Mamá... ¿Puedo dormir ahora?

Todo es oscuro, tranquilo, escucho la nada misma y me gusta... Pero siento algo, algo que me molesta, algo que me quiere obligar a abrir los ojos. No quiero abrirlos, se está tan bien así, quiero seguir descansando y que nada me afecte. Vuelvo a sentir ese algo que me molesta. ¡Déjame en paz! No quiero 
despertar. Me vuelven a molestar.
-¡¿No entienden que quiero dormir?! -intento gritar pero mis palabras se ahogan en mi boca. Te veo, tan extraña que no te reconozco, tan diferente que no sé quién eres, tan nueva que mi curiosidad aumenta. Te veo con mis ojos enormes y llamativos. Quiero que me veas y que los veas. Quiero que me tomes en brazos y me atraigas a tu pecho. Quiero saber de esa sensación desconocida que produce tu pecho. He oído que es una hermosa sensación... Quiero probarla... Extiendo mis brazos a ti para que entiendas qué es lo que quiero. Tú me observas con una sonrisa en tus labios antes de tomarme y atraerme a ese latido tan familiar para mí. Me acurruco contra tu pecho, cerrando mis ojos para poder descansar.
Todo se vuelve oscuro, tranquilo, escucho la nada misma, excepto por esos latidos que tanto me relajan...
-Mamá... ¿Puedo dormir ahora? -te pregunto levantando mi cabeza, a lo que tú respondes con un leve asentimiento de cabeza. Vuelvo a bajar la mirada, cierro los ojos y finalmente puedo dormir en paz