cabeza, allí estaba ese cajero con su cabello oscuro al
igual que sus ojos.
-¿Vamos?
Con un ligero asentimiento de cabeza caminaron fuera de
allí, terminando en un pequeño parque donde se sentaron a conversar un poco.
-No eres de aquí, ¿verdad?
-No, he venido para mejorar mi nivel de coreano
Ante tus palabras el peli negro sonrió ligeramente, parecía
que había recordado algo.
-¿Te has logrado instalar bien? ¿Cuánto planeas quedarte?
-Me he instalado hace unas horas… Y la verdad creo que el
programa es de unos seis meses…
Tu interlocutor asintió ligeramente, procesando tus palabras
mientras sonreía con sutileza.
-¿Has visto algún programa de aquí o escuchado la música?
Dicen que la música de aquí está llegando a todo el mundo.
-A decir verdad no he tenido tiempo para ello… Me he
centrado tanto en los estudios que no pude buscar nada del país al que venía…
Aunque sí he escuchado algunas canciones… En la radio.
Ante tales palabras, el
cajero te observó con extrema curiosidad, sin molestarse en ocultarla.
-Ah, ¿sí? ¿Qué canciones has escuchado? Tal vez conozco
alguna
-Pues… No recuerdo muchos nombres… Había una que me había
gustado… Mm… ¿Gray paper? Creo que se llamaba así… Dijeron que el cantante se
llamaba Yesung… Aunque a decir verdad no lo conozco mucho.
Aquello lo confesaste algo apenada ya que te sentías un poco
mal al pensar en que no habías investigado demasiado del tema.
-Oh… Comprendo. He escuchado la canción. Por cierto, no me
he presentado. Me llamo Kim Jong Woon pero mis amigos me dicen Yesung, un
placer conocerte.
Aquellas palabras llegaron a tus oídos de una manera lejana.
Estabas hablando con una celebridad y siquiera lo habías notado. Bueno, es
verdad que no sabías como lucía pero de todas formas quisiste darte un pequeño
golpe en la cabeza por ello.